Algunos hermanos y hermanas nos han enviado mensajes diciendo que ya han sabido cómo hacen devociones espirituales eficaces gracias a las dos últimas comunicaciones de nosotros, y ahora se sienten más íntimos con Dios. Al ver estos, no podemos evitar a agradecer la guía de Dios. Así que, hoy vamos a seguir comunicando el último principio de práctica.
Tercero, lo más importante es meditar la Palabra de Dios y reflexionarnos combinando con ella
No debemos satisfacernos meramente con el entendimiento del significado literal de la Palabra de Dios o la capacidad de memorizar algunos párrafos cuando hacemos devociones espirituales, sino que debemos meditar más las palabras de Dios y reflexionar cuántas cosas tenemos aún que no están alineadas con la voluntad de Dios.
Las palabras de Dios dice: “Al leer Sus palabras, Pedro no estaba centrado en entender las doctrinas y, menos aún, en conseguir conocimiento teológico, sino en comprender la verdad y la voluntad de Dios, y lograr un entendimiento de Su carácter y Su encanto. Intentó, asimismo, comprender los diversos estados corruptos del hombre a partir de las palabras de Dios, la corrupta naturaleza del hombre y sus verdaderas deficiencias, y alcanzar todos los aspectos de las exigencias que Dios le hace al hombre, para que lo satisfaga. ¡Tuvo tantas prácticas correctas en las palabras de Dios! Es lo que más se ajusta a la voluntad de Dios, y es la mejor colaboración del hombre en su experiencia de la obra de Dios”. De estas palabras podemos ver que cuando Pedro leía las palabras de Dios, no prestaba atención a entender doctrinas ni mucho menos el conocimiento teológico. En cambio, se enfocaba en meditar la voluntad de Dios y conocer su propio carácter corrupto, y luego podía actuar exactamente según los requisitos de Dios, deshaciéndose de su naturaleza satánica y siendo conforme al corazón de Dios.
El Señor Jesús dijo: “En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). El Señor Jesús nos dijo que con que fuéramos como un niño, una persona honesta, inocente y abierta, que podríamos entrar en el reino de los cielos. Por lo tanto, cuando leamos las palabras de Dios, debemos reflexionar sobre nosotros mismos para ver si hemos alcanzado requisitos de Dios y qué carácter corrupto nos obstaculiza en caso de que aún no hemos podido alcanzarlo, y cómo debemos orarlo y practicar Sus palabras después de que hemos descubierto nuestros defectos. Siempre y cuando nos reflexionemos de esta manera al hacer devocional, nuestros caracteres corruptos se desharán poco a poco y seremos elogiados por Dios.
Scripture quotations taken from www.LBLA.com
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