El señor Wang es la persona más rica en nuestro jardín. Durante su juventud trabajó en el teatro del Condado. Posteriormente dejó su trabajo y se convirtió en jefe de restaurante con tendencias reformistas y ofrecía vacantes. Honesto y competente tuvo un don para los negocios, por lo tanto logró ganarse mucho dinero gracias a la asidua administración suya y de su esposa. Al expandirse su negocio se convirtió en director. Posteriormente estos funcionarios lo ascendieron y le dieron un título como miembro del Comité Regional. Se puede decir que ganó tanto fama como abundancia.
Cuando la hija del sr. Wang creció se casó con un hombre de su clase. Un año después el sr. Wang tuvo un nieto rechoncho y poco después su yerno se convirtió en director. Todas las personas de su medio decían: “¡Qué familia tan perfecta y envidiable!” Luego el sr. Wang vivió en una lujosa villa, conducía un hermoso auto y viajaba con su mujer y ahora él es una persona de más de 70 años, que ha estado harto de llevar una vida de lujos. Por lo tanto, él y su esposa salieron de la próspera ciudad y compraron una pequeña casa con dos dormitorios en nuestro patio viviendo así, una vida tranquila aquí. A menudo su nieto los visita y se divierten. Los ancianos en nuestro jardín estaban extremadamente envidiosos del sr Wang, mientras tanto él mismo dijo con una gran sonrisa: “Luego de haber visitado famosas montañas y lagos, de haber probado una gran cantidad de delicias viajé a China pero simplemente he deleitado mis ojos y he satisfacido mis papilas gustativas. De verdad les digo que este estilo de vida es en vano y no tiene sentido. No importa cuánta diversión haya tenido, tampoco cuánto haya disfrutado porque no pueden generar alegría y paz en mi corazón”. La mayoría de los ancianos debatían por lo bajo: “El rico come y bebe bien sin ganas de nada pero aun así sus vidas son infeliz. Más allá de que la gente sea joven o vieja, rica o pobre, ociosa o atareada, todos te dirán que están aburridos. ¿Qué clase de vida es exactamente la más feliz?” Uno de ellos respondió: “¿Qué más podemos hacer además de jugar a las cartas y charlar en grupo?”. Otro de ellos respondió: “solo podemos charlar sobre nosotros y esperar la muerte ¿no es así?”. El tercero preguntó: “¿Cómo es posible que la gente de hoy se sienta tan vacía y se aburra?”. En teoría ahora nuestras vidas se volvieron mejores y nos deberíamos sentir mejor pero ¿por qué no podemos sentir esta felicidad? El problema con aquello que debatían los ancianos es que también habita en cada uno de nosotros.
Cada vez que escucho hablar sobre el debate de aquellos ancianos mis recuerdos se despiertan. Al no presentarme ante Dios, a pesar de que mi vida material era rica, siempre tenía un indescriptible sentimiento de vacío en mi corazón, que me confundió sobre la vida. Luego de aceptar la obra de Dios de los últimos días, leí Sus palabras: “Y es que sin la dirección de Dios, por mucho que los gobernantes y sociólogos se devanen los sesos para preservar la civilización humana, todo es inútil. Nadie puede llenar el vacío en el corazón del hombre, porque nadie puede ser su vida, y ninguna teoría social puede liberarlo del vacío que lo aflige. Ciencia, conocimiento, libertad, democracia, ocio, comodidad, todas estas cosas no son sino un consuelo temporal. Incluso teniendo esto, el hombre pecará inevitablemente y se quejará de las injusticias de la sociedad. Estas cosas no pueden aliviar el anhelo y el deseo del hombre por explorar”. De estas palabras comprendí que: El motivo por el cual el hombre vive en vano e impotente es que perdemos la guía de Dios y Su suministro de vida. Pensamos de diferentes maneras. Cosas como el placer, el turismo, buena comida y cosas así en que gastar nuestras sensaciones de vacío, sin embargo, estas solo pueden traer placer temporal y después de todo nos seguiremos sintiendo vacíos. Haciendo una reflexión sobre la palabra de Dios. Observé que muchos dicen que la vida esta vacía e incluso escuche a los niños, que aún ni siquiera saben las vicisitudes de la vida, decir que están “aburridos” todo el día. Entonces ¿cómo podemos librarnos de ese vacío?
Continúe buscando la respuesta en la palabra de Dios y leí que Dios dijo: “La frase “el Hijo del Hombre es el Señor aún en el día de reposo” les dice a las personas que todo lo de Dios es inmaterial, y aunque Dios pueda suplir todas tus necesidades materiales, una vez satisfechas estas, ¿puede la satisfacción que proporcionan estas cosas sustituir tu búsqueda de la verdad? ¡Es evidente que no es posible! El carácter de Dios y lo que Él tiene y es, sobre los que hemos estado comunicando, son la verdad. No se pueden medir con el alto precio de los objetos materiales ni su valor se puede cuantificar con dinero, porque no es algo material y suple las necesidades del corazón de todas y cada una de las personas. Para cada persona, el valor de estas verdades intangibles debería ser mayor que el de cualquier cosa material que te parezca hermosa, ¿verdad? Esta declaración es algo a lo que tenéis que dedicarle tiempo. La idea clave de lo que he dicho es que lo que Dios tiene y es, y todo lo suyo, son los más importantes para cada persona y no pueden ser sustituidos por ningún objeto material. […] Para la humanidad, la verdad es algo de lo que no puede carecer en su vida, algo de lo que no puede pasarse; también podrías decir que es lo más grande. Aunque no puedas verlo ni tocarlo, no puedes ignorar la importancia que tiene para ti; es lo único que puede traer paz a tu corazón”. Por estas palabras me dí cuenta de que nuestro hambre físico puede ser resuelto con una comida pero no todos podemos alimentar a nuestro hambre espiritual. Porque hemos sido creados por Dios. Sin Su suministro de vida y Su liderazgo nunca obtendremos la verdadera paz. Haciendo memoria, después de aceptar la obra de Dios, entendí cómo se debe vivir y cómo debo perseguir mi valor y significado. Cuando más leo Su palabra, más comprendo la verdad. Subsecuentemente, mi alegría espiritual, estabilidad y paz han reemplazado esa clase de vacío indescriptible. De verdad me hizo sentir que: Sin la guía de Dios y el suministro de Sus palabras estamos incapaces de deshacernos de las vejaciones del vacío. Toma el ejemplo del sr. Wang. Con su negocio fluyendo y una vida exitosa tiene una familia harmoniosa, hace excursiones y disfruta diferentes tipos de manjares. El dinero y todos los beneficios de la carne solo pueden traerle una facilidad transitoria y gozo pero no le resuelve su vacío espiritual en lo más mínimo. Tal y como él dijo: “No tiene sentido este tipo de vida, todo está vacío”.
Me lleva a pensar ¿cuál es la verdadera abundancia de la vida del ser humano? Venimos a este mundo con las manos vacías y al poco tiempo nos iremos de la misma manera. La prosperidad, el dinero, las comodidades materiales, la fama y la posición en este mundo son cosas simplemente huecas que no podemos traer cuando nacemos o nos quitamos cuando morimos, que son evanescentes y sin valor. Como criatura, si él no sabe sobre el Creador no se dará cuenta del significado de su existencia y no comprenderá la verdad ni la vida de Dios. No importa cuánto dinero posea en este mundo, será la persona más necesitada. Esto será así, porque su corazón es pobre. Tal y como lo menciona la Biblia: “Porque dices: ‘Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad’; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo” (Apocalipsis 3:17).
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
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