Feng Jiahui creía en el Señor junto a sus padres desde que era joven. A los 18 años ingresó en la escuela seminario y a los 30 se convirtió en predicadora en una iglesia casera de Shanxi, China. Durante muchos años, Feng Jiahui mantuvo la firme creencia de que la Biblia fue inspirada por Dios y que debemos creer en Dios según la Biblia. Creía que Dios sólo dijo palabras en la Biblia y que apartarse de ella sería una herejía. La Biblia siempre había ocupado un lugar sagrado en su corazón, un lugar de autoridad suprema e insuperable. Sin embargo, su iglesia había comenzado a vaciarse poco a poco durante estos últimos años. Feng Jiahui y sus compañeros de obra comenzaron a sentir la oscuridad en sus espíritus y fueron incapaces de sentir la presencia del Señor entre ellos. Feng Jiahui invitó a predicadores de otras iglesias a ayudar a restaurar la iglesia, pero fue en vano. En una ocasión, el hermano Yuan, colaborador de Feng Jiahui, invitó a un testigo de la Iglesia de Dios Todopoderoso a venir a su iglesia. Cuando el testigo comunicó la verdad sobre la Biblia, todo lo que dijo fue muy práctico, claro, y los creyentes lo encontraron muy beneficioso para ellos. Sin embargo, Feng Jiahui continuó aferrándose a la Biblia, mantenía firmemente que la creencia en Dios debe estar basada en la Biblia, que apartarse de la Biblia era herejía. Más tarde, después de debatir bastante, Feng Jiahui entendió al fin la verdad interna de la Biblia y la verdadera sustancia de esta: la Biblia es simplemente un registro de las dos primeras etapas de la obra de Dios, no puede representar a Dios, y mucho menos hacer la obra de salvación de Dios para Él. Sólo Dios es la fuente de la vida para el hombre y sólo Él puede hacer la obra de salvar al hombre. Siendo así, los que creemos en Dios debemos seguir los pasos de Dios, sólo entonces podremos alcanzar el camino de la vida eterna. Al final, Feng Jiahui fue capaz de ir más allá de la Biblia, aceptar la obra de Dios de los últimos días y guiar a los creyentes de su iglesia para que volvieran ante Dios Todopoderoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario