martes, 3 de julio de 2018

Alabanzas de adoración | "El símbolo del carácter de Dios" Alabar la grandeza de Dios


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Música cristiana | "El símbolo del carácter de Dios" Alabar la grandeza de Dios



I
El carácter de Dios contiene Su amor, Su consuelo
y Su odio, contiene Su absoluta comprensión de la humanidad.
El carácter de Dios,
el carácter de Dios es lo que el Soberano,
el Creador de la vida y la creación posee.
El carácter de Dios representa honra, nobleza y poder,
representa grandeza y supremacía.
El carácter de Dios.
Dios es por siempre supremo y digno,
y el hombre siempre es ruin e innoble.
Porque Dios siempre se dedica a la humanidad,
y el hombre toma y obra siempre para él mismo.
II
El carácter de Dios es el símbolo de la autoridad, de lo justo,
y de todo lo que es bueno y hermoso.
El carácter de Dios
simboliza que no hay fuerza hostil o tiniebla
que pueda atacar o reprimir a Dios.
Nada puede ni se le permite ofenderle.
El carácter de Dios es el signo del poder supremo.
El carácter de Dios.
Nadie puede o debe afectar Su obra o Su carácter.
Dios obra siempre para la existencia de la humanidad,
sin embargo el hombre nunca da nada a la luz ni a la justicia.
III
Por un tiempo el hombre puede obrar, pero no resiste un solo revés,
porque su labor siempre es para él, y no para los demás.
Dios es por siempre supremo y digno,
y el hombre siempre es ruin e innoble.
Porque Dios siempre se dedica a la humanidad,
y el hombre toma y obra siempre para él mismo.
El hombre siempre toma, Dios siempre da.
Dios es la fuente de todo lo justo, bueno y hermoso,
mientras que el hombre es el sucesor,
el que expresa toda la fealdad y el mal.
La justa esencia de Dios nunca cambiará.
Dios es por siempre supremo y digno,
y el hombre siempre es ruin e innoble.
Porque Dios siempre se dedica a la humanidad,
y el hombre toma y obra siempre para él mismo.
Dios obra siempre para la existencia de la humanidad,
sin embargo el hombre nunca da nada a la luz ni a la justicia.
Por un tiempo el hombre puede obrar, pero no resiste un solo revés,
porque su labor siempre es para él y no para los demás.
Dios es por siempre supremo y digno,
y el hombre siempre es ruin e innoble.
La noble y justa esencia de Dios nunca cambiará,
Él nunca cambiará Su esencia.
Pero en cualquier momento o lugar el hombre puede
traicionar la justicia, y alejarse de Dios.
De “La Palabra manifestada en carne”



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