jueves, 30 de mayo de 2019
La Palabra de Dios | Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo (Parte 1)
La Palabra de Dios | Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo (Parte 1)
Dios Todopoderoso dice: “Entrar en el reposo no quiere decir que todas las cosas dejarán de moverse o que todas las cosas dejarán de desarrollarse, tampoco significa que Dios dejará de obrar o que el hombre dejará de vivir. La señal de entrar en el reposo es semejante a esto: Satanás ha sido destruido; esa gente malvada que se unió a Satanás en su maldad ha sido castigada y eliminada; todas las fuerzas hostiles a Dios dejan de existir. Que Dios entre en el reposo quiere decir que ya no llevará a cabo Su obra de salvación de la humanidad. Que la humanidad entre en el reposo quiere decir que toda la humanidad va a vivir dentro de la luz de Dios y bajo Sus bendiciones; no habrá nada de la corrupción de Satanás ni tampoco ocurrirán cosas injustas. La humanidad vivirá normalmente sobre la tierra y vivirá bajo el cuidado de Dios. Cuando Dios y el hombre entren juntos en el reposo, querrá decir que la humanidad ha sido salvada y que Satanás ha sido destruido, que la obra de Dios entre los hombres se ha terminado por completo. Dios ya no continuará obrando entre los hombres y el hombre ya no vivirá bajo el campo de acción de Satanás. Por lo tanto, Dios ya no va a estar ocupado y el hombre ya no correrá de aquí para allá; Dios y el hombre entrarán al mismo tiempo en el reposo”.
Continuará…
En el principio Dios estaba reposando. No había seres humanos ni nada más sobre la tierra en aquel entonces y Dios no había hecho ninguna obra. Dios sólo comenzó Su obra de gestión una vez que la humanidad existió y una vez que la humanidad se había corrompido. De este momento en adelante ya no reposó, sino que comenzó a ocuparse entre la humanidad. Debido a la corrupción de la humanidad fue que Dios fue sacado de Su reposo y también fue por la rebelión del arcángel que Dios fue sacado de Su reposo. Si Dios no derrota a Satanás y salva a la humanidad, que se ha corrompido, Dios nunca más podrá entrar en el reposo. Así como al hombre le falta el reposo, a Dios también. Cuando Dios una vez más entre en el reposo, el hombre también entrará en el reposo. Una vida en el reposo es una vida sin guerra, sin inmundicia, sin una persistente injusticia. Es decir, sin el acoso de Satanás (aquí “Satanás” se refiere a las fuerzas hostiles), ni la corrupción de Satanás, así como la invasión de cualquier fuerza que se oponga a Dios. Todos siguen a los de su propia especie y adoran al Señor de la creación. El cielo y la tierra están completamente tranquilos. Esta es la vida apacible de la humanidad. Cuando Dios entre en el reposo, ya no seguirá más la injusticia sobre la tierra y ya no habrá más invasión de ninguna fuerza hostil. La humanidad también entrará en un nuevo reino; no será más una humanidad corrompida por Satanás, sino una humanidad que ha sido salvada después de haber sido corrompida por Satanás. El día de reposo de la humanidad también es el día de reposo de Dios. Dios perdió Su reposo debido a la incapacidad de la humanidad de entrar en el reposo; no fue que al principio Dios fuese incapaz de reposar. Entrar en el reposo no quiere decir que todas las cosas dejarán de moverse o que todas las cosas dejarán de desarrollarse, tampoco significa que Dios dejará de obrar o que el hombre dejará de vivir. La señal de entrar en el reposo es semejante a esto: Satanás ha sido destruido; esa gente malvada que se unió a Satanás en su maldad ha sido castigada y eliminada; todas las fuerzas hostiles a Dios dejan de existir. Que Dios entre en el reposo quiere decir que ya no llevará a cabo Su obra de salvación de la humanidad. Que la humanidad entre en el reposo quiere decir que toda la humanidad va a vivir dentro de la luz de Dios y bajo Sus bendiciones; no habrá nada de la corrupción de Satanás ni tampoco ocurrirán cosas injustas. La humanidad vivirá normalmente sobre la tierra y vivirá bajo el cuidado de Dios. Cuando Dios y el hombre entren juntos en el reposo, querrá decir que la humanidad ha sido salvada y que Satanás ha sido destruido, que la obra de Dios entre los hombres se ha terminado por completo. Dios ya no continuará obrando entre los hombres y el hombre ya no vivirá bajo el dominio de Satanás. Por lo tanto, Dios ya no va a estar ocupado y el hombre ya no correrá de aquí para allá; Dios y el hombre entrarán al mismo tiempo en el reposo. Dios regresará a Su posición original y cada persona regresará al lugar que le corresponde. Estos son los destinos en los que Dios y el hombre, respectivamente, residirán después del fin de toda la gestión de Dios. Dios tiene el destino de Dios y el hombre tiene el destino del hombre. Mientras reposa, Dios seguirá guiando a toda la humanidad en sus vidas sobre la tierra. Mientras está a la luz de Dios, el hombre adorará al único Dios verdadero que está en el cielo. Dios ya no vivirá entre la humanidad y tampoco el hombre podrá vivir con Dios en el destino de Dios. Dios y el hombre no pueden vivir dentro del mismo reino; en vez de esto, ambos tienen sus respectivas maneras de vivir. Dios es el que guía a toda la humanidad, mientras que toda la humanidad es la cristalización de la obra de gestión de Dios. La humanidad es la que es guiada; en cuanto a la esencia, la humanidad no es similar a Dios. Reposar quiere decir regresar a su lugar original. Por lo tanto, cuando Dios entra en el reposo, esto quiere decir que Dios regresa a Su lugar original. Dios ya no va a vivir sobre la tierra ni compartirá el gozo y el sufrimiento de la humanidad mientras esté entre la humanidad. Cuando la humanidad entre en el reposo, esto querrá decir que el hombre se ha convertido en una verdadera creación; la humanidad adorará a Dios desde la tierra y tendrá vidas humanas normales. La gente ya no será desobediente a Dios o resistirá a Dios; regresará a la vida original de Adán y Eva. Estas son las respectivas vidas y destinos de Dios y la humanidad después de que entren en el reposo. La derrota de Satanás es una tendencia inevitable en la guerra entre Dios y Satanás. De esta manera, la entrada de Dios en el reposo después que se complete Su obra de gestión y la salvación completa del hombre y su entrada en el reposo se vuelven igualmente tendencias inevitables. El lugar del reposo del hombre es sobre la tierra y el lugar del reposo de Dios es en el cielo. Mientras el hombre reposa adorará a Dios y también vivirá sobre la tierra, y mientras Dios reposa, Él guiará al resto de la humanidad; los guiará desde el cielo, no desde la tierra. Dios todavía será el Espíritu mientras que el hombre todavía será carne. Dios y el hombre, ambos, cada uno tiene su diferente manera de reposar. Mientras Dios reposa, Él vendrá y aparecerá entre los hombres; mientras el hombre reposa, Dios lo guiará a visitar el cielo y a gozar también la vida en el cielo. Después de que Dios y el hombre entren en el reposo, Satanás ya no existirá y, como Satanás, esa gente malvada tampoco existirá. Antes de que Dios y el hombre entren en el reposo, esos malvados individuos que una vez persiguieron a Dios sobre la tierra y los enemigos que fueron desobedientes a Él sobre la tierra ya habrán sido destruidos; los grandes desastres de los últimos días los habrán destruido. Después de que esos malvados individuos hayan sido destruidos por completo, la tierra nunca más volverá a conocer la persecución de Satanás. La humanidad obtendrá la salvación completa y sólo entonces será que la obra de Dios termine por completo. Estos son los prerrequisitos para que Dios y el hombre entren en el reposo.
La cercanía del fin de todas las cosas indica el fin de la obra de Dios e indica el fin del progreso de la humanidad. Esto quiere decir que la humanidad corrompida por Satanás ha alcanzado el fin de su desarrollo y que los descendientes de Adán y Eva se han propagado a sus fines respectivos y también quiere decir que es imposible para esa humanidad, corrompida por Satanás, seguir desarrollándose. El Adán y la Eva del principio no habían sido corrompidos, pero al Adán y a la Eva que fueron echados del jardín del Edén Satanás los corrompió. Cuando Dios y el hombre entren juntos en el reposo, Adán y Eva que fueron echados del jardín del Edén, y sus descendientes finalmente llegarán a su fin; la humanidad del futuro todavía consistirá de los descendientes de Adán y Eva, pero no serán personas que vivan bajo el dominio de Satanás. Más bien, serán personas que han sido salvadas y purificadas. Esta será una humanidad que ha sido juzgada y castigada, y una que es santa. Estas personas no se parecerán a la raza humana como era al principio; casi se puede decir que son una clase de personas completamente diferentes de los originales Adán y Eva. Esta gente se seleccionará de todos aquellos que fueron corrompidos por Satanás y será la gente que en última instancia se haya mantenido firme durante el juicio y el castigo de Dios; será el último grupo remanente de gente entre la humanidad corrupta. Sólo este grupo de gente podrá entrar al reposo final junto con Dios. Aquellos que puedan permanecer firmes durante la obra del juicio y el castigo de Dios durante los últimos días, es decir, durante la obra final de purificación, serán los que entrarán en el reposo final con Dios; por lo tanto, todos los que entran en el reposo se habrán librado de la influencia de Satanás y Dios los habrá adquirido sólo después de que hayan pasado Su obra final de purificación. Estas personas a las que Dios finalmente haya adquirido entrarán en el reposo final. La esencia de la obra del castigo y el juicio de Dios es purificar a la humanidad y es para el día del reposo final. De lo contrario, toda la humanidad no podrá seguir a los de su propia especie o entrar en el reposo. Esta obra es el único camino de la humanidad para entrar en el reposo. Sólo la obra de purificación de Dios purificará a la humanidad de su injusticia y sólo Su obra de castigo y juicio traerá a la luz aquellas cosas rebeldes entre la humanidad, separando de ese modo a los que pueden ser salvos de los que no pueden, y aquellos que permanecerán de los que no. Cuando Su obra termine, aquellas personas que permanezcan serán purificadas y gozarán sobre la tierra una segunda vida humana más maravillosa mientras entran en un reino más alto para la humanidad; es decir, entrarán en el día del reposo de la humanidad y vivirán junto con Dios. Después de que aquellos que no pueden permanecer hayan sufrido el castigo y el juicio, sus estados originales se revelarán por completo; después de esto todos serán destruidos y, al igual que Satanás, ya no se les permitirá sobrevivir sobre la tierra. La humanidad del futuro no tendrá ya ninguna de esta clase de gente; esta gente no es apta para entrar a la tierra del último reposo ni tampoco es apta para entrar en el día del reposo que Dios y el hombre compartirán, porque ella es el blanco del castigo, es malvada y no es gente justa. Fue redimida una vez y también fue juzgada y castigada; también le rindió servicio a Dios una vez, pero cuando el día final venga, será eliminada y destruida debido a su propia maldad y debido a su propia desobediencia y condición de no redención. Ya no va a existir en el mundo del futuro y tampoco va a existir entre la raza humana del futuro. Cualquiera y todos los malhechores y cualquiera y todos los que no han sido salvados serán destruidos cuando los santos entre la humanidad entren en el reposo, sin importar si son los espíritus de los muertos o los que todavía vivan en la carne. Independientemente de a qué era pertenezcan estos espíritus malhechores y personas malhechoras o pertenezcan los espíritus de las personas justas y las personas que hagan justicia, los malhechores serán destruidos y los justos sobrevivirán. Ya sea que una persona o un espíritu reciba la salvación, esto no se decide únicamente basándose en la obra de la era final, sino que se determina basándose en si ha resistido a Dios o le ha sido desobediente. Si la gente en la época anterior hizo mal y no pudo ser salvada, sin duda será blanco del castigo. Si la gente en esta época hace el mal y no puede ser salvada, seguramente también es blanco del castigo. Se separa a la gente sobre la base del bien y el mal, no sobre la base de la era. Una vez separadas sobre la base del bien y el mal, la gente no es castigada o recompensada de inmediato; más bien, Dios sólo llevará a cabo Su obra de castigar el mal y recompensar el bien después de llevar a cabo Su obra de conquista en los últimos días. De hecho, Él ha estado usando el bien y el mal para separar a la humanidad desde que llevó a cabo Su obra entre la humanidad. Él simplemente recompensará a los justos y castigará a los malvados al completar Su obra, más que separar a los malvados y a los justos al completar Su obra al final y después emprenderá de inmediato Su obra de castigar el mal y recompensar el bien. Su obra última de castigar el mal y recompensar el bien se hace por completo con el fin de purificar totalmente a toda la humanidad para que Él pueda llevar a una humanidad completamente santa al reposo eterno. Esta etapa de Su obra es Su obra más crucial. Es la etapa final de toda Su obra de gestión. Si Dios no destruyera al malvado, sino que lo dejara permanecer, entonces toda la humanidad todavía no podría entrar en el reposo y Dios no podría llevar a toda la humanidad a un reino mejor. Esta clase de obra no estaría completamente terminada. Cuando Él termine Su obra, toda la humanidad será completamente santa. Sólo de esta manera Dios puede vivir con tranquilidad en el reposo.
Las personas el día de hoy no pueden desprenderse de las cosas de la carne; no pueden renunciar a los deleites de la carne ni tampoco pueden renunciar al mundo, al dinero o a su carácter corrupto. La mayoría de la gente va tras sus búsquedas de un modo superficial. De hecho, estas personas para nada tienen a Dios en sus corazones; más aún, no temen a Dios. No tienen a Dios en sus corazones y, por lo tanto, no pueden percibir todo lo que Dios hace, y son aún más incapaces de creer las palabras que Él habla de Su boca. Esta gente es demasiado carnal; está profundamente corrompida y carece de toda verdad, lo que es más, no cree que Dios se pueda hacer carne. Cualquiera que no crea en Dios encarnado, es decir, cualquiera que no crea en la obra y el discurso del Dios visible y no crea en el Dios visible, y en su lugar adore al Dios invisible en el cielo, no tiene a Dios en su corazón. Son personas que son desobedientes a Dios y lo resisten. Esta gente carece de humanidad y razón, por no decir nada de la verdad. Para esta gente, el Dios visible y tangible más aún no puede ser creído, sin embargo, el Dios invisible e intangible es el más creíble y también el más deleitoso a sus corazones. Lo que ellos buscan no es la verdad de la realidad ni tampoco la verdadera esencia de la vida, mucho menos las intenciones de Dios; más bien, buscan la emoción. Cualesquiera que sean las cosas que les permitan conseguir más sus propios deseos, estas son, sin duda, sus fes y sus búsquedas. Sólo creen en Dios con el fin de satisfacer sus propios deseos, no de buscar la verdad. ¿No son estas personas malhechoras? Confían demasiado en ellas mismas y no creen que Dios en el cielo las destruirá, estas “buenas personas”. En cambio, creen que Dios les permitirá permanecer y, más aun, las recompensará generosamente porque han hecho muchas cosas para Dios y han mostrado gran “lealtad” hacia Él. Si fueran a buscar al Dios visible, de inmediato devolverían el golpe contra Dios o montarían en cólera una vez que sus deseos se vinieran abajo. Esta es gente vil que busca satisfacer sus propios deseos; no es gente de integridad en búsqueda de la verdad. Tal clase de personas son las así llamadas gente malvada que sigue a Cristo. Esas personas que no buscan la verdad no pueden creer la verdad. Son las más incompetentes para percibir el resultado futuro de la humanidad porque no creen ninguna obra o discurso del Dios visible y no pueden creer en el destino futuro de la humanidad. Por lo tanto, aunque sigan al Dios visible, todavía hacen el mal y no buscan la verdad ni tampoco practican la verdad que Yo demando. Esas personas que no creen que van a ser destruidas son, por el contrario, los mismos individuos que van a ser destruidos. Todos ellos creen ser tan listos y creen que ellos mismos son los que practican la verdad. Piensan que su conducta malvada es la verdad y por lo tanto la atesoran. Estas personas malvadas confían mucho en ellas mismas; toman la verdad como si fuera la doctrina y toman como verdad sus actos malvados, y al final sólo pueden cosechar lo que han sembrado. Entre más confíen las personas en ellas mismas y entre más arrogantes sean, más incapaces son de alcanzar la verdad; entre más cree la gente en el Dios celestial, más resisten a Dios. Estas son las personas que van a ser castigadas. Antes de que la humanidad entre en el reposo, si cada clase de persona es castigada o recompensada, se determinará de acuerdo a si buscan la verdad, si conocen a Dios, si pueden obedecer al Dios visible. Aquellos quienes han prestado servicio al Dios visible pero no lo conocen ni lo obedecen, carecen de la verdad. Estas personas son malhechoras y los malhechores sin duda serán castigados; además, van a ser castigados de acuerdo a su conducta malvada. Dios existe para que el hombre crea en Él, así como también Él es digno de la obediencia del hombre. Los que sólo creen en el Dios ambiguo e invisible son los que no creen en Dios; además, son incapaces de obedecer a Dios. Si estas personas todavía no pueden creer en el Dios visible para el momento en que Su obra de conquista se termine, y también persisten en ser desobedientes y en resistir al Dios que es visible en la carne, estos ambigüistas, sin duda, serán destruidos. Es como es con aquellos entre vosotros, cualquiera que verbalmente reconoce al Dios encarnado pero no puede practicar la verdad de la obediencia al Dios encarnado, finalmente será eliminado y destruido; y cualquiera que verbalmente reconoce al Dios visible, y también come y bebe de la verdad que expresa el Dios visible, pero busca al Dios ambiguo e invisible será destruido todavía más en el futuro. Ninguna de estas personas puede permanecer hasta el tiempo del reposo después de que haya terminado la obra de Dios; no puede haber nadie como estas personas que permanezca hasta el tiempo del reposo. Las personas demoniacas son las que no practican la verdad; su esencia es la de resistir y ser desobedientes a Dios y no tienen la más mínima intención de obedecer a Dios. Tales personas van a ser destruidas. Si tienes la verdad o si resistes a Dios se determina de acuerdo a tu esencia, no de acuerdo a tu apariencia o tu discurso y tu conducta ocasionales. La esencia de cada persona decide si será destruida; esto se determina de acuerdo con la esencia que revela su conducta y su búsqueda de la verdad. Entre las personas que obran del mismo modo y hacen cantidades similares de obras, aquellas cuyas esencias humanas sean buenas y que posean la verdad son las personas que pueden permanecer, pero aquellas cuyas esencias humanas sean malas y desobedezcan al Dios visible son las que van a ser destruidas. Cualquiera de las palabras o la obra de Dios dirigidas al destino de la humanidad trata correctamente con la humanidad de acuerdo a la esencia de cada persona; no va a haber accidentes y seguramente no va a haber el más ligero error. Sólo cuando una persona lleva a cabo obras es que han de mezclarse la emoción o el significado. La obra que Dios hace es la más conveniente; Él definitivamente no va a presentar afirmaciones falsas contra ninguna criatura. Ahora bien, hay muchas personas que son incapaces de percibir el destino futuro de la humanidad y que tampoco creen las palabras que Yo hablo; todos los que no creen, junto con los que no practican la verdad, ¡son demonios! Los que buscan y los que no buscan son ahora dos clases diferentes de personas y son dos clases de personas con dos destinos diferentes. Los que buscan el conocimiento de la verdad y practican la verdad son las personas a quienes Dios va a salvar. Los que no conocen el camino verdadero son demonios y enemigos; son los descendientes del arcángel y van a ser destruidos. Incluso los creyentes piadosos de un Dios ambiguo ¿no son también demonios? Las personas que tienen una buena conciencia pero no aceptan el camino verdadero, son demonios; su esencia es de resistencia hacia Dios. Los que no aceptan el camino verdadero son los que resisten a Dios; incluso si estas personas sufren muchas dificultades, aun así, van a ser destruidas. Los que no están dispuestos a abandonar el mundo, que no pueden soportar separarse de sus padres, que no pueden soportar deshacerse de sus propios deleites de la carne, todos son desobedientes a Dios y todos van a ser destruidos. Cualquiera que no crea en Dios encarnado es demoniaco; es más, va a ser destruido. Los que creen, pero no practican la verdad, los que no creen en el Dios encarnado, y los que de ningún modo creen en la existencia de Dios, van a ser destruidos. Cualquiera que sea capaz de permanecer es una persona que ha pasado por la amargura del refinamiento y ha permanecido firme; esta es una persona que verdaderamente ha padecido pruebas. Cualquiera que no reconozca a Dios es un enemigo; es decir, ¡cualquiera dentro o fuera de esta corriente que no reconoce a Dios encarnado es un anticristo! ¿Quién es Satanás, quiénes son los demonios y quiénes son los enemigos de Dios sino los detractores que no creen en Dios? ¿No son esas las personas que son desobedientes a Dios? ¿No son esas las personas que verbalmente afirman creer, sin embargo tienen falta de la verdad? ¿No son esas las personas que sólo buscan el obtener las bendiciones, pero no pueden dar testimonio de Dios? Todavía puedes codearte con esos demonios hoy y hacer hincapié en la conciencia y el amor con estos demonios; pero, ¿no se considera esto como extender las buenas intenciones a Satanás? ¿No se considera como asociarse con los demonios? Si hoy en día las personas todavía no son capaces de distinguir entre lo bueno y lo malo, y todavía a ciegas hacen hincapié en el amor y la piedad sin que para nada tengan la esperanza de buscar la voluntad de Dios y que de ningún modo puedan tener el corazón de Dios como el suyo propio, sus finales serán mucho más desgraciados. Cualquiera que no cree en el Dios en la carne es un enemigo de Dios. Si puedes hacer hincapié en la conciencia y el amor de un enemigo, ¿no te falta un sentido de justicia? Si eres compatible con los que Yo detesto y con los que no estoy de acuerdo, y aún así haces hincapié en el amor o en los sentimientos personales de ellos, ¿no eres por eso desobediente? ¿No estás resistiendo a Dios de una manera intencional? ¿Posee una persona como esta la verdad? Si la gente hace hincapié en la conciencia a los enemigos, hace hincapié en el amor a los demonios, y hace hincapié en la compasión a Satanás, ¿no está interrumpiendo de manera intencional la obra de Dios? Esas personas que creen sólo en Jesús y no creen en Dios encarnado durante los últimos días, y aquellas que verbalmente afirman creer en Dios encarnado pero hacen el mal, todas son anticristos, no digamos ya aquellas personas que no creen en Dios. Todas estas personas van a ser destruidas. El estándar por el que el hombre juzga al hombre se basa en su comportamiento; uno cuya conducta es buena es una persona justa y uno cuya conducta es abominable es malvado. El estándar por el que Dios juzga al hombre se basa en si la esencia de alguien lo obedece; uno que obedece a Dios es una persona justa y uno que no obedece a Dios es un enemigo y una persona malvada, independientemente de si el comportamiento de esta persona es bueno o malo, o si el discurso de esta persona es correcto o incorrecto. Algunas personas desean usar las buenas obras para obtener un buen destino en el futuro y algunas personas desean usar un buen discurso para comprar un buen destino. Las personas falsamente creen que Dios determina el resultado del hombre de acuerdo a su comportamiento o su discurso y, por lo tanto, muchas personas buscarán usar esto para ganar un favor temporal por medio del engaño. Las personas que más tarde sobrevivan al reposo, todas habrán soportado el día de la tribulación y también habrán dado testimonio de Dios; todas serán personas que cumplen su deber y tienen la intención de obedecer a Dios. Los que simplemente desean usar la oportunidad de servir para evitar practicar la verdad no van a poder permanecer. Dios tiene estándares apropiados para el arreglo de los resultados de todas las personas; Él no simplemente toma estas decisiones de acuerdo a las palabras y conductas de alguien, ni tampoco las toma de acuerdo con su comportamiento durante un solo periodo de tiempo. Para nada va a ser indulgente con toda la conducta malvada de alguien debido al servicio pasado que haya hecho para Dios, ni tampoco va a perdonar de la muerte a alguien por un gasto momentáneo para Dios. Nadie puede evadir la retribución debida a su maldad y nadie puede cubrir su malvada conducta y, por lo tanto, evadir el tormento de la destrucción. Si alguien puede hacer en verdad su propio deber, entonces esto quiere decir que es eternamente fiel a Dios y no busca recompensas, independientemente de si recibe bendiciones o sufre desgracias. Si las personas son fieles a Dios cuando ven bendiciones, pero pierden su fidelidad cuando no pueden ver bendiciones, y al final todavía son incapaces de dar testimonio de Dios e incluso son incapaces de hacer su deber como deberían, estas personas que una vez prestaron servicio a Dios fielmente van a ser destruidas. En resumen, las personas malvadas no pueden sobrevivir a la eternidad ni tampoco pueden entrar en el reposo; sólo los justos son los maestros del reposo. Después de que la humanidad entre en el camino correcto, las personas van a tener vidas humanas normales. Todas harán sus respectivos deberes y serán absolutamente fieles a Dios. Se librarán por completo de su desobediencia y de su carácter corrupto y vivirán para Dios y por causa de Dios. Carecerán de desobediencia y resistencia. Van a poder obedecer por completo a Dios. Esta es la vida de Dios y el hombre y la vida del reino, y es la vida del reposo.
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