viernes, 16 de noviembre de 2018

La palabra de Dios | Cómo deberías andar la última etapa de la senda

Estáis ahora en la última etapa de la senda, y esta es una parte crítica de ella. Quizás hayas soportado bastante sufrimiento, realizado mucha obra, viajado por muchos caminos, y escuchado muchos sermones, y no haya sido fácil llegar hasta aquí. Si no puedes soportar el sufrimiento que tienes delante de ti, y si continúas como lo hiciste en el pasado, no puedes ser perfeccionado. Esto no es para asustarte; es una realidad. Después de que Pedro experimentara bastante obra de Dios, ganó alguna percepción y mucho discernimiento. Él también entendió bastante del principio del servicio y, más adelante, fue capaz de dedicarse plenamente a lo que Jesús le confió. El gran refinamiento que recibió fue, en su mayor parte, porque en las cosas que hizo, él sentía que le debía demasiado a Dios, y nunca sería capaz de compensárselo; reconocía que la humanidad es muy corrupta, por lo que tenía una conciencia culpable. Jesús le había dicho muchas cosas y, en ese tiempo, él sólo tenía un poco de entendimiento. En ocasiones seguía desarrollando resistencia y rebeldía. Después de que Jesús fuera clavado en la cruz, por fin despertó un poco, y se sintió terriblemente culpable. Al final alcanzó un punto en el que se acongojaba cuando tenía una idea que no era correcta. Conocía muy bien su estado, y también la santidad del Señor. En consecuencia, en él creció aún más un corazón de amor por el Señor, y se centró más en su propia vida. Por esto, sufrió grandes dificultades, y aunque en ocasiones era como si padeciera una grave enfermedad, e incluso pareciera estar a las puertas de la muerte, después de ser refinado muchas veces de esta forma, tuvo mayor entendimiento de sí mismo, y sólo así desarrolló un amor genuino por el Señor. Podría decirse que toda su vida transcurrió en refinamiento y, más aún, en castigo. Su experiencia fue diferente de la de cualquier otra persona, y su amor superó al de cualquiera que no ha sido perfeccionado. La razón por la que fue seleccionado como modelo es que experimentó la mayor agonía en su vida, y sus experiencias fueron las más exitosas. Si sois realmente capaces de recorrer la última etapa de la senda como Pedro, no hay un solo ser creado que pueda quitaros vuestras bendiciones.


Pedro era un hombre de conciencia, era de ese tipo de humanidad. Al principio de seguir a Jesús, tampoco podía evitar tener muchas ideas de resistencia y rebeldía. Pero mientras estaba siguiendo a Jesús, no se tomó en serio estas cosas, y creía que las personas deberían ser de esa forma; por tanto, al principio no sentía culpa alguna ni fue tratado. Jesús no tomó en serio las reacciones que tuvo ni les prestó atención alguna. Simplemente prosiguió con la obra que se suponía que debía hacer. Nunca fue puntilloso con Pedro o sus hermanos. Podrías preguntar: “¿Será que Jesús no supo de estas ideas con las que ellos reaccionaron?”. ¡En absoluto! Era porque Él entendía realmente a Pedro; se podría afirmar que Él tenía un gran entendimiento respecto a él, que no tomó medida alguna en su contra. Él odiaba a los hombres, pero también se compadecía de ellos. ¿No hay muchas personas entre vosotros que se resisten ahora como Pablo, y que tienen muchas nociones como las que Pedro tuvo hacia el Señor Jesús en aquella época? Te lo digo: más te valdría no creer demasiado en tu tercer sentido. Tu sentimiento no es fiable, y la corrupción de Satanás lo destruyó totalmente hace mucho tiempo. ¿Piensas que tu sentimiento es absolutamente perfecto? Pablo se resistió muchas veces al Señor Jesús, pero Él no tuvo reacción alguna. ¿Será que Jesús era capaz de curar a los enfermos, y de echar fuera demonios, pero no de expulsar al “demonio” en Pablo? ¿Por qué razón fue sólo después de que Jesús resucitara, y ascendiera al cielo, mientras Pablo seguía arrestando cruelmente a Sus discípulos, cuando Jesús finalmente se le apareció en el camino a Damasco, y lo derribó? ¿Podría ser que el Señor Jesús reaccionó con demasiada lentitud? ¿O fue porque no tenía autoridad alguna en la carne? ¿Piensas que cuando eres secretamente destructivo y resistente a Mis espaldas, Yo no lo sé? ¿Acaso crees que el único esclarecimiento que tienes del Espíritu Santo puede usarse para resistirse a Mí? Cuando Pedro era inmaduro, desarrolló muchas ideas respecto a Jesús; ¿por qué no estaba sujeto, pues, a la culpa? Justo ahora, muchas personas están haciendo cosas sin culpa, e incluso cuando se les dice claramente que no están haciendo lo correcto, no escuchan. ¿No se debe esto por completo a la rebeldía del hombre? Yo he dicho mucho ahora, pero sigues careciendo hasta de una pizca de percepción de conciencia, por lo que ¿cómo serás capaz de recorrer la última etapa de la senda hasta su final? ¿No sientes que es un asunto monumental?

Después de haber sido conquistadas las personas, son capaces de obedecer la orquestación de Dios; son capaces de confiar en su fe y en su resolución de amar a Dios para seguirlo. Así pues, ¿cómo puede transitarse la última etapa de la senda? En tus días de experimentar la tribulación debes soportar todas las dificultades, y tener la determinación de sufrir; sólo así puedes afrontar bien esta etapa de la senda. ¿Te parece que es tan fácil tomarla? Deberíais saber qué función tendríais que cumplir, incrementar vuestro calibre y equiparos con la verdad adecuada. Esta no es la obra de uno o dos días; ¡no es tan simple como piensas! Recorrer la última etapa de la senda depende de la clase de fe y de resolución que tengas realmente. Quizás no puedes ver obrar al Espíritu Santo en ti, o no eres capaz de descubrir la obra del Espíritu Santo en la iglesia; por ello, eres pesimista, estás decepcionado y lleno de desesperación por el camino que tienes por delante. Esos antiguos y grandes guerreros, en particular, han caído todos; ¿no supone todo esto un golpe para ti? ¿Cómo deberías considerar estas cosas? ¿Tienes fe o no? ¿Entiendes plenamente la obra de hoy, o no? Estas cosas pueden determinar si eres o no capaz de recorrer bien la última etapa de la senda.

¿Por qué se dice que os encontráis ahora en la última etapa de la senda? Se debe a que entendéis todo lo que deberíais entender, y Yo os he dicho todo lo que las personas deberían lograr. Os he hablado, asimismo, de todo lo que se os ha confiado. Por tanto, lo que estáis transitando ahora es la última parte de la senda guiada por Mí. Yo sólo exijo que podáis alcanzar la capacidad de vivir de forma independiente, que sin importar cuándo, siempre tengas un camino que tomar, incrementes tu calibre como de costumbre, leas adecuadamente las palabras de Dios, y tengas una vida humana apropiada. Yo te estoy llevando ahora a vivir de esta forma, pero en el futuro ya no lo haré. ¿Seguirás siendo capaz de vivir así? ¿Seguirás siendo capaz de seguir adelante? Así fue la experiencia de Pedro. Cuando Jesús lo estaba guiando, él no tenía entendimiento; era siempre tan despreocupado como un niño, y no era serio con las cosas que hacía. Sólo después de que Jesús partiera empezó su vida humana apropiada. Su vida con sentido sólo comenzó cuando Jesús partió. Aunque él poseía algo de la razón de la humanidad normal y lo que una persona normal debería poseer, su verdadera experiencia y búsqueda no comenzaron de nuevo hasta que Jesús se marchó. ¿Cómo están las cosas para vosotros en este punto? Yo te estoy guiando ahora de esta forma, y te parece fabuloso. No te han sobrevenido entornos ni pruebas, pero de este modo no hay manera de ver qué clase de estatura tienes en realidad ni si eres verdaderamente alguien que busca la verdad. Con tu boca afirmas entender tu esencia, pero son palabras vacías. Más adelante, cuando los hechos caigan sobre ti, sólo entonces se verificará tu entendimiento. Aunque ahora tengas esta clase de entendimiento: “Yo entiendo que mi carne es muy corrupta, y la esencia de la carne de las personas consiste en rebelarse contra Dios, y resistirse a Él. Ser capaz de recibir el juicio y el castigo de Dios es todo elevación suya. Yo lo he entendido ahora, y estoy dispuesto a corresponder al amor de Dios”, lo cual es fácil de decir, más adelante, cuando experimentes tribulación, pruebas y sufrimiento, no será fácil experimentarlos. Seguís así cada día, pero todavía sois incapaces de proseguir con vuestra experiencia. Sería peor aún si Yo os dejara y no os prestara atención alguna; la mayoría de las personas caerán y se convertirán en una estatua de sal, símbolo de la vergüenza. Todas estas cosas son muy posibles. ¿No estás preocupado ni inquieto por esto? Pedro pasó por esta clase de entorno, y experimentó ese tipo de sufrimiento, pero se mantuvo firme. Si te vieras en ese entorno, ¿serías capaz de mantenerte firme? Las cosas que Jesús dijo y la obra que Él hizo mientras estaba en la tierra, le proporcionaron un fundamento a Pedro, y a partir de este recorrió su senda posterior. ¿Podéis alcanzar ese nivel? Las sendas que has recorrido con anterioridad y las verdades que has entendido ¿pueden convertirse en tu fundamento para mantenerte firme en el futuro? ¿Pueden trocarse en tu visión para mantenerte firme más adelante? Os diré la verdad: se podría decir que todo lo que las personas entienden actualmente son doctrinas. Y es que lo que ellas comprenden no es por completo cosas que han experimentado. Que hayas sido capaz de continuar hasta ahora se debe enteramente al liderazgo de la nueva luz. No es que tu estatura haya alcanzado un determinado nivel, sino que Mis palabras te han guiado hasta el día presente; no es que tú tengas una gran fe, sino que por la sabiduría de Mis palabras, no has podido evitar seguirme hasta aquí. Si Yo no fuera a hablar ahora, a hacer oír Mi voz, tú serías incapaz de ir y tu progreso cesaría de inmediato. ¿No es esta vuestra estatura actual? No tenéis ni idea de los aspectos desde los cuales entrar y en cuáles de ellos compensar aquello que os falta. No entendéis cómo vivir una vida humana con sentido, cómo corresponder al amor de Dios, o dar un testimonio fuerte y contundente. ¡No podéis lograr estas cosas en absoluto! ¡Sois perezosos y estúpidos! Lo único que podéis hacer es apoyaros en otra cosa, aquello en lo que os apoyáis es nueva luz, y en Aquel que está delante para guiaros. Que hayas sido capaz de persistir hasta hoy ha dependido enteramente de la nueva luz y de las declaraciones más recientes. No os parecéis en nada a Pedro, quien era hábil en buscar el camino verdadero ni a Job, quien era capaz de adorar a Jehová con devoción y creer que Él era Dios, sin importar cómo lo pusiera Jehová a prueba, o de si lo bendecía o no. ¿Eres capaz de hacer esto? ¿Cómo habéis sido conquistados? Un aspecto es el juicio, el castigo y la maldición, y otro los misterios que os conquistan. Sois todos como asnos. Si lo que Yo hablo no es lo suficientemente elevado, si no hay misterio alguno, no podéis ser conquistados. Si hubiera una persona predicando y siempre lo hiciera sobre las mismas cosas durante un período de tiempo, en menos de dos años os habríais marchado todos vosotros, y no seríais capaces de seguir adelante. No sabéis cómo profundizar ni entendéis cómo buscar la verdad o el camino de la vida. Lo único que entendéis es recibir alguna novedad como escuchar misterios o visiones, escuchar cómo solía obrar Dios, las experiencias de Pedro, o el trasfondo de la crucifixión de Jesús… Sólo estáis dispuestos a escuchar estas cosas, y cuanto más escucháis más os energizáis. ¡Escucháis todo esto para disipar vuestro dolor y vuestro aburrimiento! Vuestras vidas se sustentan por completo de estas cosas nuevas. ¿Piensas que has llegado aquí hoy por tu propia fe? ¿No es esta la pizca de estatura insignificante y lamentable que poseéis? ¿Dónde está vuestra integridad? ¿Dónde está vuestra humanidad? ¿Poseéis vida humana? ¿Cuántos de los elementos tenéis para ser perfeccionados? Lo que Yo estoy diciendo, ¿no es la realidad? Yo hablo y obro de esta forma, pero apenas seguís prestando atención. Aunque proseguís, también vigiláis. Siempre mantenéis una apariencia de indiferencia, y sois arrastrados por la nariz. Así es como habéis continuado todos vosotros. Lo que os ha guiado hasta hoy ha sido enteramente el castigo, los refinamientos y la reprensión. Si sólo se hubieran predicado algunos sermones sobre la entrada en la vida, ¿no os habríais escabullidos todos hace mucho? Cada uno de vosotros es más presuntuoso que el otro; de hecho, ¡sólo estáis llenos de hiel! Has entendido algunos misterios y algunas cosas que los seres humanos no han captado antes, así que apenas lo has logrado hasta ahora. No tenéis razón alguna para no seguir, por lo que apenas os habéis armado de valor y seguido la corriente. Este es tan sólo el resultado conseguido a través de Mis palabras, pero desde luego no es hazaña vuestra. No tenéis nada de lo que jactaros. Por tanto, en esta etapa de la obra, habéis sido guiados hasta el día de hoy principalmente por medio de las palabras. De lo contrario, ¿quién de estas personas sería capaz de obedecer? ¿Quién sería capaz de lograrlo hasta hoy? Desde temprano quisisteis marcharos, en el primer momento posible, pero no os atrevisteis a hacerlo; no tuvisteis la valentía. Hasta hoy, habéis estado siguiendo con tibieza.

Sólo después de que Jesús fuera clavado en la cruz, y partiera, comenzó Pedro a seguir su propio rumbo, a recorrer la senda que debía; sólo empezó a estar equipado tras ver sus insuficiencias y sus deficiencias. Vio que tenía demasiado poco amor, y su determinación a sufrir no era la adecuada, que no tenía percepción alguna, y que carecía de razón. Vio que había muchas cosas en él que no estaban en sintonía con la voluntad de Jesús, que eran rebeldes y resistentes, y que estaban mezcladas con la voluntad humana. Sólo después de esto tuvo entrada en todos los aspectos. Cuando Jesús lo estaba guiando, dejó al descubierto su estado, y Pedro lo admitió y de buena gana hizo promesas, pero no tuvo un entendimiento verdadero hasta después de esto. La razón fue que, en ese tiempo, él simplemente no tenía experiencia alguna ni conocía en absoluto su estatura. Es decir, ahora Yo sólo estoy usando palabras para guiaros, y es imposible perfeccionaros en un breve período de tiempo; sólo seréis capaces de entender y conocer la verdad. Esto se debe a que conquistarte y hacer que te convenzas en tu corazón es la obra actual; sólo después de que las personas sean conquistadas, algunas de ellas serán perfeccionadas. Justo ahora, esas visiones y verdades que entiendes están estableciendo un fundamento para tus experiencias futuras; en la tribulación futura, todos tendréis experiencia práctica de estas palabras. Más adelante, cuando te lleguen las pruebas, y experimentes la tribulación, pensarás en las palabras que dices hoy: independientemente de la tribulación, las pruebas o los grandes azotes que afronte, debo satisfacer a Dios. Piensa en la experiencia de Pedro y en Job: quedarás galvanizado por las palabras de hoy. Sólo así puede inspirarse tu fe. En ese tiempo, Pedro dijo que él no era digno de recibir el juicio y el castigo de Dios; y tú también estarás dispuesto a hacer que todas las personas vean el carácter justo de Dios a través de ti, en ese momento. Estarás fácilmente dispuesto a aceptar Su juicio y Su castigo, que junto con Su maldición serán un consuelo para ti. En la actualidad, simplemente no puedes no estar equipado con la verdad. No sólo serás incapaz de mantenerte firme en el futuro, sino que podrías no ser capaz de experimentar la obra actual. ¿No serás, así, objeto de la eliminación y del castigo? Justo ahora no te ha sobrevenido hecho alguno, y Yo he provisto para ti en todos los aspectos en los que eres deficiente; Yo hablo desde todos los aspectos. En absoluto habéis soportado mucho sufrimiento; simplemente asimiláis lo que está disponible, no habéis pagado tipo alguno de precio; más aún, no tenéis vuestras propias experiencias ni percepciones genuinas. Así pues, lo que entendéis no es vuestra verdadera estatura. Estáis limitados sencillamente al entendimiento, al conocimiento y a la vista, pero no habéis recogido mucha cosecha. Si nunca os hubiera prestado atención alguna, sino que hubiera hecho que pasarais por experiencias en vuestro hogar, hace mucho que habríais huido al gran mundo. El camino por el que transitéis en el futuro será un recorrido de sufrimiento; y si recorréis bien la presente etapa de la senda, cuando más adelante experimentéis la tribulación mayor, tendréis testimonio. Tú entiendes el significado de la vida humana, y estás en la senda correcta de la vida humana; en el futuro, independientemente de cómo Dios trate contigo, te someterás a Sus designios sin queja ni opción algunas, y no tendrás exigencia alguna hacia Dios. De esta forma, tendrás valor. Ahora mismo, no has pasado por la tribulación, por lo que puedes obedecer cualquier cosa. ¡Afirmas que comoquiera que Dios guíe está bien, y que te someterás a todos Sus designios! Sea que Dios te maldiga o te castigue, estarás dispuesto a satisfacerlo. Dicho esto, lo que ahora afirmas no representa necesariamente tu estatura. Lo que estás dispuesto a hacer ahora no puede demostrar que seas capaz de seguir hasta el final. Cuando grandes tribulaciones caigan sobre ti, experimentes alguna persecución, coacción, o pruebas mayores, no seréis capaces de pronunciar esas palabras. Si puedes tener esa clase de entendimiento entonces, y mantenerte firme, sólo esto será tu estatura. ¿Cómo era Pedro en ese tiempo? Él exclamó: “Señor, yo sacrificaré mi vida por Ti. ¡Si quisieras que muriera, yo moriré!”. Así oró él en ese tiempo también, y asimismo declaró: “Aunque otros no te amen, yo debo amarte hasta el final. Yo te seguiré en todo momento”. Esto es lo que él dijo en ese tiempo, pero tan pronto como experimentó pruebas, se derrumbó y lloró. Todos sabéis que Pedro negó al Señor tres veces, ¿verdad? Muchas personas llorarán y expresarán debilidad humana cuando las pruebas les sobrevengan. No eres tu propio amo. En esto no puedes controlarte a ti mismo. Quizás hoy lo estés haciendo realmente bien, pero es porque tienes un entorno adecuado. Si esto fuera a cambiar mañana, mostrarías tu cobardía y tu incompetencia, y también lo despreciable e indigno que eres. Hace mucho que tu “hombría” se habría ido al traste y, en ocasiones, hasta tirarías la toalla y te retirarías. Esto demuestra que lo que entendiste en ese tiempo no era tu estatura real. Uno debe mirar a la estatura real de las personas para ver si aman de verdad a Dios, si son capaces de someterse al designio de Dios, de poner toda su fuerza en lograr lo que Dios exige y permanecer dedicadas a Dios y darle lo mejor, aunque ello signifique sacrificar su propia vida.

Debes recordar que estas palabras se han hablado ahora: más adelante, ¡pasarás por una tribulación y un sufrimiento mayores! Ser perfeccionado no es cosa simple ni fácil. Como mínimo debes poseer la fe de Job o quizás una fe mayor que la suya. Deberías saber que estas pruebas serán mayores que las de Job, y que aún debes experimentar el castigo a largo plazo. ¿Es esto cosa simple? Si tu calibre no puede mejorarse, tu capacidad para entender está ausente, y sabes muy poco, entonces, en ese momento no tendrás testimonio alguno, sino que te convertirás en un chiste, un juguete para Satanás. ¡Si no puedes aferrarte a las visiones ahora, no tienes fundamento alguno en absoluto, y serás descartado en el futuro! Ninguna parte del camino es fácil de recorrer, así que no te tomes esto a la ligera. Sopésalo ahora con detenimiento y haz preparativos para recorrer la última etapa de esta senda de la forma adecuada. Esta es la senda que debe transitarse en el futuro, y todas las personas deben tomarla. No puedes permitir que este entendimiento presente te entre por un oído y te salga por el otro ni pienses que todo lo que Yo te digo es un desperdicio de energía. Llegará el día en el que harás buen uso de todo; las palabras no pueden decirse en vano. Este es el momento de equiparte; es el momento de allanar el camino para el futuro. Deberías preparar la senda que deberías recorrer más adelante; deberías preocuparte e inquietarte por cómo serás capaz de mantenerte firme después, y prepararte bien para tu senda futura. ¡No seas glotón y perezoso! Debes hacer absolutamente todo lo que puedas con el fin de hacer el mejor uso de tu tiempo, para ganar todo lo que necesitas. Yo te lo estoy dando todo para que puedas entender. Habéis visto con vuestros propios ojos que en menos de tres años, Yo he dicho muchas cosas y hecho mucha obra. Un aspecto de obrar de esta forma se debe a que las personas son muy deficientes, y el otro a que el tiempo es demasiado breve y no puede haber más retrasos. Según como tú lo imaginas, es demasiado lento, así que ¿cuánto tiempo tendré que acompañarte? Si me hicieras ir contigo hasta que Yo sea viejo y tenga el pelo gris, ¡eso sería imposible! Debe lograrse que las personas lo tengan todo completamente claro en su interior, puedan dar entonces testimonio, y ser utilizadas. ¿No es esto demasiado lento? Al pasar por una tribulación mayor, se logrará un entendimiento genuino en todas las personas. Esto es un paso de la obra. Una vez que tú entiendes plenamente las visiones pronunciadas hoy, y logras tener una estatura genuina, cualesquiera sean las dificultades por las que pases en el futuro, no te vencerán; serás capaz de resistirlas. Cuando Yo haya completado este último paso de la obra, y terminado de pronunciar las últimas palabras, las personas deberán recorrer en el futuro su propia senda. Esto cumplirá las palabras antes declaradas: el Espíritu Santo tiene una comisión para cada persona, y una obra que realizar en cada una de ellas. En el futuro, todos transitarán por la senda que deberían tomar, guiados por el Espíritu Santo. ¿Quién será capaz de preocuparse por quién cuando pase por la tribulación? Cada individuo tiene su propio sufrimiento y su propia estatura. Nadie tiene la misma estatura que otro. Los maridos no se encargarán de sus esposas ni los padres de sus hijos; nadie será capaz de encargarse de nadie. No es como ahora, que el cuidado y el apoyo mutuos siguen siendo posibles. Ese será el momento en que cada tipo de persona quedará al descubierto. Es decir, cuando Dios hiera al pastor, las ovejas del rebaño serán dispersadas, y en ese momento no tendréis líder verdadero. Las personas serán divididas: no será como ahora, cuando podéis reuniros como una congregación. Más adelante, los que no tienen la obra del Espíritu Santo mostrarán su verdadera forma. Los maridos traicionarán a sus esposas, las esposas traicionarán a sus maridos, los hijos traicionarán a sus padres, los padres perseguirán a sus hijos; ¡el corazón humano es impredecible! Lo único que se puede hacer es aferrarse a lo que uno tiene, y recorrer bien la última etapa de la senda. Ahora mismo no veis esto con claridad, y sois todos cortos de miras. Superar este paso de la obra con éxito no es cosa fácil.

El tiempo de la tribulación no será muy prolongado; no durará ni un año. Si tuviera que durar un año, retrasaría el siguiente paso de la obra, y la estatura de las personas no sería la adecuada. Si se prolongara demasiado, ellas no serían capaces de resistirlo; su estatura tiene sus limitaciones. Después de que Mi propia obra haya sido completada, el siguiente paso será que las personas transiten por la senda que deben. Todos deben entender qué senda han de recorrer: es una senda y un proceso de sufrimiento, así como de refinamiento de tu determinación para amar a Dios. En qué verdades deberías entrar, cuáles deberías suplementar, cómo deberías experimentar, y desde qué aspecto deberías entrar; debes entender todas estas cosas. Tienes que equiparte ahora. Si esperas hasta que la tribulación te sobrevenga, será demasiado tarde. Cada persona debe llevar una carga por su vida; no esperes siempre las advertencias de los demás ni que ellos te agudicen los oídos y te hablen. Yo he dicho mucho, pero sigues sin saber en qué verdades deberías entrar o con cuáles equiparte. Esto demuestra que no te has esforzado en leer las palabras de Dios. No llevas carga alguna en absoluto por tu vida; ¿cómo puede eso ser correcto? No tienes claro en qué deberías entrar, no entiendes lo que deberías comprender, y eres totalmente descuidado en cuanto a qué senda futura deberías tomar; ¿no eres simplemente trozos de restos flotantes? ¿Para qué sirves? Lo que estáis haciendo ahora es construir y allanar vuestros propios caminos. Debes saber qué deberían lograr las personas y el estándar de las exigencias de Dios para la humanidad. Debes tener el siguiente entendimiento: pase lo que pase, aunque soy muy corrupto, debo compensar estos defectos ante Dios. Cuando Él no me lo había explicado, yo no entendía; pero ahora que me ha hablado, como he entendido, debo apresurarme a compensarlo, a vivir una humanidad normal, y vivir una imagen que pueda satisfacer la voluntad de Dios. Aunque no pueda cumplir lo que Pedro hizo, como mínimo debería vivir una humanidad normal, y así poder satisfacer el corazón de Dios.

La última etapa de esta senda es desde ahora hasta la conclusión de la tribulación futura. Esta etapa de la senda tendrá lugar cuando se revele la estatura genuina de las personas, y si tienen o no una fe verdadera. Como esta etapa de la senda será más ardua que cualquier otra que se haya guiado en el pasado, y como será un camino más pedregoso que antes, se denomina “la última etapa de la senda”. La verdad es que no es la última parte del camino; esto se debe a que después de experimentar la tribulación, pasarás por la obra de difundir el evangelio, y una parte de las personas pasará por la obra de ser usado. Así pues, sólo se habla de “la última etapa de la senda” en referencia a la tribulación del refinamiento de las personas y al duro entorno. En el pasado, en ese segmento del camino Yo te guiaba personalmente a través de ese feliz viaje tuyo, y te llevaba de la mano para enseñarte y alimentarte boca a boca. Aunque has experimentado el castigo y el juicio en muchas ocasiones, estos sólo han sido para ti repetidos golpes menores. Por supuesto que esto ha provocado que tus perspectivas respecto a la creencia en Dios cambien bastante; también ha provocado que tu carácter se estabilice en gran medida, y te ha permitido tener algo de entendimiento de Mí. Pero Yo estoy diciendo esto: al recorrer esa parte de la senda, el precio o el arduo esfuerzo pagado por las personas es bastante pequeño; Yo soy quien te ha guiado hasta hoy. Esto se debe a que Yo no te exijo que hagas nada, y a que Mis exigencias respecto a ti no son altas en absoluto; Yo sólo te permito que asimiles lo que está disponible. Durante este período de tiempo he provisto incesantemente para vuestras necesidades, y nunca he planteado demandas irrazonables. Habéis sufrido un repetido castigo, pero no habéis alcanzado Mis exigencias originales. Os retiráis y sois abatidos, pero Yo no tengo esto en cuenta, porque este es ahora el tiempo de Mi obra personal, y no me tomo en serio vuestra dedicación hacia Mí. Pero en la senda que queda por delante, Yo no obraré ni hablaré más, y en ese momento ya no haré que continuéis en una forma tan aburrida. Yo os permitiré tener abundantes lecciones que aprender, y no haré que asimiléis lo que está disponible. La estatura genuina que tenéis hoy debe quedar al descubierto. Si vuestro esfuerzo de años ha sido o no fructífero, se verá en cómo recorráis esta última etapa de la senda. En el pasado, pensabais que creer en Dios era muy simple, y era porque Dios no se estaba poniendo muy serio contigo. ¿Y qué hay de ahora? ¿Pensáis que creer en Dios es simple? ¿Seguís sintiendo que creer en Dios es tan feliz y desenfadado como niños que juegan en la calle? Es verdad que sois ovejas; sin embargo, debéis ser capaces de transitar por la senda que deberíais recorrer, con el fin de corresponder a la gracia de Dios, y ganar enteramente al Dios en quien creéis. No os toméis a broma; ¡no os engañéis! Si puedes recorrer esta etapa de la senda, podrás ver cómo se difunde la grandiosa escena sin precedentes de la obra del evangelio, por todo el universo, tendrás la buena fortuna de ser alguien íntimo para Mí, y de cumplir tu parte en la difusión de Mi obra por todo el universo. En ese tiempo, continuarás transitando con mucha alegría la senda que deberías recorrer. El futuro será ilimitadamente brillante, pero lo principal ahora es caminar bien por esta última etapa de la senda. Debes buscar cómo hacerlo y prepararte para ello. Esto es lo que debes hacer en este mismo momento; ¡ahora es un asunto urgente!

De "La Palabra manifestada en carne"

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