martes, 10 de julio de 2018

La voluntad de Dios | En los pasos de la obra de Dios

En los pasos de la obra de Dios

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    Desde el exterior se diría que, en esta etapa actual, los pasos de la obra de Dios ya han terminado, que la humanidad ya ha experimentado el juicio, el castigo, los golpes y el refinamiento de Sus palabras, y que los hombres se han sometido a etapas como la prueba de los hacedores de servicio, el refinamiento de los tiempos de castigo, la prueba de la muerte, la prueba de los contrastes y los momentos de[a]amar a Dios. Aunque las personas han padecido un gran sufrimiento en cada paso, siguen sin haber entendido la voluntad de Dios. Lo mismo que con la prueba de los hacedores de servicio, las personas siguen sin tener claro asuntos como lo que han ganado y entendido de dicha prueba y el resultado que Dios quiso lograr a través de ella. Por la velocidad de la obra de Dios parece que, según el ritmo actual, las personas no pueden mantener el paso. En esto se puede percibir que Dios está revelando primero estos pasos de Su obra a la humanidad, y que Él no tiene necesariamente que llegar a un nivel que las personas puedan imaginar en ninguna de las etapas, sino que se sirve de esto para esclarecer un asunto. Para que Dios perfeccione a alguien con el fin de ganarlo de verdad, debe llevar a cabo los pasos descritos más arriba. El objetivo de realizar esta obra es que las personas vean qué etapas debe llevar a cabo Dios para perfeccionar a un grupo de personas. Así, visto desde afuera, los pasos de la obra de Dios se han completado, pero, en esencia, Él ha empezado oficialmente a perfeccionar a la humanidad. Esto es algo que las personas deberían ver con claridad: los pasos de Su obra se han completado, pero no así Su obra. Sin embargo, lo que las personas creen a partir de sus nociones es que las etapas de la obra de Dios se han revelado a la humanidad, y que eso indica, sin duda, que Su obra ha acabado. Esta forma de ver las cosas es totalmente errónea. La obra de Dios no está acorde con las nociones de las personas, sino que en todo momento es un contraataque contra estas, y los pasos de Su obra no concuerdan particularmente con las nociones de las personas; esto demuestra la sabiduría de Dios. En esto se puede ver que las nociones de las personas son entorpecedoras en todo momento, y que todo lo que las personas pueden imaginar son cosas a las que Dios quiere contraatacar. Esta es una perspectiva derivada de la experiencia real. Todas las personas piensan que Dios obra con mucha rapidez, y piensan que cuando siguen sin tener entendimiento, ofuscadas y confusas, la obra de Dios está terminada sin la gente saberlo. Cada paso de Su obra es así. La mayoría de las personas cree que Dios está jugando con ellas, pero la intención subyacente a la obra que Él realiza no es esa. Su método de trabajo es mediante la rumia, y obra primeramente desde un nivel general; a continuación entra en los detalles, que después los refina por completo. Esto toma a las personas por sorpresa. Todas ellas quieren engañar a Dios, y piensan que con limitarse a arreglárselas serán capaces de alcanzar un punto en el que puedan satisfacerlo; sin embargo, ¿cómo podría Dios quedar satisfecho, en realidad, por los intentos de la humanidad para apañárselas? Dios obra mediante el método de sorprender a las personas, y sin que lo esperen, para obtener los mayores resultados, para que ellas conozcan mejor Su sabiduría, y entiendan mejor Su justicia, Su majestad, y Su carácter al que no se puede ofender.


    Dios ha empezado ahora, oficialmente, a perfeccionar a las personas. Para ser completadas, ellas deben experimentar la revelación, el juicio y el castigo de las palabras de Dios, así como las pruebas y el refinamiento de Sus palabras (como la prueba de los hacedores de servicio). Además, las personas deben ser capaces de resistir a la prueba de la muerte. Es decir, quienes llevan verdaderamente a cabo la voluntad de Dios son capaces de emitir alabanza desde lo profundo de sus corazones, en medio del juicio, del castigo, y de las pruebas de Dios, tienen la capacidad de obedecerle por completo, y de renunciar a sí mismos, de amar por tanto a Dios con un corazón sincero, resuelto, y puro. Así es la persona completa, y también es la obra que Dios quiere realizar, y lo que Él quiere lograr. Las personas no pueden sacar conclusiones a la ligera sobre los métodos de trabajo de Dios; sólo pueden buscar la entrada en la vida. Este es el fundamento. No analices constantemente los métodos de trabajo de Dios; esto sólo obstaculizará tus expectativas futuras. ¿Cuánto has visto actualmente de Sus métodos de trabajo? ¿Cómo de obediente has sido? ¿Cuánto has ganado de cada método de trabajo? ¿Estás dispuesto a que Dios te perfeccione? ¿Estás preparado para ser una persona completa? Estas son las cosas que deberíais tener totalmente claras. Son cosas en las que deberíais entrar.

De "La Palabra manifestada en carne"
Nota al pie:
a. El texto original omite “los momentos de”.

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