Estudios bíblicos profundos | ¿Está en el cielo o la tierra el reino de Dios? En el Padre nuestro hay respuesta
Antes de comenzar el tema de hoy, discutimos brevemente una pregunta primero: ¿Qué es exactamente el reino de los cielos? Todos sabemos que el “cielo” normalmente se refiere a lo celestial, a Dios. Entonces, naturalmente, el reino de los cielos se refiere al reino de Dios y es el reino donde Dios está en el poder, es el reino de Cristo. Entonces, ¿está el reino de Dios en la tierra o en el cielo? Primero, veamos lo que dice el Padre nuestro: “Vosotros, pues, orad de esta manera: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:9-10). Las palabras del Señor Jesús son muy claras. El Señor requiere que oremos para que el reino de Dios descienda a la tierra, para que Su voluntad se lleve a cabo en la tierra. El Señor Jesús no dijo que el reino de Dios se establecería en el cielo, y Él nunca nos dijo concretamente que mantuviéramos la esperanza y oráramos Entonces, esperar que nos lleven al cielo para entrar en el reino de Dios, ¿acaso no contradice las palabras del Señor y Su voluntad?
El Señor Jesús dijo: “Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo” (Juan 3:13). El Señor Jesús nos dijo con claridad que nadie ha subido al cielo excepto Dios, que el cielo es la morada de Dios, el Señor nos enseñó a orar que el reino de Dios descendiera a la tierra. También el libro del Apocalipsis predice: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11: 15). “Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo[a], y Dios mismo estará entre ellos” (Apocalipsis 21:2-3). Estos dos pasajes mencionan estas dos cosas: “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo”, “la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios”, “el tabernáculo de Dios está entre los hombres”. Se refieren al reino de Cristo que se realiza en la tierra. Por lo tanto, el reino de Dios se establecerá finalmente en la tierra en vez del cielo.
Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.
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