miércoles, 22 de enero de 2020

¿Por qué habría de regresar el Señor Jesús en los últimos días para realizar la obra del juicio tras concluir la obra de redención?

1. El Señor Jesús ha concluido la obra de redención; ¿ha concluido Dios Su obra de salvación de la humanidad?
El Señor Jesús realizó la obra de redención en la Era de la Gracia y, en la cruz, dijo: “¡Consumado es!”. Por eso muchos creyentes piensan que la obra de Dios de salvación de la humanidad está totalmente terminada, que el Señor Jesús nos absolvió de todos nuestros pecados y que cuando Él regrese nos arrebatará directamente al reino de los cielos. Sin embargo, las personas de la Era de la Gracia siguen atadas por su naturaleza pecaminosa, pecan constantemente y se han vuelto cada vez más depravadas. Está escrito en la Biblia: “[…] seréis, pues, santos porque yo soy santo” (Levítico 11:45). “La santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). Es evidente que el Señor Jesús sólo llevó a cabo la obra de redención, no la de purificación total de la naturaleza pecaminosa de la humanidad. Quienes deseen alcanzar la salvación completa y entrar en el reino de los cielos necesitan otra etapa de la obra de Dios: la obra de salvación completa.
Versículos bíblicos como referencia
"Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir" (Juan 16:12-13).
"Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan" (Hebreos 9:28).
"Que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo" (1 Pedro 1:5).
"En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre" (Juan 8:34-35).
"Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final" (Juan 12:47-48).
Las palabras relevantes de Dios
Para el hombre, la crucifixión de Dios concluyó la obra de Su encarnación, redimió a toda la humanidad y esto le permitió tomar posesión de las llaves del Hades. Todos piensan que Su obra se ha cumplido por completo. En realidad, para Dios sólo se ha realizado una pequeña parte de Su obra. Sólo ha redimido a la humanidad; no la ha conquistado, y menos aún ha cambiado la fealdad de Satanás en el hombre. Por esta razón, Dios afirma: “Aunque Mi carne encarnada pasó por el dolor de la muerte, esa no fue la meta total de Mi encarnación. Jesús es Mi amado Hijo y fue clavado en la cruz por Mí, pero no concluyó del todo Mi obra. Sólo llevó a cabo una porción de ella”.
de “Obra y entrada (6)”

En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe. Sin embargo, seguía habiendo en quienes creían algo rebelde y opuesto a Dios, y que había que seguir quitando lentamente. La salvación no significaba que el hombre hubiera sido ganado por completo por Jesús, sino que ya no pertenecía al pecado, que sus pecados habían sido perdonados: si creías, ya no pertenecías al pecado.

de “La visión de la obra de Dios (2)”

Aunque el hombre ha sido redimido y se le han perdonado sus pecados, sólo se considera que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre vive en la carne y no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando interminablemente el carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayoría de los hombres pecan durante el día y se confiesan por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para ellos, no podría salvarlos del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto. Por ejemplo, cuando las personas supieron que descendían de Moab, pronunciaron palabras de queja, dejaron de buscar la vida, y se volvieron totalmente pasivas. ¿No muestra esto que siguen siendo incapaces de someterse plenamente al dominio de Dios? ¿No es precisamente este el carácter satánico corrupto? Cuando no estabas siendo sometido al castigo, tus manos se levantaban más alto que todas las demás, incluidas las de Jesús. Y clamabas en voz alta: “¡Sé un hijo amado de Dios! ¡Sé un íntimo de Dios! ¡Mejor sería morir antes que someternos a Satanás! ¡Nos rebelamos contra el viejo Satanás! ¡Nos rebelamos contra el gran dragón rojo! ¡Que el gran dragón rojo caiga completamente del poder! ¡Que Dios nos haga completos!”. Tus gritos eran más fuertes que todos los demás. Pero entonces llegaron los periodos de castigo y, una vez más, se manifestó el carácter corrupto de las personas. Entonces, sus gritos cesaron, y ellas ya no tuvieron determinación. Esta es la corrupción del hombre; esta es más profunda que el pecado, plantada por Satanás y profundamente arraigada dentro del hombre. No resulta fácil para el hombre ser consciente de sus pecados; es incapaz de reconocer su propia naturaleza profundamente arraigada. Tales efectos sólo pueden conseguirse a través del juicio por la palabra. Sólo así puede el hombre ser cambiado gradualmente de ahí en adelante.

de “El misterio de la encarnación (4)”

Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios, ¿puedes ser conforme al corazón de Dios? Para ti, que aún eres del viejo ser, es cierto que Jesús te salvó y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios, pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro. ¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado? En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable, pero sigues deseando descender con Jesús; ¡tendrías que tener tanta suerte! Te has saltado un paso en tu creencia en Dios: simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado. Para que seas conforme al corazón de Dios, Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte; si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad. De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios, porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre, que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento. Y así, tú, un pecador que acaba de ser redimido, no puedes heredar directamente la herencia de Dios.

de “Acerca de los apelativos y la identidad”

Antes de que el hombre fuera redimido, muchos de los venenos de Satanás ya fueron plantados dentro de él. Después de miles de años de corrupción de Satanás, el hombre ya tiene dentro de sí una naturaleza que resiste a Dios. Por tanto, cuando ha sido redimido, no es nada más que una redención en la que se le ha comprado por un alto precio, pero la naturaleza venenosa de su interior no se ha eliminado. El hombre que está tan inmundo debe pasar por un cambio antes de ser digno de servir a Dios. Por medio de esta obra de juicio y castigo, el hombre llegará a conocer plenamente la esencia inmunda y corrupta de su interior, y podrá cambiar completamente y ser purificado. Sólo de esta forma puede ser el hombre digno de regresar delante del trono de Dios.

de “El misterio de la encarnación (4)”

Debes saber qué tipo de personas deseo; los impuros no tienen permitido entrar en el reino, no pueden mancillar el suelo santo. Aunque puedas haber realizado muchas obras y hayas obrado durante muchos años, si al final sigues siendo deplorablemente inmundo, ¡es intolerable para la ley del Cielo que desees entrar en Mi reino! Desde la fundación del mundo hasta hoy, nunca he ofrecido acceso fácil a Mi reino a cualquiera que se congracia conmigo. Esta es una norma celestial ¡y nadie puede quebrantarla!

de “El éxito o el fracaso dependen de la senda que el hombre camine”
Scripture quotations taken from www.LBLA.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario