lunes, 28 de octubre de 2019

¿Cómo guió Dios a la humanidad en la Era de la Ley del Antiguo Testamento?

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Después de que los seres humanos fueron corrompidos por Satanás, no sabían cómo adorar a Dios, ni sabían cómo vivir en la tierra. Entonces ¿cómo obró Dios para guiar a la humanidad? ¿Cuáles son el propósito y el significado de la proclamación de Dios de los mandamientos y las leyes?

Dios dice: “Durante la Era de la Ley, Jehová estableció muchos mandamientos para que Moisés los promulgase a los israelitas que lo seguían para salir de Egipto. Estos mandamientos fueron dados por Jehová a los israelitas y no guardaban ninguna relación con los egipcios; tenían el propósito de refrenar a los israelitas. Él usó los mandamientos para exigirles. Bien sea que guardaran el día de reposo, que respetaran a sus padres, que no adoraran ídolos y demás, estos eran los principios por los que se les juzgaba como pecaminosos o justos. Entre ellos hubo algunos que fueron consumidos por el fuego de Jehová, otros que fueron apedreados, y algunos que recibieron la bendición de Jehová, todo esto determinado conforme a si obedecían o no estos mandamientos. Quienes no guardasen el día de reposo serían apedreados. Los sacerdotes que no guardasen el día de reposo serían consumidos por el fuego de Jehová. Quienes no mostrasen respeto a sus padres también serían apedreados. Todo esto fue encomendado por Jehová. Él estableció Sus mandamientos y leyes para que, al ser guiado por Él durante su vida, el pueblo escuchara y obedeciera Su palabra, y no se rebelara contra Él. Empleó estas leyes para mantener bajo control a la raza humana recién nacida, para crear las bases para Su obra futura. Así, con base en la obra que hizo Jehová, la primera era fue llamada la Era de la Ley”.
“Al principio, guiar al hombre durante la Era de la Ley del Antiguo Testamento era como guiar la vida de un niño. La humanidad más antigua recién nació de Jehová; fueron los israelitas, que no sabían cómo venerar a Dios o vivir en la tierra. Es decir, Jehová creó a la humanidad, esto es, creó a Adán y Eva, pero no les dio las facultades para entender cómo venerar a Jehová o seguir las leyes de Jehová sobre la tierra. Sin la guía directa de Jehová, nadie podría saber esto directamente, porque en el principio el hombre no poseía tales facultades. El hombre sólo sabía que Jehová era Dios, y no tenía idea de cómo venerarlo, qué hacer para venerarlo, con qué mentalidad hacerlo, y qué ofrecer en Su reverencia. El hombre sólo sabía cómo disfrutar de lo que podía disfrutarse entre todas las cosas creadas por Jehová. El hombre no tenía ni idea de qué tipo de vida sobre la tierra encajaba con la de una criatura de Dios. Sin instrucciones, sin alguien que los guiara personalmente, esa humanidad nunca podría llevar una vida apropiada, y sólo podría ser capturada furtivamente por Satanás. [...] Por ello, después de la creación de la humanidad, la obra de Jehová estaba lejos de terminarse. Él aún no había guiado por completo a la humanidad para que viniera ante de Él, con el fin de que ella fuese capaz de vivir juntos en la tierra y reverenciarlo, y por consiguiente ella pudiera, con Su guía, entrar en la vía correcta de una vida humana normal en la tierra. Sólo de esta forma se completó del todo la obra que se había llevado a cabo principalmente bajo el nombre de Jehová; esto es, sólo de esta forma concluyó la obra de Jehová de crear el mundo. Y así, como creó a la humanidad, tuvo que guiar su vida en la tierra durante varios miles de años, de forma que esta fuera capaz de guardar Sus decretos y leyes, así como de participar en todas las actividades de una vida humana apropiada sobre la tierra. Sólo entonces se completó del todo la obra de Jehová”.
En la era de la ley, Dios guiaba a la humanidad a vivir en la tierra. Al promulgar las leyes y los mandamientos, Él le dijo a la gente los principios de ser humano: no se podía pecar ni resistirse a Dios. Si uno pecó y ofendió a Dios, cómo debió ofrecer sacrificios para ser perdonado, como ofrecer una ofrenda por el pecado, una ofrenda de paz y holocaustos, etc., si no sacrificó, sería maldecido, condenado y ejecutado por las leyes. Ofrecer sacrificio es la única forma en que Dios les dió la misericordia a las personas. Solo si actuaron de esta manera, Dios perdonaría sus pecados. Si una persona adoró y amó a Dios, sería bendecido y Dios bendeciría a las mil generaciones; si una persona hizo el mal y se resistió a Dios, Dios castigaría sus pecados hasta la tercera o cuarta generación. Cuando Dios guió a la humanidad en la Era de la Ley, Dios expresaba Su carácter a través de las leyes y los mandamientos y Él guiaba a los seres humanos a vivir en la tierra de esta manera, haciéndoles saber qué tipo de personas eran bendecidas, qué tipo de personas estaban plagadas y cuando alguien ha cometido un delito, cómo lo resolvería. Esta es la obra que Dios dirigía a la vida de la humanidad en la tierra. Bueno, hasta aquí, concluimos el sermón de hoy, y mañana continuaremos comunicándonos con usted: ¿Por qué Dios se hizo carne para hacer la obra de la redención? ¿Cuáles son el propósito y el significado de la obra de redención del Señor Jesús? ¡Por favor, preste atención!
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