I
La obra de Dios cambia rápido,
cuesta que el hombre la pueda entender.
Mira tu entorno, nada es como ayer,
todo luce nuevo, hermoso es.
Todas las cosas vuelven a surgir, todo renace, todo cambia.
Todo el pueblo alaba a Dios, alza al cielo himnos de alabanza.
¡Hosanna! ¡Todos alaban a Dios! Cantemos Su gloria con amor.
¡Hosanna! ¡Todos alaban a Dios! Cantemos Su gloria con amor.
II
Alabemos las obras de Dios, alabemos Su sabiduría,
alabemos Su justa voluntad, alabanzas al Dios leal.
Sus palabras me purificaron, mi mal carácter pudieron cambiar.
Me honra la tarea que Dios me encomendó,
de alabar Sus obras y dar fe.
¡Hosanna! ¡Canten Su gloria! Alabémosle llenos de dicha.
¡Hosanna! ¡Canten Su gloria! Alabémosle llenos de dicha.
III
Quienes a Dios aman, siempre le obedecen,
y Su palabra la viven así.
Tras desechar pecado y corrupción, todos ellos son purificados.
Dando fe del nombre de Dios, complaciendo Su corazón.
El mundo está lleno de justicia y santidad,
todo luce nuevo, hermoso es.
¡Hosanna! ¡Canten Su gloria! Alabémosle llenos de dicha.
¡Hosanna! ¡Canten Su gloria! Alabémosle llenos de dicha.
IV
Alabemos los logros de Dios, glorificado seas Tú, Dios.
Todo el pueblo sumiso ante Dios, cumple su respectiva función.
Vive en la palabra de Dios y le adora,
y en Su presencia lo alaba.
Junto a Él les inunda la felicidad, viven su felicidad.
¡Hosanna! ¡Juntos lo alabamos!
Nuestras canciones nunca acabarán.
¡Hosanna! ¡Juntos lo alabamos!
Nuestras canciones nunca acabarán, no acabarán.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
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