Mostrando entradas con la etiqueta LIBROS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta LIBROS. Mostrar todas las entradas

viernes, 3 de julio de 2020

Reflexión cristiana | Cómo conseguir una auténtica devoción espiritual

devocional cristiano

Reflexión cristiana | Cómo conseguir una auténtica devoción espiritual

Al llegar a casa leí varios pasajes seguidos. Uno de ellos decía: “Las personas creen en Dios, lo aman, y lo satisfacen cuando tocan el Espíritu de Dios con su corazón y, de ese modo, logran la satisfacción de Dios. Cuando contactan con corazón con las palabras de Dios, Su espíritu las conmueve. Si se quiere alcanzar una vida espiritual normal y establecer una relación normal con Dios, primero hay que entregarle el corazón a Dios y tranquilizar el corazón ante Él. Sólo después que se haya derramado el corazón ante Dios se puede, poco a poco, tener una vida espiritual normal. […] Si tu corazón se puede derramar en Dios, y mantenerse tranquilo delante de Él, tendrás la oportunidad, las cualificaciones, para que el Espíritu Santo te use, para recibir Su esclarecimiento e iluminación, y tendrás aún más la oportunidad de que el Espíritu Santo compense tus deficiencias. Cuando das tu corazón a Dios, puedes entrar de forma más profunda en el lado positivo, y estar en un plano más elevado de entendimiento; en el lado negativo, tendrás más entendimiento de tus propias faltas y deficiencias, estarás más dispuesto a buscar satisfacer la voluntad de Dios y, en un estado no pasivo, entrarás activamente, y esto significará que eres una persona correcta” (“Es muy importante establecer una relación normal con Dios”).

Mientras meditaba este pasaje comprendí que, si quería tener una vida espiritual normal, primero tenía que olvidarme de todas aquellas viejas normas y prácticas del pasado, apartar el corazón de todas las personas, circunstancias y cosas del mundo exterior y sosegarlo ante Dios, orarle, leer Sus palabras y meditarlas con honestidad de corazón. En cuanto a aquello que no entendiera, supe que tenía que orar y buscar más con Dios; no podía limitarme a echar un vistazo rápido a las palabras de Dios y dejarlas pasar. La única forma de recibir el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo y de entablar una relación normal con Dios pasaba por practicar de este modo. Cuando nos volcamos de corazón en las palabras de Dios, al final descubrimos si nos comportamos según nuestros deseos en aquello que nos encontramos en la vida o si practicamos de acuerdo con las palabras de Dios; descubrimos que hay cosas en las que no practicamos totalmente de acuerdo con la voluntad de Dios y que sigue habiendo en nosotros errores, defectos y demás. Cuando reflexionamos acerca de estas cosas, buscamos el sendero de práctica en las palabras de Dios y después lo incorporamos a nuestra vida, lo practicamos y entramos en él a fin de resolver nuestros problemas reales. Sólo una vida espiritual que pueda lograr esta clase de resultados es una auténtica devoción espiritual. Una vez que lo hube comprendido, comencé a practicar y a entrar en ella: cuando practicaba la devoción espiritual, oraba al Señor por todos los problemas y dificultades que me encontraba a diario y buscaba el sendero de práctica en las palabras del Señor. Cuando oraba, le contaba al Señor todo lo que había en mi corazón, le hablaba sinceramente, le confiaba todas mis dificultades prácticas y le pedía ayuda; mis oraciones ya no consistían en seguir unas normas, en llevar a cabo un rito religioso ni en decir las mismas palabras de siempre. Cuando leía las palabras de Dios, ya no importaba cuánto leía ni cuánto era capaz de memorizar. Me centraba, en cambio, en meditar y buscar la voluntad y las exigencias del Señor, reflexionaba sobre si practicaba o no de acuerdo con las palabras del Señor ante los problemas y, de no ser así, sobre por qué no lo hacía, sobre qué debería hacer la próxima vez que me topara con el mismo problema, y así sucesivamente. Después de practicar de este modo durante un tiempo, percibía que mi relación con el Señor era cada vez más normal, a menudo notaba el esclarecimiento y la orientación del Espíritu Santo al leer las palabras del Señor y, cuando oraba, me emocionaba y presentía claramente que el Señor escuchaba mis oraciones. ¡Gracias al Señor!

El libro, El Rollo Abierto por el Cordero, también hablaba sobre qué es la auténtica vida espiritual, sobre cómo entablar una relación normal con Dios, sobre qué es una auténtica vida de iglesia y más cosas. Cuanto más lo leía, más nítido lo veía todo y más lo disfrutaba. Por otra parte, este libro explicaba muchas cosas que nunca antes había entendido en la Biblia. Con la lectura de este libro se resolvieron muchos problemas que antes me habían confundido y de pronto vi la luz, como si las nubes se hubieran alejado y hubieran dejado al descubierto la luz del sol. Me daba la impresión de que este libro no podía haber sido escrito por una persona corriente, pues era muy edificante y beneficioso, y no pude evitar pensar en las palabras del Señor Jesús: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12–13). El Señor afirmó claramente que, cuando regrese, nos contará todas las verdades que aún no entendemos. Este libro tenía la capacidad de explicarlo todo con gran claridad; ¿acaso las palabras que contenía provenían de las declaraciones del Espíritu Santo? Estudié minuciosamente el libro y leí el título, El Rollo Abierto por el Cordero. Me dio un vuelco el corazón cuando de repente pensé: ¿no sería este libro el pequeño rollo tantas veces profetizado en el Apocalipsis? Pero solamente el Cordero puede abrir el pequeño rollo sellado… En medio de estos pensamientos, no pude quedarme ahí por más tiempo y, tras orar al Señor, agarré el libro y me fui rápidamente a casa de la hermana Song…

Tal vez te guste: ¿Adoras a Dios en Espíritu y en verdad


jueves, 2 de julio de 2020

Devocional cristiano de hoy | ¿En qué consiste la auténtica devoción espiritual?


Devocional cristiano de hoy |  ¿En qué consiste la auténtica devoción espiritual?

Un día visité a la hermana Song en su casa para estudiar la Biblia. Cuando le pregunté cómo había que practicar la devoción espiritual para poder recibir el elogio del Señor, la hermana Song sacó un libro titulado El Rollo Abierto por el Cordero y leyó un pasaje del mismo: “Una vida espiritual normal no se limita a la oración, a los cánticos, a la vida de la iglesia, a comer y beber las palabras de Dios, y otras prácticas semejantes, sino que significa vivir una vida espiritual fresca y llena de vida. No se trata del método, sino del resultado. La mayoría de las personas piensan que, para tener una vida espiritual normal, uno tiene que orar, cantar, comer y beber las palabras de Dios, o intentar descifrarlas. Independientemente de que haya algún resultado, o un verdadero entendimiento, estas personas sólo se centran en pasar por los movimientos del exterior y no se enfocan en el resultado: son personas que viven dentro de los rituales de la religión, que no viven en el seno de la iglesia y, menos aún, son personas del reino. Las oraciones, los cantos y el comer y el beber las palabras de Dios por parte de este tipo de personas, todo ello cumple con las normas; están obligadas a hacerlo y lo hacen según las corrientes; no actúan de buen grado ni desde el corazón. Por mucho que estas personas oren o canten, no habrá resultado alguno, porque toda su práctica consiste en normas religiosas y rituales, y no practican la palabra de Dios. Al centrarse tan sólo en el método, y tomar las palabras de Dios como normas que observar, este tipo de persona no ponga en práctica la palabra de Dios, y que se limite a satisfacer la carne y a hacer cosas para presumir delante de los demás. Esta clase de ritual religioso y de normas proceden del hombre, no de Dios. Él no cumple normas ni se atiene a ley alguna; Él hace cosas nuevas cada día y realiza obra práctica. […] Si las personas viven con normas, con el corazón vertido en la práctica, entonces el Espíritu Santo no tiene forma de obrar, porque el corazón de las personas está ocupado por ellas y por los conceptos humanos; por tanto, Dios no tiene manera de obrar; las personas vivirán siempre bajo el control de la ley, y este tipo de persona no será nunca capaz de recibir el elogio de Dios” (“Respecto a una vida espiritual normal”).

miércoles, 1 de julio de 2020

¿Qué es un devocional? | Creía que la devoción espiritual consistía en leer la Biblia, orar y cantar himnos con perseverancia



¿Qué es un devocional? | Creía que la devoción espiritual consistía en leer la Biblia, orar y cantar himnos con perseverancia

Recuerdo la primera vez que fui a la iglesia, escuché un sermón del pastor y luego conocí un poco la salvación del Señor Jesús y expresé mi deseo de creer en el Señor al instante. Cuando me marchaba, el pastor me recordó que “para vivir como los cristianos hay que practicar la devoción espiritual”. Le pregunté: “¿Qué es la devoción espiritual? ¿Cómo la practicamos?”. Entonces el pastor me dijo: “La devoción espiritual consiste en leer la Biblia, orar y cantar himnos de alabanza cada día. Al orar debemos hacerlo por nuestras familias, por los hermanos y hermanas débiles de nuestra iglesia y por los siervos de Dios. También debemos perseverar para leer la Biblia y cantar himnos cada día y tenemos que seguir haciéndolo ininterrumpidamente. Siempre y cuando practiques diligentemente la devoción espiritual a diario, tu espiritualidad continuará evolucionando, te acercarás cada vez más al Señor y entonces Dios se regocijará”.

Así, empecé a practicar como el pastor me había dicho. Cada mañana me levantaba de la cama a las 5 en punto para comenzar mi devoción espiritual. Primero leía dos capítulos de la Biblia, luego cantaba himnos y después oraba como me había indicado el pastor. Mantuve esta rutina en todas las estaciones y persistí en mis oraciones aunque a veces se me durmieran las piernas de estar tanto tiempo de rodillas. Pasaron varios años y creía que podría recibir un mayor esclarecimiento con la práctica de mi devoción espiritual, que entendería cada vez mejor las palabras del Señor y que tendría una creciente intimidad con Él. Pero en realidad, pese a ser capaz de recitar algunos versículos clásicos de la Biblia y de recordar algunas palabras que empleaba con frecuencia en oración, seguía sin entender en absoluto las palabras del Señor, Su voluntad o Sus exigencias. Llegó un punto en que incluso daba cabezadas o me adormilaba durante la devoción espiritual y no sentía la presencia del Señor en lo más mínimo.

Pregunté a numerosos predicadores, así como a muchos hermanos y hermanas, cómo había que practicar la devoción espiritual para acercarse al Señor, pero la manera en que ellos la practicaban era más o menos como la mía. También ellos madrugaban para orar, leían la Biblia y cantaban himnos de alabanza al Señor sin lograr tampoco ningún resultado evidente. Algunos hasta se dormían mientras oraban. Esto me produjo una enorme consternación: si llevaba algunos años practicando mi devoción espiritual tal como el pastor me había dicho, ¿por qué no había obtenido ningún resultado positivo? ¿Acaso el Señor no consideraba loable esta forma de practicar la devoción espiritual? ¿Cuál era exactamente la voluntad del Señor?


domingo, 21 de junio de 2020

¿No es la creencia en Dios Todopoderoso una traición al Señor Jesús? ¿No es esto apostasía?

Versículos bíblicos como referencia:

“Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12).

“Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).

“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar” (Apocalipsis 11:16-17).

La respuesta de la palabra de Dios:

La obra realizada en el presente ha empujado hacia adelante la obra de la Era de la Gracia; esto es, la obra en todo el plan de gestión de seis mil años se ha movido hacia adelante. Aunque la Era de la Gracia ha terminado, la obra de Dios ha progresado más. ¿Por qué digo una y otra vez que esta etapa de la obra se construye sobre la Era de la Gracia y la Era de la Ley? Esto significa que la obra de hoy en día es una continuación de la obra realizada en la Era de la Gracia y ha sido una elevación de la obra realizada en la Era de la Ley. Las tres etapas están estrechamente interconectadas y cada una se vincula con la siguiente. ¿Por qué digo también que esta etapa de la obra se construye sobre la realizada por Jesús? Si esta etapa no se construyese sobre la obra realizada por Jesús, la crucifixión, la obra de redención realizada previamente, aún tendría que llevarse a cabo en ella. Esto no tendría sentido. Por tanto, no es que la obra haya terminado totalmente, sino que la era se ha movido hacia adelante y la obra se ha vuelto más elevada que antes. Podría decirse que esta etapa de la obra se edifica sobre el fundamento de la Era de la Ley y la roca de la obra de Jesús. La obra se edifica etapa a etapa, y esta etapa no es un nuevo comienzo. Sólo la combinación de las tres etapas de la obra puede considerarse el plan de gestión de seis mil años. […] Jesús y Yo venimos del mismo Espíritu. Aunque nuestras carnes no tienen relación, nuestros Espíritus son uno; aunque lo que hacemos y la obra que llevamos no sean lo mismo, somos iguales en esencia; […]

de ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne

Aunque Jehová, Jesús, y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres sólo denotan las diferentes eras en Mi plan de gestión, y no representan mi totalidad. Los nombres por los que me llaman las personas en la tierra no pueden articular todo Mi carácter y todo lo que soy. Son simplemente nombres diferentes por los que soy llamado durante diferentes eras. Así pues, cuando la era final —la de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová, o Jesús, mucho menos el Mesías, sino el poderoso Todopoderoso Dios mismo, y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador porque me amaban y respetaban. Pero hoy no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; soy el Dios que ha vuelto en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que se levanta en los extremos de la tierra, repleto con todo Mi carácter, y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca han tenido contacto conmigo, nunca me han conocido, y siempre han ignorado Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una persona me ha visto. Este es el Dios que se aparece al hombre durante los últimos días pero que está oculto en medio de él. Reside entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y el fuego llameante, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no ha de ser juzgada por Mis palabras, y ni una sola persona o cosa que no ha de ser purificada ardiendo en el fuego. Finalmente, todas las naciones serán benditas por Mis palabras, y también hechas pedazos por ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que soy el Salvador que ha vuelto, que soy el Dios Todopoderoso que conquista toda la humanidad, que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero en los últimos días también me convertiré en las llamas del sol que quema todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Esa es Mi obra de los últimos días. Adopté este nombre y poseo este carácter de forma que todas las personas puedan ver que soy un Dios justo, el sol ardiente, y el fuego llameante. Es así para que todos puedan adorarme, el único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy sólo el Dios de los israelitas, y no soy sólo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas a través de los cielos, la tierra y los mares.

de ‘El Salvador ya ha regresado en una “nube blanca”’ en “La Palabra manifestada en carne”

Sólo los que siguen las pisadas del Cordero hasta el final pueden obtener la bendición final, mientras que esas personas listas, que no son capaces de seguir hasta el final pero creen que han ganado todo, no pueden ser testigos de la aparición de Dios. Todos creen que son la persona más lista de la tierra e interrumpen el desarrollo continuo de la obra de Dios sin ninguna razón en lo absoluto, y parecen creer con absoluta certeza que Dios los llevará al cielo, ellos que “tienen la mayor lealtad a Dios, que siguen a Dios y acatan las palabras de Dios”. […] Los que no siguen hasta el final, que no mantienen el paso con la obra del Espíritu Santo, y que sólo se aferran a la antigua obra, no sólo han fallado en lograr la lealtad a Dios sino que, por el contrario, se han vuelto los que se oponen a Dios, se han vuelto los que la nueva era rechaza y que serán castigados. ¿Hay alguien más digno de compasión que ellos? Muchos hasta creen que todos los que rechazan la antigua ley y aceptan la nueva obra no tienen conciencia. Estas personas, que sólo hablan de la conciencia, y que no conocen la obra del Espíritu Santo, al final de cuentas sus propias conciencias les truncarán sus perspectivas. La obra de Dios no acata la doctrina, y aunque es Su propia obra, siendo Dios no se aferra a ella. Lo que se debe negar se niega, lo que se debe eliminar se elimina. Pero el hombre se coloca en enemistad contra Dios aferrándose a una parte pequeña de la obra de la gestión de Dios. ¿No es esto lo absurdo del hombre? ¿No es esto la ignorancia del hombre? Entre más tímidas sean las personas, y sean demasiado cautelosas porque tienen miedo de no obtener las bendiciones de Dios, más incapaces son de obtener mayores bendiciones y de recibir la bendición final. Aquellas personas que servilmente acatan la ley, todas demuestran la mayor lealtad hacia la ley, y entre más demuestren esa lealtad hacia la ley, más rebeldes son al oponerse a Dios. Porque ahora es la Era del Reino y no la Era de la Ley, y la obra de la actualidad no se puede mantener en contra de la obra del pasado y la obra del pasado no se puede comparar con la obra de la actualidad. La obra de Dios ha cambiado y la práctica del hombre también ha cambiado; no es aferrarse a la ley o llevar la cruz. Así, la lealtad de las personas hacia la ley y la cruz no ganará la aprobación de Dios.

de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

La obra que Dios hace difiere a través de las épocas. Si muestras gran obediencia en una fase, pero en la siguiente fase muestras menos o ninguna en absoluto, entonces Dios te desamparará. Si mantienes el paso con Dios mientras Él asciende este paso, entonces debes continuar manteniendo el paso cuando ascienda al siguiente. Sólo tales hombres son obedientes al Espíritu Santo.

de ‘Los verdaderamente obedientes seguramente serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Recuerda lo que siguió después de que los judíos clavasen a Jesús en la cruz hace 2.000 años. Los judíos fueron expulsados de Israel y huyeron a países alrededor del mundo. Muchos murieron asesinados, y toda la nación judía se vio sometida a una destrucción sin precedentes. Habían clavado a Dios en la cruz —cometieron un crimen atroz— y provocaron Su carácter. Se les hizo pagar por lo que hicieron, se les hizo cargar con las consecuencias de sus actos. Condenaron a Dios, lo rechazaron y, por tanto, sólo tenían un destino: ser castigados por Él. […]

Hoy, Dios ha regresado al mundo para realizar Su obra. […]

La obra de Dios es como las olas que crecen con fuerza. Nadie puede detenerlo, y nadie puede parar Sus pasos. Sólo aquellos que escuchan Sus palabras con atención, y que lo buscan y tienen sed de Él, pueden seguir Sus huellas y recibir Su promesa. Aquellos que no, sufrirán un desastre abrumador y un castigo merecido.

de ‘Dios preside el destino de toda la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”

La obra de Dios no espera a nadie. Su salvación no es como un pedazo de basura para ser dispuesta al azar sobre cualquier persona. Más bien está dirigida, con objetivo y por elección. Si no sabes estimarla, entonces las únicas cosas que te esperan serán el juicio y el castigo justos de Dios. Dios trata a todas las personas justamente; no importa tu edad, qué tan superior seas o incluso cuánto sufrimiento hayas pasado, el carácter justo de Dios está sin cambios para siempre a pesar de estas cosas. Dios no trata a nadie con alta estima ni tampoco favorece a nadie. Su actitud hacia las personas se basa en si pueden o no aceptar la verdad y si pueden aceptar Su nueva obra renunciando a todas las cosas. Si puedes recibir Su nueva obra y recibir la verdad que Él expresa, entonces serás capaz de obtener la salvación de Dios. Si estás orgulloso de tu estatus de veterano y alardeas de tu antigüedad, imponiéndole términos a Dios, entonces serás rechazado de la salvación de Dios. Al igual que los judíos que no pudieron aceptar a Jesucristo sino que sólo esperaban al Mesías, lo que al final les sucedió fue las maldiciones y la ira de Dios; esto es un hecho que está ahí para que todos lo vean.

de ‘Epílogo’ en “Ejemplos clásicos de castigo por resistirse a Dios Todopoderoso (290 de más de 10.000)”

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.


miércoles, 3 de junio de 2020

Explicación del Mateo 24:36: El verdadero significado de "Pero de aquel día y hora nadie sabe"


Explicación del Mateo 24:36: El verdadero significado de "Pero de aquel día y hora nadie sabe"

Con respecto a la venida del Señor en los últimos días, el Señor Jesús profetizó así: “Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Marcos 13:32). Fue el Señor quien nos dijo que nadie sabía qué decir cuando vino el Señor. ¿Acaso la verdad es realmente así? Si nadie supiera el regreso el Señor, entonces ¿cómo se cumplirían lo que el Señor dijo, “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.»” (Mateo 25:6)? A partir de esto, se puede ver que este punto de vista no se ajusta a la voluntad del Señor. Pues, ¿a qué se refiere esta profecía dicha por el Señor Jesús? ¿Qué el significado verdadero contiene dentro? Lea el siguiente artículo para buscar la respuesta.

Scripture quotations taken from LBLA . Copyright by The Lockman Foundation.


¿A veces pensamos que la biblia es misteriosa y no es fácil de leer? ¡No te preocupes! Haga clic en WhatsApp para contactarnos, vamos a discutir y comunicarse juntos sobre cómo leer la biblia.

domingo, 31 de mayo de 2020

Las diferencias entre el camino del arrepentimiento y el camino de la vida eterna

Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48).
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13).
No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).
Las palabras relevantes de Dios:
Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida.
de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne

sábado, 30 de mayo de 2020

¿Por qué el mundo religioso siempre se opone a la nueva obra de Dios y la condena ferozmente?

Las dos veces que Dios se ha encarnado para caminar por la tierra y llevar a cabo la obra de salvar al hombre ha sido objeto de la máxima resistencia, la condena y la feroz persecución de los líderes del mundo religioso, un hecho que ha dejado perpleja y hasta conmocionada a la gente: ¿Por qué cada vez que Dios despliega una etapa de una nueva obra recibe siempre este trato? ¿Por qué los que se oponen a Dios de forma más feroz y agresiva son los líderes religiosos que leen la Biblia una y otra vez y han servido a Dios muchos años? ¿Por qué aquellos líderes religiosos que la gente considera los más devotos, fieles y obedientes a Dios son en realidad incapaces de ser compatibles con Él y, por el contrario, siempre actúan de forma perversa y son Sus enemigos? ¿Quizá Dios cometió algún error en Su obra? ¿Quizá las acciones de Dios no se atienen a razones? ¡Por supuesto que no es así! Hay dos razones fundamentales por las que varias denominaciones y sectas tienen personas que cumplen la función de oponerse a Dios y convertirse en Sus enemigos, y las mismas son: en primer lugar, además de carecer de la verdad y de conocimiento de la obra del Espíritu Santo, estas personas tampoco tienen conocimiento de Dios, siempre se amparan en su conocimiento limitado de la Biblia, en las teorías teológicas y en las nociones y fantasías de la gente para definir la obra de Dios, que siempre es nueva y nunca vieja. En segundo lugar, puesto que la humanidad está profundamente corrompida por Satanás, tiene una naturaleza arrogante y engreída, es incapaz de obedecer la verdad y valora, sobre todo, el estatus. La combinación de estos dos aspectos conduce a la tragedia de la humanidad, que renuncia al camino verdadero y lo condena una y otra vez a lo largo de la historia.

viernes, 29 de mayo de 2020

Prédica cristiana escrita 2020: Cómo diferenciar al verdadero Cristo de los falsos cristos


Prédica cristiana escrita 2020: Cómo diferenciar al verdadero Cristo de los falsos cristos

En la actualidad están teniendo lugar todo tipo de desastres y las profecías bíblicas de la venida del Señor se han cumplido en su mayor parte. Muchos hermanos y hermanas sienten en su corazón que el Señor puede haber regresado y todos ellos están buscándole. No obstante, hay muchos que piensan en estos versículos de la Biblia: “Entonces si alguno os dice: ‘Mirad, aquí está el Cristo’, o ‘Allí está’, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:23-24). Aunque escuchen a alguien dar testimonio de que el Señor ha regresado, no buscan ni investigan esta afirmación, sino que siguen al mundo religioso y se aferran a la noción de que “cualquier mensaje que predique que el Señor ha regresado en la carne es falso”. Si hacemos esto, ¿podremos recibir el regreso del Señor? El Señor Jesús profetizó muchas veces que regresaría, así que si interpretásemos Sus palabras como que cualquier mensaje que predique que el Señor ha regresado en la carne es falso, ¿no estaríamos entonces rechazando el regreso del Señor? Así estaríamos oponiéndonos a Dios y esto sería un grave error sin duda. Cuando se trata de esperar el regreso del Señor, no podemos quedarnos en un estado de cautela pasiva, ya que así nos perderemos el regreso del Señor. Para recibirle debemos tratar de escuchar la voz de Dios de manera activa, como dice la Biblia: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). El Libro del Apocalipsis también profetizó lo siguiente: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20), y “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). La voluntad del Señor es que estemos atentos y nos concentremos en escuchar la voz de Dios. En el momento en que alguien testifique que el Señor ha regresado, debemos ser las vírgenes prudentes que buscan activamente la voz del Señor, porque solo de este modo podremos recibirle. Si todo lo que hacemos es protegernos de los falsos cristos y acabamos cerrándole las puertas al Señor también cuando regrese, ¿no sería como dejar de comer completamente por miedo a ahogarnos? ¿Y entonces no seríamos como las vírgenes insensatas sin poder recibir al Señor, abandonados y descartados? Las ovejas de Dios escuchan Su voz. Los que de verdad tienen calibre y discernimiento escucharán la voz de Dios y pueden buscar la verdad y diferenciar al verdadero Cristo de los falsos cristos. No serán engañados por estos últimos. Por tanto, lo que deberíamos entender ahora, más que nada, es cómo diferenciar al Cristo verdadero de los falsos cristos. Esta es la única manera de protegernos de los engaños de los falsos cristos y de poder recibir el regreso del Señor. Las palabras siguientes tratan de este aspecto de la verdad.
La primera manera de diferenciar entre el verdadero Cristo y los falsos cristos: reconocer que Cristo es el camino verdadero y la vida
Para averiguar si alguien es el verdadero Cristo o un falso cristo, debemos investigar si puede expresar la verdad y llevar a cabo la obra de la salvación del hombre. Dios dice: “Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su esencia, y Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su expresión. Haciéndose carne, Dios traerá la obra que debe hacer, y haciéndose carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida, y de mostrarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios seguramente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Para investigar si es la carne encarnada de Dios, el hombre debe determinarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, para corroborar si es o no la carne encarnada de Dios y si es o no el camino verdadero, la persona debe discernir basándose en Su esencia. Y, así, a la hora de determinar si se trata de la carne de Dios encarnado, la clave yace en Su esencia (Su obra, Sus declaraciones, Su carácter y muchos otros aspectos), en lugar de fijarse en Su apariencia exterior. Si el hombre sólo ve Su apariencia exterior, y pasa por alto Su esencia, demostrará la ignorancia y la ingenuidad del hombre” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). “El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, sino también es la carne particular asumida por Dios a medida que cumple y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no es una que cualquier hombre pueda reemplazar, sino una que pueda adecuadamente llevar la obra de Dios en la tierra y expresar el carácter de Dios y representar bien a Dios y proveer al hombre con la vida. Tarde o temprano, aquellos que suplantan a Cristo caerán porque, aunque afirman ser Cristo, no poseen nada de la esencia de Cristo. Y así digo que la autenticidad de Cristo, el hombre no la puede definir, sino que Dios mismo la contesta y la decide” (‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”).
Las palabras de Dios dicen de manera muy clara que solo Dios encarnado puede ser llamado Cristo. Él es el Espíritu de Dios hecho carne, es decir, lo que Dios es y tiene, el carácter de Dios y Su sabiduría manifestados en la carne. Cristo está dotado de la esencia divina, es la verdad encarnada. Puede expresar la verdad para guiar y mantener al hombre en cualquier momento y en cualquier lugar, y solo Cristo puede llevar a cabo la obra de la redención y la salvación de la humanidad. Este hecho es indiscutible. Por ejemplo, el Señor Jesús era Cristo encarnado, fue capaz de expresar la verdad en cualquier momento y en cualquier lugar, trajo el camino del arrepentimiento al hombre y lo libró de las restricciones de las leyes. El Señor también nos dio algunos requisitos para que pudiésemos entender cómo amar y perdonar a los demás, y para poder tomar nuestros pecados sobre Sí mismo fue crucificado personalmente. Toda la obra que llevó a cabo el Señor Jesús y todas las palabras que expresó, así como Su amor y misericordia por la humanidad, eran cosas que ningún hombre podría haber conseguido nunca y que representan por completo la identidad de Dios.
Por el contrario, los falsos cristos son espíritus malignos y demonios en esencia. En ellos no se encuentra ni un ápice de verdad y son aún menos capaces de expresar la verdad. La mayoría son extremadamente arrogantes y absurdos. Saben que la gente idolatra el conocimiento bíblico y por eso utilizan esta mentalidad para malinterpretar la Biblia, sacar versículos de su contexto y producir todo tipo de teorías absurdas para engañar a la gente. Sus palabras no solo son incapaces de producir ninguna transformación en el carácter de las personas o de permitirles conocer a Dios, sino que también hacen que sus espíritus se oscurezcan y depriman. No se atreven a hacer públicas sus palabras para que toda la humanidad las busque e investigue, sino que solo pueden engañar en secreto a un puñado de personas sin sentido crítico. Por tanto, para diferenciar entre el verdadero Cristo y los falsos cristos, primero debemos entender su esencia; solo el Cristo que está dotado de la esencia divina puede expresar la verdad y mantener a la humanidad, mientras que los que no tienen la esencia divina no pueden hacerlo por mucho conocimiento que tengan o por muy competentes que sean. Los espíritus malignos y los demonios son aún menos capaces de expresar la verdad o llevar a cabo la obra de la salvación del hombre. Todo lo que pueden hacer es engañar y corromper a la gente. Por consiguiente, está claro que, para diferenciar entre el verdadero Cristo y los falsos cristos, debemos reconocer que Cristo es la verdad, el camino y la vida. Tal y como dijo el Señor Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). “Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va” (Apocalipsis 14:4).

La segunda manera de diferenciar entre el verdadero Cristo y los falsos cristos: la obra de Dios es siempre nueva y no vieja, y no repite Su obra

Como todos sabemos, Dios es siempre nuevo y nunca viejo y no repite Su obra. Por tanto, podemos utilizar esta característica para distinguir entre el verdadero Cristo y los falsos cristos. Primero, leamos un pasaje de las palabras de Dios: “Si durante la época actual emerge una persona capaz de exhibir señales y maravillas, echar fuera demonios, sanar a los enfermos y llevar a cabo muchos milagros, y si esta persona declara ser Jesús que ha venido, sería la falsificación por parte de espíritus malos y su imitación de Jesús. ¡Recuerda esto! Dios no repite la misma obra. La etapa de la obra de Jesús ya ha sido completada, y Dios nunca más la acometerá. […] Si durante los últimos días, Dios siguiera exhibiendo señales y maravillas, echara fuera demonios y sanara a los enfermos —si hiciera exactamente lo mismo que Jesús—, Dios estaría repitiendo la misma obra, y la de Jesús no tendría significado ni valor. Así pues, Dios lleva a cabo una etapa de la obra en cada era. Una vez completada cada etapa de la obra, los espíritus malignos la imitan pronto, y después de que Satanás empiece a pisarle los talones a Dios, este cambia a un método diferente. Una vez que Dios ha completado una etapa de Su obra, los espíritus malignos la imitan. Debéis tener claro esto” (‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”).
A través de las palabras de Dios podemos ver que Dios es nuevo y nunca viejo y que nunca repite Su obra. Cada vez que Dios hace una obra, empieza una nueva era y concluye la anterior, dando lugar a una fase de obra nueva y más elevada. Por ejemplo, Jehová Dios completó la obra de la Era de la Ley que proclamaba las leyes y los mandamientos y dirigía la vida de los hombres. Cuando el Señor Jesús vino a hacer Su obra, no repitió la obra que había antes, sino que terminó la Era de la Ley e inició la Era de la Gracia e hizo la obra de la salvación del hombre y del perdón de los pecados. Solo Dios mismo podría haber hecho esta obra. Sin embargo, como los falsos cristos no tienen la esencia de Dios, son incapaces de hacer la obra de Dios y aún menos de hacer la obra de comenzar una nueva era y poner fin a una era antigua. Todo lo que pueden hacer es ir dos pasos detrás de la obra de Dios, imitando el tono del discurso de Dios y Sus palabras, e imitando la obra que Dios ha hecho en el pasado. Muestran algunas señales y prodigios simples y fingen ser Dios para engañar a la gente. Además, los falsos cristos no tienen autoridad. Por mucho que intenten imitar al Señor, nunca podrán hacer las señales y prodigios que el Señor Jesús manifestó, como alimentar a los cinco mil con dos peces y cinco panes y resucitar a Lázaro. Lo que esto significa es que, en los últimos días, Dios no repetirá en absoluto la obra que hizo el Señor Jesús anteriormente, y todos lo que imiten la obra de Dios en los últimos días, los que muestren unas pocas señales y prodigios simples, sanen a los enfermos y expulsen demonios para engañar a la gente, son definitivamente espíritus malignos disfrazados: son falsos cristos. Por eso el Señor Jesús nos advirtió: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24).
Estas palabras nos muestran que solo Cristo tiene la esencia de la vida de Dios, y que solo Cristo puede expresar la verdad y mantener la vida de las personas. Cuando los que aman la verdad y están sedientos de ella escuchan la palabra de Dios, esta los atrae y los conquista. Estas personas pertenecen a Dios y pueden entender la voz de Dios y reconocer a Cristo como Dios mismo. Pedro, Juan y los demás discípulos, por ejemplo, reconocieron que el Señor Jesús era el Mesías regresado a través de Sus palabras, y así, uno a uno, empezaron a seguirle. Dios Todopoderoso ha venido ahora en los últimos días y, empezando con la casa de Dios, lleva a cabo la obra del juicio y expresa todas las verdades para salvar a la humanidad, revela el misterio de la obra de gestión de seis mil años de Dios completamente y expone la naturaleza y esencia satánicas del hombre, para que pueda llegar a conocer la verdad de su corrupción y tener una senda que conduzca a una transformación en su carácter. Dios Todopoderoso también nos enseña a poner en práctica las palabras de Dios, a vivir con humanidad normal, además de muchas otras cosas, y todas ellas en conjunto son el camino de la vida eterna. La obra de la salvación de la humanidad desempeñada por Dios Todopoderoso es la obra de Dios mismo, que cumple precisamente con las siguientes profecías de la Biblia: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo” (Juan 12:47).
El libro de las palabras expresadas por Dios Todopoderoso titulado “La Palabra manifestada en carne” se ha publicado en la red para que los amantes de la verdad en todo el mundo puedan buscar e investigarla. Muchas personas que anhelan la aparición de Dios han leído las palabras expresadas por Dios Todopoderoso y las han reconocido como la voz de Dios, y así han llegado a tener la certeza de que Dios Todopoderoso es el Señor regresado en los últimos días. Uno por uno, siguen las huellas del Cordero y vuelven ante el trono de Dios. Esto es íntegramente el resultado de la obra de Dios mismo, que cumple por completo esta profecía de Isaías capítulo 2, versículo 2: “Y acontecerá en los últimos días, que la montaña de la casa de Jehová será establecida en lo alto de las montañas y será exaltada sobre los collados; y todas las naciones irán a él”.* Es obvio que, al recibir al Señor, lo esencial es concentrarse en escuchar la voz de Dios y reconocer a Cristo como la verdad, el camino y la vida. Debemos buscar e investigar cuando escuchemos que algún lugar tiene las declaraciones de Dios o que alguien está predicando el regreso del Señor. Si seguimos teniendo miedo de ser engañados por los falsos cristos y no bajamos la guardia, si no nos atrevemos a buscar o investigar y nos negamos a aceptar la salvación de Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, ¿no seríamos entonces extremadamente insensatos? Si hiciéramos eso, ¡perderíamos para siempre la salvación de Dios de los últimos días!
Some Scriptures taken from www.LBLA.com. Copyright by The Lockman Foundation

martes, 19 de mayo de 2020

He dado la bienvenida al regreso del Señor

El invierno de 2010 en Estados Unidos me dejó con una sensación gélida. Además del intenso frío, del viento y la nieve, lo peor era que mi corazón parecía haber sido invadido por una especie de “ola de frío”. Para los que trabajamos en el negocio de decoración de interiores, el invierno es la época más difícil del año, pues desde que empieza hay muy poco trabajo. Incluso corremos el riesgo de perder nuestros empleos. Aquel fue mi primer año en los Estados Unidos, era un recién llegado y todo me resultaba desconocido. No era fácil alquilar un apartamento ni encontrar trabajo, y mis días estaban llenos de dificultades. La situación se puso tan mal que tuve que pedir dinero prestado para pagar el alquiler de mi apartamento. Ante aquello, me puse melancólico y sentí que mi vida era realmente difícil de soportar. Por la noche me enfrentaba a la frialdad de las cuatro paredes, me sentía tan triste que solo quería llorar. Un día, mientras vagaba sumido en mi tristeza y ansiedad, una persona que estaba difundiendo el evangelio del Señor Jesús me dio una tarjeta y me dijo: “El Señor Jesús te ama. Hermano, ven a nuestra iglesia y escucha el evangelio del Señor”. Pensé para mis adentros: “Supongo que no tengo nada que hacer ahora mismo, así que no hace mal a nadie si entro a escuchar esto. Podría hacerlo, ¿por qué no?”. Entonces, entré en la iglesia. Escuché al pastor leer en voz alta algo que el Señor Jesús había dicho: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Cuando escuché aquello, me sentí profundamente conmovido por el amor del Señor. No puedo explicar claramente lo que sentí, pero me parecía que el amor del Señor era real, y que superaba a cualquier otro que se pudiera hallar en el mundo. Mi corazón, lleno de dolor, se sintió muy consolado. A consecuencia de ello, decidí poner toda mi confianza en el Señor Jesús. Después, empecé a participar con entusiasmo en las reuniones de cada domingo y, debido a mi apasionada búsqueda, me convertí rápidamente en colaborador de la obra de la iglesia.
Tras servir en la iglesia durante dos años, cada vez percibía menos la presencia del Señor. No me sentía esclarecido cuando leía la Biblia ni conmovido cuando oraba, y no me parecía que obtuviera nada al asistir a las reuniones. Además, veía que todos en la iglesia vivían una vida en la que pecaban de día para luego confesarse de noche y que todos, ya fueran pastores, ancianos o creyentes comunes, estaban atados por el pecado, participaban en disputas por celos, conspiraban entre sí para formar facciones, luchaban por fama y ganancias y codiciaban cosas mundanas. Cada vez se cometían más actos ilícitos de todo tipo. También noté que la gente, la sociedad en general, se volvía más depravada, malvada y egoísta cada día que pasaba, y que estaban ocurriendo desastres en todo el mundo: constantemente se desencadenaban terremotos, hambrunas y epidemias. Señales de todo tipo que dejaban claro que los últimos días habían llegado y el Señor Jesús volvería pronto. Los pastores y los ancianos a menudo nos predicaban acerca de estos versículos bíblicos: “Entonces si alguno os dice: ‘Mirad, aquí está el Cristo’, o ‘Allí está’, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:23-24). En sus sermones, afirmaban con imprudencia que aparecerían falsos Cristos en los últimos días, y nos dijeron que en ningún caso debíamos escuchar las predicaciones de gente desconocida. Incluso decían que, quitando los de nuestra iglesia, los creyentes de otras denominaciones estaban equivocados, y que debíamos cuidarnos y ser prudentes respecto a otras personas para no dejarnos engañar y terminar siguiendo el camino equivocado. Como a menudo oía a los pastores predicar de esta manera, me dije: “No debo desviarme del camino en este momento crucial de la inminente llegada del Señor, y debo asegurarme de mantener mi fe en Él”.

lunes, 18 de mayo de 2020

profecías de Jesucristo sobre el Hijo del Hombre de los últimos días

El Señor Jesús mismo profetizó que Dios se encarnaría en los últimos días y aparecería como el Hijo del Hombre para llevar a cabo Su obra
Versículos bíblicos como referencia:
Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis (Lucas 12:40).
Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre (Mateo 24:37).
Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre (Mateo 24:27).
Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación (Lucas 17:24-25).
Pero a medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo” (Mateo 25:6).
He aquí, vengo como ladrón (Apocalipsis 16:15).
Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti (Apocalipsis 3:3).
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo (Apocalipsis 3:20).
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias (Apocalipsis 2:7).
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir (Juan 16:12-13).

sábado, 16 de mayo de 2020

Las creencias básicas de la Iglesia de Dios Todopoderoso


(1) Los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso
Los principios del cristianismo tienen su origen en la Biblia y los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso tienen su origen en todas las verdades que Dios ha expresado desde los tiempos de la creación durante la obra de la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino. Es decir, el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y la Biblia de la Era del Reino, “La Palabra manifestada en carne”, expresada por el Señor Jesús retornado de los últimos días, Dios Todopoderoso, son las creencias básicas y los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso. El Antiguo Testamento registra la obra de Jehová Dios de decretar leyes y mandamientos y guiar la vida del hombre durante la Era de la Ley; el Nuevo Testamento registra la obra de redención llevada a cabo por el Señor Jesús durante la Era de la Gracia, y “La Palabra manifestada en carne” recoge todas las verdades para la purificación y salvación de la humanidad expresadas por Dios Todopoderoso durante la Era del Reino, así como un relato de la obra de juicio de Dios durante los últimos días. La verdadera Biblia es la totalidad de las declaraciones de Dios durante las tres etapas de la obra, y las creencias fundamentales de la Iglesia de Dios Todopoderoso son todas las declaraciones de Dios durante las tres etapas de la obra; es decir, todas las verdades expresadas por Dios durante estas tres etapas de la obra. Las tres Sagradas Escrituras son las creencias básicas y los principios de la Iglesia de Dios Todopoderoso.

viernes, 15 de mayo de 2020

¿Tiene Dios un género específico? Os descubro una nueva interpretación

Por fin se revela el misterio de “el Padre y el Hijo”
Aunque había llegado a entender esta verdad, seguía sin tener del todo claro por qué Dios se había encarnado en una mujer en los últimos días, por lo que pregunté: “Hermano, Mateo 3:17 relata que, cuando el Señor Jesús fue bautizado, una voz de los cielos dijo: ‘Este es mi Hijo amado en quien me he complacido’. Además, cuando el Señor Jesús oraba, llamaba Padre al Dios del cielo. ‘Padre’ e ‘Hijo’ son del género masculino, lo que demuestra que Dios es masculino. Entonces, ¿cómo puede regresar el Señor Jesús en forma de mujer? Como no lo entiendo, me pregunto si tú podrías hablarme de ello”.

jueves, 14 de mayo de 2020

¿Por qué prospera cada vez más la Iglesia de Dios Todopoderoso mientras las iglesias de la Era de la Gracia están tan desiertas?

La respuesta de la palabra de Dios:
La expresión más clara de la obra del Espíritu Santo es abrazar el aquí y el ahora, no aferrarse al pasado. Los que no han mantenido el ritmo con la obra de la actualidad, y que se han separado de la práctica de la actualidad, son los que se oponen y no aceptan la obra del Espíritu Santo. Tales personas desafían la obra presente de Dios. Aunque se aferran a la luz del pasado, esto no quiere decir que sea posible negar que no conozcan la obra del Espíritu Santo. […] Si el hombre se queda atrapado en una etapa, entonces esto prueba que es incapaz de mantener el paso con la obra de Dios y la nueva luz; no prueba que el plan de la gestión de Dios no haya cambiado. Los que están fuera de la corriente del Espíritu Santo siempre piensan que están bien pero, de hecho, la obra de Dios en ellos cesó hace mucho tiempo y la obra del Espíritu Santo está completamente ausente en ellos. La obra de Dios hace mucho que se transfirió a otro grupo de personas, un grupo en quien Él pretende completar Su nueva obra. Ya que los que están en la religión no pueden aceptar la nueva obra de Dios, y sólo se aferran a la antigua obra del pasado, Dios ha abandonado a estas personas y hace Su nueva obra en las personas que aceptan esta nueva obra. Estas son personas que cooperan en Su nueva obra y sólo de esta manera se puede lograr Su gestión. La gestión de Dios siempre está avanzando y la práctica del hombre siempre está ascendiendo más alto. Dios siempre está obrando y el hombre siempre tiene necesidad, de tal manera que ambos alcanzan su cenit; Dios y el hombre están en completa unión. Esta es la expresión de la consecución de la obra de Dios y es el resultado final de toda la gestión de Dios.

miércoles, 13 de mayo de 2020

El primer principio para discernir entre el verdadero Cristo y los falsos Cristos es por medio de las obras que hacen



El Señor Jesús dijo: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24). Las palabras del Señor Jesús nos indican que métodos principales de falsos Cristos y profetas para engañar al pueblo elegido de Dios es a través de señales y maravillas. Esta es la mayor manifestación del engaño de los falsos Cristos. A continuación, vamos a leer un pasaje de la Palabra de Dios Todopoderoso para que entendamos mejor.

lunes, 11 de mayo de 2020

Cómo orar a Dios correctamente | ¿Qué es la verdadera oración?



Cómo orar a Dios correctamente | ¿Qué es la verdadera oración?
La Palabra de Dios dice: “¿Qué significa orar realmente? Quiere decir hablar con Dios las palabras que están dentro de tu corazón y tener comunión con Dios después de que comprendiste Su voluntad, basándote en Sus palabras; quiere decir sentirte particularmente cerca de Dios, sentir que Él está enfrente de ti y que tienes algo que decirle; y quiere decir estar especialmente radiante dentro de tu corazón y sentir que Dios es especialmente precioso. Te sentirás especialmente inspirado y, después de escuchar tus palabras, los hermanos y hermanas se sentirán complacidos, sentirán que las palabras que hablas son las que están dentro de sus corazones, las que quieren pronunciar, y que lo que dices representa lo que ellos quieren decir. Esto es lo que significa orar verdaderamente. Después de que has orado verdaderamente, te sentirás en paz y complacido en tu corazón; la fuerza para amar a Dios crecerá y sentirás que nada en toda tu vida es más valioso o significativo que amar a Dios, y todo esto probará que tus oraciones han sido efectivas”.

sábado, 9 de mayo de 2020

Estudio bíblico sobre la segunda venida de Cristo


Estudio bíblico sobre la segunda venida de Cristo
Hace poco tuve la impresión de que leer la Biblia se hacía cada vez más aburrido y tedioso: no había nada de luz en ella. Aunque seguí orando todos los días, no producía ningún efecto en mí, y nada conmovía mi espíritu; era como si el Señor estuviera ocultándome Su rostro y no me prestara atención. Sin embargo, mientras me estaba planteando dejar de leer la Biblia, me asusté. Durante los últimos diez años, mi deseo más grande había sido arrebatado al reino de los cielos por el Señor, cuando Este regresase. Yo temía que si dejaba de leer la Biblia, mi relación con el Señor se rompería por completo y que cuando Él regresase, me abandonaría.

viernes, 8 de mayo de 2020

La Biblia predice que hay dos maneras del regreso del Señor


Hablando de cómo vendrá el Señor en los últimos días, muchos creyentes según lo que la Biblia dicen: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11), pensando que el Señor descenderá en una nube para llevar a los creyentes al reino de los cielos. ¿Es correcto nuestro punto de vista? ¿Nos recogerá el Señor en nubes como pensamos? Si es así, ¿por qué no hemos visto al Señor que desciende en una nube hasta ahora? ¿Vendrá el Señor de otra manera?
Cuando buscamos en la Biblia, la Biblia predice que hay dos maneras del regreso del Señor:
1. Descienderá públicamente con las nubes
“[...] y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).
“He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén” (Apocalipsis 1:7).
Esta es la forma de la venida del Señor de que la mayoría de nosotros creemos.
2. descenso en secreto
“He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15).
“Por tanto, si no velas, vendré como ladrón” (Apocalipsis 3:3).
“Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Marcos 13:32).
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
Esta es la forma de la venida del Señor de que la mayoría de nosotros ignoramos.
Se menciona en estos versículos que el Señor viene como “un ladrón”, lo que significa que el Señor viene en silencio y en secreto. Si el Señor desciende sobre nubes y todas las personas lo verán, no se compara como un “ladrón”, y Él no estará a la puerta y llamará. Cuando hablando de esto, algunas personas pueden preguntar: La Biblia predice la venida pública del Señor y Su venida secreta. ¿Cómo pueden cumplirse estos dos tipos de profecía? Exploraremos este problema a la misma hora mañana, ¡así que estad atentos!
Además, hay muchas profecías en la Biblia que predicen que la venida del Señor será “el Hijo del hombre” y “La aparición del Hijo del hombre”. Por ejemplo: “Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis” (Lucas 12:40). “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25). La expresión “Hijo del hombre” se refiere a Aquel que nace de un ser humano y tiene una humanidad, tal como el Señor Jesús nació de María. Aunque Su apariencia era corriente y normal, Él era la carne encarnada de Dios y el Dios mismo que obraba en la tierra. Si el Señor desciende sobre una nube y se le aparece de manera espiritual a la gente, no se le puede llamar “Hijo del hombre”. Por ejemplo, Jehová Dios es Espíritu y por eso, Él no puede ser llamado “Hijo del hombre”. Un ángel también es un ser espiritual, por lo que no se le puede denominar “Hijo del hombre”. Aquel que tiene apariencia humana, pero está formado por un cuerpo espiritual no puede ser denominado “Hijo del hombre”. Y además, si el cuerpo espiritual aparece públicamente, todos serán temerosos y no se atreven a resistir, Dios no sufrirá ni será rechazado por el hombre. Solo cuando viene el Hijo del hombre encarnado, la gente no conoce Su verdadera identidad, lo trata como una persona común y se lo resiste confiando en varias nociones, así como los fariseos confiaron en sus nociones para condenar al Señor Jesús diciendo que Él no era el Mesías, esto también cumplió lo que dicen las Escrituras: “Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta 
generación”.

Hoy en día, los desastres como terremotos, plagas y hambrunas están ocurriendo con frecuencia, esto es la señal del fin del mundo que nos dice que el día del Señor ha llegado, el Señor ha regresado. ¿Cómo debemos recibir al Señor? Puede hacer clic en los siguientes datos de contacto para discutir y comunicarse con nosotros en línea, nuestros especialistas le responderán online.