Distinguir el verdadero Cristo y los falsos: la obra de Dios siempre es nueva y nunca vieja, Él no repite la misma obra

El Señor Jesús dijo: “Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo” (Lucas 5:36). Los Israelíes ayunaban una vez al año en el día de la expiación durante la Era de la Ley del Antiguo Testamento. La liturgia vieja ya no se aplicaba cuando el Señor Jesús trajo Su salvación, sino que debían practicar según nuevos requisitos del Señor. Esta parábola nos dice que la obra de Dios siempre es nueva y nunca vieja, que la obra redentora que trajo Él era nueva, que Él no iba a hacer una nueva obra mientras hacía una vieja, de ser ese el caso, la nueva obra no podía generar. De forma parecida, cuando el Señor Jesús venga en los últimos días, llevará a cabo una nueva obra, y las obras anteriores no serán mencionadas. Si dominamos este principio que hace Dios obras, sabremos cómo distinguir entre el verdadero Cristo y los falsos cristos.

La Palabra de Dios dice: "Si durante la época actual emerge una persona capaz de exhibir señales y maravillas, echar fuera demonios, sanar a los enfermos y llevar a cabo muchos milagros, y si esta persona declara ser Jesús que ha venido, sería la falsificación por parte de espíritus malos y su imitación de Jesús. ¡Recuerda esto! Dios no repite la misma obra. La etapa de la obra de Jesús ya ha sido completada, y Dios nunca más la acometerá. [...] Si durante los últimos días, Dios siguiera exhibiendo señales y maravillas, echara fuera demonios y sanara a los enfermos —si hiciera exactamente lo mismo que Jesús—, Dios estaría repitiendo la misma obra, y la de Jesús no tendría significado ni valor. Así pues, Dios lleva a cabo una etapa de la obra en cada era. Una vez completada cada etapa de la obra, los espíritus malignos la imitan pronto, y después de que Satanás empiece a pisarle los talones a Dios, este cambia a un método diferente. Una vez que Dios ha completado una etapa de Su obra, los espíritus malignos la imitan. Debes tener claro esto. [...] La obra de Dios nunca se conforma a las nociones del hombre, porque Su obra siempre es nueva y nunca vieja".
De “La Palabra manifestada en carne”

De la Palabra de Dios, podemos ver que Dios siempre es nuevo y nunca viejo, Él no repite la misma obra. Tal como cuando el Señor Jesús vino a llevar a cabo Su obra, abrió la Era de la Gracia terminando la de la Ley, hizo una etapa de la obra redentora, redimió a la humanidad del pecado, y con el fin de lograr efectos en Su obra, Él exhibió algunos milagros. Si el Señor Jesús aún lleva a cabo la misma obra como la de la Era de la Gracia cuando regrese en los últimos días, cura y echa fuera demonios para la humanidad, exhibe milagros y ser crucificado en la cruz, entonces, la obra de Dios no tendrá sentido ni valor. Por lo tanto, en los últimos días, Dios realizará una etapa de la obra más nueva y más alta basando en la obra de la Era de la Gracia. En otras palabras, abrirá una nueva era, dará nuevas prácticas y verdades al hombre. En resumen, la obra de Dios siempre va avanzando, elevándose cada vez más con cada paso, nunca se ha repetido.

La esencia de los falsos cristos es un espíritu maligno, no poseen verdades ni pueden hacer la obra del Dios mismo ni son capaces de expresar verdades y dar caminos de práctica al hombre. Sólo imitan la obra anterior que ha hecho el Señor Jesús, exhiben algunos milagros simples para confundir a aquellos que no tienen capacidad alguna de discernir. Son incapaces de emular muchas obras del Señor Jesús, tales como resucitar a los muertos; alimentar a cinco mil personas con cinco panes y dos peces; calmar a viento y mar. Por eso, ahora si alguien hace milagros y dice que él es Cristo, sin duda de que es el falso Cristo, la personificación del diablo.

Scripture quotations taken from www.LBLA.com

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