domingo, 18 de noviembre de 2018

Reflexiones cristianas | Un problema muy serio: la traición (2)



Reflexiones cristianas | Un problema muy serio: la traición (2)

La naturaleza del hombre es completamente diferente a Mi esencia; esto se debe a que la naturaleza corrupta del hombre se origina por completo de Satanás y la naturaleza del hombre ha sido procesada y corrompida por Satanás. Es decir, el hombre sobrevive bajo la influencia de la maldad y fealdad de Satanás. El hombre no crece en un mundo de verdad o en un ambiente santo y además no vive en la luz. Por lo tanto, no es posible que la verdad se posea de manera innata dentro de la naturaleza de cada persona y, además, no pueden nacer con una esencia que tema a Dios y obedezca a Dios. Por el contrario, son poseedores de una naturaleza que resiste a Dios, desobedece a Dios y no tiene amor por la verdad. Esta naturaleza es el problema del que quiero hablar —la traición—. La traición es el origen de la resistencia de cada persona a Dios. Este es un problema que sólo existe en el hombre y no en Mí. Algunos harán esta clase de pregunta: Ya que todos ellos están viviendo en el mundo del hombre, ¿por qué es que todos los hombres tienen una naturaleza que traiciona a Dios pero  no? Esta es una pregunta que se os debe explicar con toda claridad.

La existencia de la humanidad se basa a su vez en la reencarnación del alma. En otras palabras, cada persona gana una vida humana de la carne cuando su alma se reencarna. Después de que el cuerpo de una persona nace, esa vida continúa hasta el límite más grande de la carne, es decir, el momento final cuando el alma deja su caparazón. Este proceso se repite una y otra vez con el alma de una persona yendo y viniendo, y yendo y viniendo, manteniendo así la existencia de toda la humanidad. La vida de la carne también es la vida del alma del hombre y el alma del hombre sostiene la existencia de la carne del hombre. Es decir, la vida de cada persona procede de su alma; no es su carne la que originalmente tuvo vida. Por lo tanto, la naturaleza del hombre procede de su alma, no de su carne. Sólo el alma de cada persona sabe cómo ha sufrido las tentaciones, la aflicción y la corrupción de Satanás. La carne del hombre no puede saber esto. En consecuencia, sin darse cuenta la humanidad se está volviendo más y más inmunda, malvada y sombría, mientras que la distancia entre Yo y el hombre crece más y más lejana y los días de la humanidad se vuelven más y más sombríos. Las almas de la humanidad están todas en las garras de Satanás. Como tal, se sobrentiende que la carne del hombre también ha sido ocupada por Satanás. ¿Cómo podrían carne como esta y humanos como estos no resistir a Dios y ser compatibles de manera innata con Él? La razón por la que Satanás fue arrojado al aire por Mí es porque Me traicionó, así que ¿cómo podrían los humanos escapar ellos mismos de esto? Esta es la razón por la que la naturaleza humana es traición. ¡Confío que una vez que entendáis este razonamiento también tendréis una creencia en la esencia de Cristo! La carne vestida por el Espíritu de Dios es la propia carne de Dios. El Espíritu de Dios es supremo; Él es todopoderoso, santo y justo. Así, de igual forma, Su carne también es suprema, todopoderosa, santa y justa. Carne como esa sólo es capaz de hacer lo que es justo y beneficioso para la humanidad, lo que es santo, glorioso y poderoso, y es incapaz de hacer cualquier cosa que viole la verdad o la moralidad y la justicia, mucho menos cualquier cosa que traicione al Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios es santo y, por lo tanto, Su carne no es susceptible de corrupción por Satanás; Su carne es de una esencia diferente que la carne del hombre. Porque es el hombre, no Dios, el que es corrompido por Satanás; Satanás no podría corromper la carne de Dios. Por lo tanto, a pesar del hecho de que el hombre y Cristo moran dentro del mismo espacio, es sólo el hombre quien es dominado, usado y entrampado por Satanás. En contraste, Cristo es eternamente inmune a la corrupción de Satanás porque Satanás nunca será capaz de ascender al lugar del altísimo y nunca será capaz de acercarse a Dios. Hoy, todos vosotros debéis entender que sólo es la humanidad, que ha sido corrompida por Satanás, la que Me traiciona, y que este problema siempre será irrelevante para Cristo.
Todas las almas corrompidas por Satanás están bajo el control del campo de acción de Satanás. Sólo aquellos que creen en Cristo han sido separados, salvados del campo de Satanás y traídos al reino de hoy. Estas personas ya no viven bajo la influencia de Satanás. Aun así, la naturaleza del hombre todavía está enraizada en la carne del hombre. Esto quiere decir que, aunque vuestras almas hayan sido salvadas, vuestra naturaleza sigue siendo de su antigua apariencia y la probabilidad de que Me traicionaréis se queda en cien por ciento. Es por eso que Mi obra es tan duradera, porque vuestra naturaleza es demasiado inconmovible. Ahora todos vosotros estáis sufriendo tanto como podéis en cumplir vuestros deberes, pero un hecho innegable es este: Cada uno de vosotros es capaz de traicionarme y regresar al campo de acción de Satanás, a su campo, y regresar a vuestras antiguas vidas. En ese momento no será posible que tengáis una pizca de humanidad o la apariencia de un ser humano como la tenéis ahora. En casos serios, seréis destruidos y además seréis condenados eternamente, para nunca más ser encarnados sino severamente castigados. Este es el problema planteado ante vosotros. Os estoy recordando de esta manera para que, uno, Mi obra no sea en vano, y dos, todos vosotros podáis vivir en días de luz. En realidad, si Mi obra es en vano no es el problema crucial. La clave es que vosotros podáis tener vidas felices y un futuro maravilloso. Mi obra es la obra de salvar las almas de las personas. Si tu alma cae en las manos de Satanás, entonces tu cuerpo no tendrá días tranquilos. Si Yo estoy protegiendo tu cuerpo, entonces tu alma seguramente estará bajo Mi cuidado. Si realmente te aborrezco, entonces tu cuerpo y alma de inmediato caerán en las manos de Satanás. ¿Te puedes imaginar cómo será tu situación entonces? Si un día Mis palabras se pierden en vosotros, entonces os entregaré a todos a Satanás para que os torture doblemente hasta que Mi ira se haya disipado por completo, o Yo os castigaré personalmente a vosotros humanos irredimibles, porque vuestros corazones que Me traicionan nunca han cambiado.
Ahora todos vosotros os debéis examinar tan pronto como sea posible para ver qué tanto de vuestra composición todavía Me traiciona. Estoy esperando vuestra respuesta impacientemente. No Me ignoréis. Nunca juego con las personas. Si lo digo, entonces con toda seguridad lo haré. Espero que todos vosotros seáis personas que toméis Mis palabras con seriedad y no penséis que sólo son una novela de ciencia ficción. Lo que quiero es una acción concreta de vosotros, no vuestras imaginaciones. Después, debéis contestar las siguientes preguntas de Mi parte: 1. Si eres verdaderamente un hacedor de servicio, ¿entonces Me puedes servir lealmente, sin ningún elemento perfunctorio o negativo? 2. Si descubres que nunca te he apreciado, ¿seguirías siendo capaz de quedarte Conmigo y servirme de por vida? 3. Si dedicaste mucho esfuerzo pero todavía soy muy frío contigo, ¿serías capaz de seguir trabajando para Mí en oscuridad? 4. Si, después de que hayas erogado algunas cosas por Mí, Yo no he satisfecho tus insignificantes demandas, ¿estarías desalentado y decepcionado de Mí o incluso te pondrías furioso y gritarías que es abuso? 5. Si siempre has sido muy leal y amoroso conmigo, sin embargo sufres el tormento de la enfermedad, el empobrecimiento de la vida y el abandono de tus amigos y parientes, o soportas cualquier otra desgracia en la vida, entonces ¿todavía continuarían tu lealtad y amor por Mí? 6. Si nada de lo que has imaginado en tu corazón concuerda con lo que he hecho, entonces ¿cómo caminarás tu senda futura? 7. Si no recibes nada de lo que esperabas recibir, entonces ¿puedes seguir siendo Mi seguidor? 8. Si nunca has entendido el propósito y significado de Mi obra, entonces ¿puedes ser una persona obediente que no hace juicios y conclusiones arbitrarios? 9. ¿Puedes atesorar todas las palabras que he dicho y toda la obra que he hecho cuando estoy junto con la humanidad? 10. ¿Eres capaz de ser Mi leal seguidor, dispuesto a sufrir por Mí de por vida, incluso si no recibirás nada? 11. ¿Eres capaz de no considerar, planear o preparar para tu futura senda de sobrevivencia por Mi bien? Estas preguntas son Mis requisitos finales para vosotros y espero que todos vosotros podáis responderme. Si cumples una o dos de las cosas de estas preguntas, entonces todavía necesitas seguir trabajando duro. Si no puedes cumplir ni uno sólo de estos requisitos, entonces seguramente eres el tipo que será echado en el infierno. No necesito decirles nada más a tales personas. Esto porque seguramente no son personas que puedan ser compatibles Conmigo. ¿Cómo podría mantener a alguien en Mi casa que Me podría traicionar bajo cualquier circunstancia? En cuanto a aquellos que todavía Me podrían traicionar bajo la mayoría de las circunstancias, observaré su desempeño antes de hacer otros arreglos. Sin embargo, en tanto que sean personas que sean capaces de traicionarme, independientemente bajo qué condiciones, nunca olvidaré y los recordaré en Mi corazón mientras espero la oportunidad para retribuir sus malas obras. Todos los requisitos que he planteado son problemas en los que os debéis inspeccionar. Espero que todos vosotros los podáis considerar seriamente y que no tratéis Conmigo a la ligera. En un futuro cercano, verificaré frente a Mis requisitos las respuestas que Me habéis dado. Para ese tiempo, no exigiré nada más de vosotros y no os daré más amonestación sincera. En su lugar, ejerceré Mi autoridad. Aquellos que deban ser guardados serán guardados, aquellos que deban ser recompensados serán recompensados, aquellos que deban ser entregados a Satanás serán entregados a Satanás, aquellos que deban recibir un fuerte castigo recibirán un fuerte castigo y aquellos que deban perecer serán destruidos. De esa manera, ya no habrá nadie que Me perturbe en Mis días. ¿Crees Mis palabras? ¿Crees en la retribución? ¿Crees que castigaré a todos aquellos malvados que Me engañan y Me traicionan? ¿Esperas que ese día llegue más temprano o que llegue más tarde? ¿Eres alguien que tiene mucho miedo del castigo o alguien que prefiere resistirme aunque tenga que soportar el castigo? Cuando ese día llegue, ¿puedes imaginar si estarás viviendo en medio de aclamaciones y risas o llorando y rechinando tus dientes? ¿Qué clase de final esperas tener? ¿Alguna vez has considerado seriamente si crees en Mí el cien por ciento o dudas de Mí el cien por ciento? ¿Alguna vez has considerado con cuidado qué clase de consecuencias y final traerán sobre ti tus acciones y comportamiento? ¿Realmente esperas que todas Mis palabras se cumplan una por una, o tienes mucho miedo de que Mis palabras se cumplan una por una? Si esperas que parta pronto con el fin de cumplir Mis palabras, entonces ¿cómo deberías tratar tus propias palabras y acciones? Si no esperas Mi partida y no esperas que todas Mis palabras se cumplan de inmediato, entonces, ¿por qué crees en Mí del todo? ¿Realmente sabes por qué Me estás siguiendo? Si sólo es para ampliar tus horizontes, entonces no tienes que sufrir tales agravios. Si es para que puedas ser bendecido y evadir el desastre futuro, entonces ¿por qué no estás preocupado por tu propia conducta? ¿Por qué no te preguntas si puedes satisfacer Mis requisitos? ¿Por qué no te preguntas también si estás calificado para recibir Mis futuras bendiciones?
Fuente del artículo:  Iglesia de Dios Todopoderoso
Leer más: Un problema muy serio: la traición (1)

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