¿Por qué el Señor Jesús obró en el día de reposo?
Jehová Dios requirió que el hombre observara el día de reposo
El Antiguo Testamento registra que Jehová Dios promulgó leyes y mandamientos para que el hombre obedeciera, uno de los cuales fue la observación del día de reposo. El cuarto mandamiento dice: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:8-11). Jehová Dios estableció el séptimo día de su creación como el día de reposo. En este día, los israelitas tuvieron que parar todo su obra para adorar a Dios, hacerle sacrificios y alabarlo con salterio y arpa. No podían salir de una manera casual o hacer una obra el día de reposo. Si la gente no observara el día de reposo, serían apedreados hasta la muerte; si los sacerdotes no observaran el día de reposo, serían quemados por el fuego celestial que Jehová Dios envió abajo. De estos, podemos ver que la observación del día de reposo debe mantenerse estrictamente.
El Señor Jesús obró en el día de reposo
Sabemos que Jehová Dios requirió que el hombre observara el día de reposo; por el contrario, en el registro de los Cuatro Evangelios en el Nuevo Testamento, vemos que el Señor Jesús no guardó el día de reposo cuando vino a hacer la obra. Por ejemplo, Mateo 12:1 registra: “Por aquel tiempo Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo; sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar espigas y a comer”. Lucas 14:1-5 también registra: “Y aconteció que cuando Jesús entró en casa de uno de los principales de los fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente. Y allí, frente a El, estaba un hombre hidrópico. Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no? Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió. Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey en un hoyo en día de reposo, y no lo saca inmediatamente?”. De estos versículos, se puede ver que cuando el Señor Jesús vino a obrar. Él no guardó el día de reposo. En el día de reposo, sanó a los pacientes; al llevar a sus discípulos a través del grano, no los reprendió por arrancar las mazorcas de maíz para comer. Aquí sabemos que el Señor Jesús abrió un nuevo camino para los israelitas que vivían bajo la ley.
¿Por qué el Señor Jesús obró en el día de reposo? ¿Cuál fue Su voluntad?
El Señor Jesús dijo: “Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (Mateo 12:8). Su obra en el día de reposo era para que la gente supiera que Dios es el Señor del día de reposo, y que todo depende de Dios. Él puede obrar en el templo y también afuera; Él puede emitir la ley y también abandonarla; Él puede usar a los profetas para transmitir Sus palabras, y también puede volverse carne como el Hijo del Hombre para redimir a la humanidad en persona; Él puede comenzar a obrar en Israel y luego difundir el evangelio de Su redención hasta los confines del universo… En Dios no hay reglas ni prohibiciones. Cuándo, cómo y dónde Él obra es vivir; Él hace lo que quiere hacer.
La obra del Señor Jesús en el día de reposo era para que las personas supieran que Él trajo un nuevo obra, y para sacarlos de los lazos y restricciones de la ley. Entonces ya no seguirían los decretos y las reglas, ni irían al templo a adorar a Dios. En cambio, podrían adorarlo en espíritu y sinceridad en cualquier momento y lugar, y disfrutar de la abundancia de la gracia que el Señor Jesús otorgó. De Sus palabras y obra, sabemos que el camino de Dios no está muerto sino vivo; Su camino no permanece inalterable. Dios es un Dios siempre nuevo y nunca viejo, por lo que siempre hace una obra nueva. El Señor Jesús está lleno de poder y autoridad. Su obra no está restringido por ninguna persona, materia o cosa, y no puede ser obstruido por ninguna fuerza hostil. Independientemente de cómo el gobierno romano y todo el judaísmo persiguieron, condenaron y perturbaron Su obra, Su evangelio redentor aún se extiende a todos los países del mundo. Ahora bien, ¿cómo interpretas este versículo, “Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”? (Mateo 12:8).
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
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