Testimonios Cristianos | Lo que hay detrás de las mentiras
Cada vez que veía las palabras de Dios llamándonos a ser gente honesta y hablar con precisión, pensaba: “No tengo ningún problema con hablar con precisión. ¿No es sólo llamar al pan, pan, y al vino, vino y decir las cosas como son? ¿No es así de fácil? Lo que siempre me había molestado más en el mundo eran las personas que se adornaban cuando hablaban”. Debido a esto, me sentía superconfiada, pensando que no tenía ningún problema al respecto. Pero sólo por medio de la revelación de Dios descubrí que, sin entrar en la verdad ni cambiar el carácter de uno, uno no puede de ninguna manera hablar con precisión.
Una vez, vi que a XX le faltaba cuidado y consideración hacia el bienestar físico de otras personas, así que dije que no tenían compasión. Luego, sólo por la comunión entendí que nuestro verdadero amor de los unos por los otros se expresa principalmente en el apoyo y ayuda mutuas que traemos a nuestra entrada a la vida. En otra ocasión, cuando vi a XX gastando unos cuantos dólares más de la cuenta en el curso de su deber, dije que esta persona tenía una naturaleza que era muy codiciosa. Sólo después reconocí que hay una diferencia entre las personas que muestran un carácter poco corrupto y ser de esa clase de naturaleza. Después hubo otra ocasión cuando mi líder me preguntó acerca de la condición de una hermana. Debido a que tenía algunas ideas preconcebidas de esta hermana, aunque sabía entonces que debía hacer un reporte imparcial, sin embargo, no pude evitar hablar con severidad de la corrupción que ella había mostrado y no decir una palabra de sus puntos buenos. Cuando ocurrían desviaciones o defectos en mi propia obra, siempre reportaría la situación a los líderes muy en secreto, escondiendo la verdad de los hechos con el fin de proteger mi propio prestigio y estatus…
Ante tales circunstancias, me sentí completamente perpleja: ¿Por qué era que mi corazón estaba dispuesto a hablar la verdad, a hablar con precisión pero cuando abría mi boca nunca podía hablar de una manera objetiva ni precisa? Con esta pregunta, fui delante de Dios para orar y buscar la guía. Luego, leí esto en la comunicación del hombre: “¿Por qué las personas nunca pueden hablar con precisión? Hay tres razones primordiales: Una razón se debe a las suposiciones equivocadas de las personas. La manera en la que ven las cosas está mal por lo que también hablan sin precisión. La segunda razón es que su calibre es muy deficiente. Hacen las cosas sin cuidado, sin ninguna investigación práctica y les gusta escuchar rumores, con el resultado de que terminan agregando muchos embellecimientos. Hay otra razón, que es que las personas tienen malos caracteres. Usan una revoltura de intenciones personales cuando hablan y, con el fin de lograr sus propios objetivos, inventan mentiras para estafar a otros y distorsionar deliberadamente la verdad para engañar a las personas. Esta condición es hecha por el hombre y se debe resolver por la búsqueda de la verdad y por reconocer la propia naturaleza” (La comunión de los de arriba). Cuando vi estas palabras de repente vi la luz. Ahora vi que hablar con precisión no era tan fácil como había pensado. Hay muchos factores que pueden hacer que las personas no hablen con precisión, tales como los puntos de vista de las personas que son erróneamente presuntuosos, que no tienen verdad ni realidad o que tienen un carácter corrupto. En cuanto a mí, cuando veía que otros aparentaban hacer las cosas de una manera que no estaba de acuerdo con mis propios pensamientos, era muy veloz para juzgarlos sin tener compasión. Cuando veía a otros expresando un pequeño carácter corrupto, los definía como un cierto tipo de persona. Cuando tenía una opinión de otra persona y reportaba su situación, exageraría los hechos y agregaría embellecimientos. Al cumplir mi deber, por causa de mis propios intereses, estafaría a otros y engañaría a Dios… ¿Todas estas circunstancias y expresiones no fueron provocadas porque no había entrado en la verdad, porque mi punto de vista era erróneamente presuntuoso, porque no había habido ningún cambio en mi carácter? Sólo ahora entiendo: Sólo cuando uno entiende la verdad, entra en la verdad y cambia su carácter, puede reflejar de manera infalible los hechos objetivos y considerar cada cosa que le sucede de una manera equitativa y justa. Sin poseer la verdad, uno no puede llegar a comprender la esencia del problema y por lo tanto no puede hablar con precisión. Viviendo dentro de la carne corrupta, con un carácter que no ha cambiado y haciendo cosas para las propias intenciones y objetivos de uno, es aún menos probable que uno pueda hablar con precisión.
¡Oh Dios! ¡Doy gracias por Tu esclarecimiento y guía que me hicieron reconocer que estaba siendo tan ingenua y absurda para mantener la visión de que podía hablar con precisión dependiendo de mi propia naturalidad y dependiendo de mi propia perseverancia! Que pudiera jactarme de una manera tan arrogante, ignorante, expone aún más cómo no reconocía completamente qué tan profundo Satanás me había corrompido. A partir de hoy, quiero poner mucho más esfuerzo en buscar la verdad, no escatimar esfuerzos en buscar un cambio en mi carácter, practicar ver a las personas y a las cosas de acuerdo con las palabras de Dios, y luchar para pronto ser una persona honesta que hable con precisión y trabaje en serio.
De "Testimonios de experiencia del juicio de Cristo"
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