lunes, 23 de marzo de 2020

El significado del juicio de Dios en los últimos días se puede ver en sus resultados logrados


Versículos bíblicos como referencia:
Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra. Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona. Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:10-12).

Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:4-5).
Las palabras relevantes de Dios:
La obra de los últimos días es separar a todos según su tipo, concluir el plan de gestión de Dios, porque el tiempo está cerca y el día de Dios ha llegado. Dios trae a todos los que han entrado en Su reino, es decir, a todos los que le han sido leales hasta el final, a la era de Dios mismo. Sin embargo, hasta la llegada de la era de Dios mismo la obra que Dios debe hacer no es la de observar las acciones del hombre ni indagar sobre la vida del hombre, sino juzgar su rebelión, porque Dios purificará a todos los que vengan ante Su trono. Todos los que han seguido los pasos de Dios hasta el día de hoy son los que han venido ante el trono de Dios, y siendo esto así, cada persona que acepta la obra de Dios en su fase final es el objeto de la purificación de Dios. En otras palabras, todo el que acepta la obra de Dios en su fase final es el objeto del juicio de Dios.
de ‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Hoy Dios os juzga y os castiga y os condena, pero sabe que tu condenación es para que te puedas conocer a ti mismo. Condenación, maldición, juicio, castigo, todos estos son para que te puedas conocer a ti mismo para que tu carácter pueda cambiar y, sobre todo, para que puedas conocer tu valía y ver que todas las acciones de Dios son justas y de acuerdo con Su carácter y las necesidades de Su obra que Él obra de acuerdo con Su plan para la salvación del hombre y que Él es el Dios justo que ama al hombre y salva al hombre y quien juzga y castiga al hombre. Si sólo sabe que eres de un estatus humilde y que estás corrompido y que eres desobediente, pero no sabes que Dios quiere poner en claro Su salvación por medio del juicio y el castigo que Él hace en ti hoy, entonces no tienes manera de experimentar, ni mucho menos puedes seguir adelante. Dios no ha venido a matar ni a destruir sino a juzgar, maldecir, castigar y salvar. Antes de la terminación de Su plan de gestión de 6.000 años —antes de que haga manifiesto el fin de cada categoría del hombre— la obra de Dios en la tierra es en aras de la salvación, todo es con el fin de hacer totalmente completos a aquellos que lo aman y someterlos a Su dominio. No importa cómo Dios salve a las personas, todo se hace haciéndolas escapar de su antigua naturaleza satánica; es decir, Él las salva haciéndolas buscar la vida. Si ellas no buscan la vida, entonces no tendrán manera de aceptar la salvación de Dios. La salvación es la obra de Dios mismo y la búsqueda de vida es algo que el hombre debe poseer con el fin de aceptar la salvación. A los ojos del hombre, la salvación es el amor de Dios y el amor de Dios no puede ser castigo, juicio y maldición; la salvación debe contener amor, compasión y, además, las palabras de consuelo y debe contener las bendiciones ilimitadas otorgadas por Dios. Las personas creen que cuando Dios salva al hombre lo hace tocándolo y haciendo que le entregue su corazón a través de Sus bendiciones y gracia. Es decir, cuando Él toca a los hombres, Él los salva. Salvación como esta es la salvación en la que se está haciendo un intercambio. Sólo cuando Dios le otorga cien veces más, el hombre se supeditará al nombre de Dios y luchará por hacer el bien para Dios y darle gloria. Esta no es la voluntad de Dios para la humanidad. Dios ha venido para obrar en la tierra con el fin de salvar a la humanidad corrupta, no hay falsedad en esto; si no, Él ciertamente no vendría a hacer Su obra en persona. En el pasado, Su medio de salvación fue mostrando el máximo amor y compasión, tal que le dio Su todo a Satanás a cambio de toda la humanidad. Hoy nada es como en el pasado: hoy, vuestra salvación ocurre en el tiempo de los últimos días, durante la clasificación de cada uno de acuerdo a su especie; el medio de vuestra salvación no es amor ni compasión, sino castigo y juicio con el fin de que el hombre pueda ser salvado plenamente. Así, todo lo que recibís es castigo, juicio y golpes despiadados, pero sabed que en este golpe cruel no hay el más mínimo castigo, sabed que independientemente de qué tan severas sean Mis palabras, lo que os ocurre sólo son unas cuantas palabras que os parecen totalmente desalmadas y sabed que, independientemente de qué tan grande sea Mi ira, lo que viene sobre vosotros todavía son palabras de enseñanza y no tengo la intención de lastimaros o haceros morir. ¿No es todo esto un hecho? Sabed eso hoy, ya sea un juicio justo o un refinamiento y castigo crueles, todo es en aras de la salvación. Independientemente de si hoy existe la clasificación de cada uno de acuerdo con su especie, o el dejar al descubierto las categorías del hombre, todas las declaraciones y la obra de Dios son con el fin de salvar a aquellos que verdaderamente aman a Dios. El juicio justo es con el fin de purificar al hombre, el refinamiento cruel es con el fin de limpiar al hombre, las palabras severas o el castigo, todo es con el fin de purificar y en aras de la salvación. Y así, el método de salvación en la actualidad es diferente al del pasado. Hoy, el juicio justo os salva y es una buena herramienta para clasificaros a cada uno de acuerdo a la especie y el castigo despiadado os trae salvación suprema, ¿y qué tenéis que decir frente a este castigo y juicio? ¿No habéis gozado la salvación de principio a fin? Habéis visto tanto a Dios encarnado como os habéis percatado de Su omnipotencia y sabiduría; además, habéis experimentado repetidos golpes y disciplina. Pero, ¿no habéis recibido también la gracia suprema? ¿No son vuestras bendiciones mayores que las de los demás? ¡Vuestras gracias son más abundantes que la gloria y las riquezas disfrutadas por Salomón! Pensad en esto: Si Mi intención en venir fuera condenaros y castigaros y no para salvaros, ¿podrían vuestros días haber durado tanto? ¿Podríais vosotros, estos seres pecadores de carne y sangre, haber sobrevivido hasta el día de hoy? Si sólo fuera con el objetivo de castigaros, ¿por qué me habría hecho carne y embarcado en tan grande empresa? ¿Acaso no me tomaría simplemente el tiempo que lleva pronunciar una palabra castigaros a vosotros, simples mortales? ¿Todavía tendría ganas de destruiros después de condenaros? ¿No creéis todavía estas palabras mías? ¿Podría salvar al hombre sólo por medio del amor y la compasión? ¿O podría sólo usar la crucifixión para salvar al hombre? ¿No es Mi carácter justo más favorable para hacer al hombre completamente obediente? ¿No es más capaz de salvar completamente al hombre?
Aunque Mis palabras puedan ser severas, todas se dicen para la salvación del hombre, ya que sólo estoy hablando palabras y no castigando la carne del hombre. Estas palabras hacen que el hombre viva en la luz, que sepa que la luz existe, que sepa que la luz es preciosa y, más aún, que sepa cuán beneficiosas son estas palabras para el hombre y que sepa que Dios es salvación. Aunque he dicho muchas palabras de castigo y juicio, no se han hecho en vosotros en acción. He venido a hacer Mi obra, a hablar Mis palabras y, aunque Mis palabras puedan ser severas, se dicen como juicio de vuestra corrupción y vuestra rebeldía. El propósito de que Yo haga esto sigue siendo salvar al hombre del campo de acción de Satanás, usar Mis palabras para salvar al hombre; Mi propósito no es dañar al hombre con Mis palabras. Mis palabras son severas para que se puedan obtener los resultados de Mi obra. Sólo por medio de obrar de esta manera puede el hombre conocerse a sí mismo y puede librarse de su carácter rebelde. El mayor significado de la obra de las palabras es permitirles a las personas poner la verdad en práctica después de haber entendido la verdad, lograr cambios en su carácter y alcanzar el conocimiento de ellas mismas y de la obra de Dios. Sólo el medio de obrar a través del habla puede permitir la comunicación entre Dios y el hombre; sólo las palabras pueden explicar la verdad. Obrar de esta manera es el mejor medio para conquistar al hombre, aparte de la declaración de las palabras, ningún otro método puede darle al hombre un entendimiento más claro de la verdad y de la obra de Dios y así, en Su última etapa de la obra, Dios le habla al hombre con el fin de hacerle accesible todas las verdades y los misterios que no entiende, permitiéndole conseguir el verdadero camino y la vida de Dios y así satisfacer la voluntad de Dios.
de ‘Deberías desechar las bendiciones del estatus y entender la voluntad de Dios para la salvación del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
De verdad, la obra que se está haciendo ahora es para que la gente abandone a Satanás, para que abandone a su antiguo antepasado. Todos los juicios por la palabra tienen como meta exponer el carácter corrupto de la humanidad y permitirle a la gente entender la esencia de la vida. Todos estos juicios repetidos atraviesan los corazones de la gente. Cada juicio impacta de manera directa su destino y tiene la intención de herir sus corazones para que ellos pudiesen soltar todas esas cosas y de esta manera llegar a conocer la vida, conocer este mundo inmundo y también conocer la sabiduría y omnipotencia de Dios y conocer a esta humanidad corrupta por Satanás. Cuanto más haya este tipo de castigo y juicio, más se puede herir el corazón del hombre y más se puede despertar su espíritu. Despertar los espíritus de la gente extremadamente corrupta y más profundamente engañada es la meta de esta clase de juicio. El hombre no tiene espíritu, es decir, su espíritu murió hace mucho y no sabe que hay un cielo, no sabe que hay un Dios y ciertamente no sabe que está luchando en el abismo de la muerte: ¿cómo sería posible ser capaz de saber que está viviendo en este infierno malvado en la tierra? ¿Cómo sería posible ser capaz de saber que este cadáver podrido suyo, por la corrupción de Satanás, ha caído en el Hades de la muerte? ¿Cómo sería posible ser capaz de saber que todo en la tierra hace mucho ha sido arruinado más allá de ser reparado por la humanidad? ¿Y cómo sería posible ser capaz de saber que el Creador ha venido a la tierra hoy y está buscando un grupo de gente corrupta a quien Él pueda salvar? Incluso después de que el hombre experimente cada refinamiento y juicio posibles, su conciencia oscurecida apenas si se conmueve y es virtualmente insensible. ¡La humanidad está tan degenerada! Aunque esta clase de juicio es como el cruel granizo que cae del cielo, esto es de gran beneficio para el hombre. Si no fuera porque se juzga a la gente de esta manera, no habría ningún resultado y sería absolutamente imposible salvar a la gente del abismo de la miseria. Si no fuera por esta obra, sería muy difícil que las personas salieran del Hades porque sus corazones hace mucho que murieron y sus espíritus hace mucho tiempo que fueron pisoteados por Satanás. Para salvaros a vosotros que os habíais hundido en lo más hondo de las profundidades de la degeneración requiere llamaros enérgicamente, juzgaros enérgicamente y sólo entonces esos vuestros corazones fríos como el hielo serían despertados.
de ‘Sólo los perfeccionados pueden vivir una vida significativa’ en “La Palabra manifestada en carne”
Todos vosotros vivís en un lugar de pecado y libertinaje; todos sois personas libertinas y pecadoras. Hoy no sólo podéis ver a Dios, sino lo que es más importante, habéis recibido castigo y juicio, la más profunda salvación, es decir, el amor más grande de Dios. Todo lo que Él hace es amor verdadero por vosotros; no tiene malas intenciones. Él os juzga por vuestros pecados, para que os examinéis y recibáis esta tremenda salvación. Todo esto se hace para obrar al hombre. De principio a fin, Dios ha hecho todo lo posible para salvar al hombre, y sin duda no está dispuesto a destruir completamente al hombre que creó con Sus propias manos. Ahora, Él ha venido entre vosotros para obrar; ¿no es esto aún más salvación? Si Él os odiara, ¿seguiría haciendo una obra de tal magnitud para guiaros personalmente? ¿Por qué iba a sufrir así? Dios no os odia ni tiene ninguna mala intención hacia vosotros. Deberíais saber que el amor de Dios es el más verdadero de todos. Es sólo por culpa de la desobediencia de las personas que Él tiene que salvarlas por medio del juicio; de lo contrario, no se salvarían. Como no sabéis cómo llevar una vida o cómo vivir, vivís en este lugar libertino y pecador, y sois diablos libertinos e inmundos, Él no soporta dejar que os volváis aún más depravados; tampoco soporta veros vivir en un lugar inmundo como este, pisoteados por Satanás a su antojo, o para dejaros caer en el Hades. Él sólo quiere ganar a este grupo de vosotros y salvaros totalmente. Este es el propósito principal de hacer la obra de conquista en vosotros, es sólo para salvación. Si no puedes ver que todo lo hecho en ti es amor y salvación, si crees que es sólo un método, una forma de atormentar al hombre y algo que no es digno de confianza, ¡entonces es mejor que vuelvas a tu mundo para sufrir dolor y dificultad! Si estás dispuesto a estar en esta corriente y disfrutar de este juicio y esta salvación inmensa, de toda esta bendición que no puede encontrarse en ninguna parte del mundo humano, y de este amor, mantente sumisamente en esta corriente para aceptar la obra de conquista de forma que puedas ser perfeccionado. Aunque ahora estás sufriendo algún dolor y refinamiento debido al juicio, este dolor es valioso y significativo. Aunque el castigo y el juicio son refinamientos y revelaciones inmisericordes al hombre, cuyo propósito es castigar sus pecados y a su carne, nada de esta obra tiene la intención de condenar y extinguir su carne. Las duras revelaciones de la palabra tienen, todas, el propósito de guiarte por la senda correcta. Habéis experimentado personalmente mucho de esta obra y, claramente, ¡no os ha llevado a una senda mala! Todo esto es para permitirte vivir una humanidad normal; todo ello es algo que tu humanidad normal puede lograr. Cada paso de la obra se realiza con base en tus necesidades, según tus debilidades, y según tu estatura real, y no se os coloca ninguna carga insoportable. Aunque eres incapaz de ver esto claramente ahora y sientes que estoy siendo duro contigo, aunque sigues pensando que la razón por la que te castigo y juzgo cada día y te reprendo cada día es que te odio, y aunque lo que recibes es castigo y juicio, en realidad es todo amor por ti, también una gran protección para ti.
de ‘La verdad interna de la obra de conquista (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Frente al estado del hombre y su actitud hacia Dios, Dios ha hecho una nueva obra permitiéndole al hombre poseer tanto el conocimiento de Él como la obediencia hacia Él, y tanto el amor como el testimonio. Por lo tanto, el hombre debe experimentar el refinamiento que Dios le hace así como Su juicio, tratando con él y podándolo, porque sin esto el hombre nunca conocería a Dios y nunca podría amar verdaderamente a Dios y dar testimonio de Él. El refinamiento que Dios le hace al hombre no es sólo en aras de un efecto unilateral sino en aras de un efecto multifacético. Sólo de esta manera Dios hace la obra de refinamiento en los que están dispuestos a buscar la verdad, con el fin de que Dios perfeccione la determinación del hombre y su amor. A los que están dispuestos a buscar la verdad, que anhelan a Dios, nada les es más significativo o de mayor ayuda que un refinamiento como este. El carácter de Dios, el hombre no lo conoce ni la entiende fácilmente, porque Dios, al final de cuentas, es Dios. En última instancia, es imposible que Dios tenga el mismo carácter que el hombre y por eso al hombre no le es fácil conocer Su carácter. El hombre no posee por naturaleza la verdad y los que Satanás ha corrompido no la pueden entender con facilidad; el hombre está privado de la verdad y desprovisto de la determinación de poner en práctica la verdad y si no sufre y si no es refinado ni juzgado, entonces su determinación nunca será perfeccionada. Para todas las personas, el refinamiento es penosísimo y muy difícil de aceptar, sin embargo, es durante el refinamiento que Dios deja en claro el carácter justo que tiene hacia el hombre y hace público lo que le exige al hombre y provee más iluminación, y una poda y un trato más reales; por medio de la comparación entre los hechos y la verdad, le da al hombre un mayor conocimiento de sí mismo y de la verdad y le da al hombre una mayor comprensión de la voluntad de Dios, permitiéndole así al hombre tener un amor por Dios más sincero y más puro. Esas son las metas que Dios tiene cuando lleva a cabo el refinamiento. Toda la obra que Dios hace en el hombre tiene sus propias metas y significado; Dios no obra sin sentido ni tampoco hace una obra que no sea benéfica para el hombre. El refinamiento no quiere decir quitar a las personas de delante de Dios ni tampoco quiere decir destruirlas en el infierno. Quiere decir cambiar el carácter del hombre durante el refinamiento, cambiar sus motivos y sus antiguos puntos de vista, cambiar su amor por Dios y cambiar toda su vida. El refinamiento es una prueba real del hombre y una forma de entrenamiento real y sólo durante el refinamiento puede su amor cumplir su función inherente.
de ‘Solo experimentando el refinamiento puede el hombre poseer el verdadero amor’ en “La Palabra manifestada en carne”
Cuando Dios obra para refinar al hombre, el hombre sufre. Entre mayor es su refinamiento, mayor es su amor por Dios y más del poder de Dios se hace evidente en él. Cuanto menos refinamiento tiene el hombre, tiene menos amor por Dios y menos del poder de Dios se hace evidente en él. Cuanto mayor su refinamiento y dolor y más su tormento, más profundo su amor verdadero y su fe real hacia Dios, y más profundo su conocimiento de Dios. En tus experiencias verás que los que sufren gran refinamiento y dolor, y mucho trato y disciplina, tienen un profundo amor por Dios y un conocimiento de Dios más profundo y perceptivo. Los que no han experimentado ningún trato sólo tienen un conocimiento superficial y sólo pueden decir: “Dios es tan bueno, les da a las personas gracia para que lo puedan gozar a Él.” Si las personas han experimentado el trato y la disciplina, entonces podrán hablar del verdadero conocimiento de Dios. Por tanto, cuanto más maravillosa es la obra de Dios en el hombre, más valiosa e importante es; cuanto más impenetrable te sea y cuanto más incompatible sea con tus concepciones, más puede la obra de Dios conquistarte, ganarte y perfeccionarte. ¡El significado de la obra de Dios es tan grandioso! Si Él no refinara al hombre de esta manera, si Él no obrara por este medio, entonces la obra de Dios sería ineficaz y no tendría significado. Esta es la razón que hay detrás del extraordinario significado de Su selección de un grupo de personas durante los últimos días. Antes se dijo que Dios escogería y ganaría a este grupo. Cuanto mayor es la obra que Él lleva a cabo dentro de vosotros, más profundo y más puro es vuestro amor por Dios, y cuanto mayor la obra de Dios, más puede el hombre valorar Su sabiduría y más profundo es el conocimiento que el hombre tiene de Él. Durante los últimos días, seis mil años del plan de gestión de Dios llegarán a su fin. ¿Es posible que pueda acabar justo así, tan fácilmente? Una vez que Él conquiste a la humanidad, ¿habrá terminado Su obra? ¿Puede ser tan simple? Las personas imaginan que es así de sencillo, pero lo que Dios hace no es tan simple. No importa qué parte de la obra de Dios sea, todo es insondable para el hombre. Si la pudieras desentrañar, entonces la obra de Dios no tendría relevancia ni valor. La obra hecha por Dios es insondable; también está en conflicto con tus concepciones y entre más irreconciliable es con tus concepciones, más demuestra que la obra de Dios es significativa; si fuera compatible con tus concepciones, entonces no tendría significado. En la actualidad, crees que la obra de Dios es demasiado maravillosa y cuanto más maravillosa es, más crees que Dios es insondable y ves qué grandes son las obras de Dios. Si sólo se necesitara un poco de trabajo superficial para conquistar al hombre, después de lo cual esta obra se terminara, entonces el hombre no podría contemplar la importancia de la obra de Dios. Aunque has recibido un poco de refinamiento hoy, es muy benéfico para el crecimiento de tu vida—y así esa aflicción es de suma necesidad para vosotros. Hoy has recibido un poco de refinamiento, pero después podrás verdaderamente contemplar las obras de Dios y finalmente dirás: “¡Las obras de Dios son tan maravillosas!” Esas serán las palabras en tu corazón. Después de haber experimentado el refinamiento de Dios por un tiempo (la prueba de los hacedores de servicio y los tiempos de castigo), algunas personas finalmente dijeron: “¡Creer en Dios es realmente difícil!” Esto que es “realmente difícil” muestra que las obras de Dios son insondables, que la obra de Dios posee un gran significado y valor y que es altamente digna de ser atesorada por el hombre. Si, después de que he hecho mucha obra, no tienes el más mínimo conocimiento, entonces, ¿podría Mi obra todavía tener valor? Haré que digas: ¡El servicio para Dios es realmente difícil, las obras de Dios son tan maravillosas, Dios es verdaderamente sabio! ¡Él es tan precioso! Si, después de experimentar por un tiempo, puedes decir esas palabras, entonces eso prueba que has ganado la obra de Dios en ti.
de ‘Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento’ en “La Palabra manifestada en carne”
Dios realiza la obra de juicio y castigo para que el hombre pueda conocerle, y por amor a Su testimonio. Sin Su juicio sobre el carácter corrupto del ser humano, el hombre no conocería Su carácter justo que no permite ofensa alguna, y no podría apartarse de su viejo conocimiento de Dios para adoptar el nuevo. Por amor a Su testimonio y a Su gestión, Él hace pública Su totalidad, capacitando así al hombre para lograr el conocimiento de Dios, cambiar su carácter y dar un resonante testimonio de Él por medio de Su aparición pública.
de ‘Sólo aquellos que conocen a Dios pueden dar testimonio de Él’ en “La Palabra manifestada en carne”
El hombre vive en medio de la carne, lo que quiere decir que vive en un infierno humano, y sin el juicio y el castigo de Dios, el hombre es tan inmundo como Satanás. ¿Cómo puede el hombre ser santo? Pedro creía que el castigo y el juicio de Dios eran la mejor protección del hombre y la mayor gracia. Sólo a través del castigo y el juicio de Dios el hombre podía ser despertado, y odiar la carne y odiar a Satanás. La disciplina estricta de Dios libera al hombre de la influencia de Satanás; lo libera de su propio y pequeño mundo, y le permite vivir en la luz de la presencia de Dios. ¡No hay mejor salvación que el castigo y el juicio! Pedro oró: “¡Oh Dios! Siempre que me castigues y me juzgues, sabré que no me has abandonado. Aunque no me des gozo y paz, y me hagas vivir en sufrimiento, y me inflijas reprensiones sin número, mientras que no me dejes mi corazón estará tranquilo. Hoy, Tu castigo y juicio se han vuelto mi mejor protección y mi mayor bendición. La gracia que me das me protege. La gracia que me otorgas hoy es una manifestación de Tu justo carácter, y es castigo y juicio; más aún, es una prueba y, más que eso, es una vida de sufrimiento”. Pedro pudo hacer a un lado los placeres de la carne y buscar un amor más profundo y una protección mayor debido a que había ganado del castigo y del juicio de Dios gracia en demasía. En su vida, si el hombre quiere ser limpiado y lograr cambios en su carácter, si quiere vivir una vida que tenga sentido y cumplir su deber como criatura, entonces debe aceptar el castigo y el juicio de Dios, y no debe dejar que se aparten de él la disciplina de Dios ni los golpes de Dios, para que se pueda liberar de la manipulación y la influencia de Satanás, y pueda vivir en la luz de Dios. Sabes que el castigo y el juicio de Dios son la luz, y la luz de la salvación del hombre, y que no hay mejor bendición, gracia o protección para el hombre.
de ‘Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio’ en “La Palabra manifestada en carne”
Ya he dicho antes que un grupo de vencedores será ganado del Este, vencedores que proceden de la gran tribulación. ¿Qué significan estas palabras? Quieren decir que estas personas que han sido ganadas sólo obedecieron de verdad después de pasar por el juicio y el castigo, de ser tratados y podados, y de todo tipo de refinamiento. La creencia de estas personas no es imprecisa ni abstracta, sino práctica. No han visto señales y prodigios ni milagros; no hablan de letras y doctrinas incomprensibles ni de percepciones profundas, sino que tienen realidad y las palabras de Dios, y un conocimiento verdadero de Su realidad. ¿Acaso no es más capaz un grupo así de dejar claro el poder de Dios?
de ‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
(2) La obra de juicio de Dios en los últimos días es para separar todo de acuerdo a su tipo para concluir toda la era y para finalmente lograr la realización del reino de Cristo
Versículos bíblicos como referencia:
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:11-15).
“He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado” (Apocalipsis 21:3-4).
El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).
Las palabras relevantes de Dios:
Cuando creé el mundo, moldeé todas las cosas según su especie, haciendo que todo lo que tuviera una forma visible se reuniera con su especie. Cuando se acerque el final de Mi plan de gestión, restauraré el estado antiguo de la creación, lo restauraré todo a la forma en que estaba en su origen; lo cambiaré todo profundamente, para que todo retorne al seno de Mi plan. ¡El tiempo ha llegado!
de ‘Capítulo 26’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”
Los últimos días son aquellos en los que se clasificarán todas las cosas de acuerdo a su tipo por medio de la conquista. La conquista es la obra de los últimos días; en otras palabras, juzgar los pecados de cada persona es la obra de los últimos días. De lo contrario, ¿cómo podrían clasificarse las personas? La obra de clasificación que se está haciendo entre vosotros es el comienzo de esa obra en todo el universo. Después de esto, personas de todas las nacionalidades, en todas partes, también estarán sujetas a la obra de conquista. Esto significa que cada persona de la creación será clasificada según su tipo, compareciendo ante el trono de juicio para ser juzgada. Ninguna persona o cosa puede escapar del sufrimiento de este castigo y juicio ni puede eludir esta clasificación según el tipo; todos los hombres estarán organizados por clases. Esto se debe a que el final está cerca para todas las cosas, y los cielos y la tierra llegan a su conclusión. ¿Cómo puede el hombre escapar del final de su existencia?
de ‘La verdad interna de la obra de conquista (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”
La obra de conquista presente es una obra cuyo propósito es hacer obvio cuál será el final del hombre. ¿Por qué digo que el castigo y el juicio de hoy son el juicio delante del gran trono blanco del día final? ¿No ves esto? ¿Por qué es la obra de conquista la última etapa? ¿No lo es precisamente para hacer manifiesto cómo terminará cada clase de hombre? ¿No lo es para permitir a todos, en el transcurso de la obra conquistadora de castigo y juicio, mostrar su verdadera naturaleza y ser clasificados después según su tipo? En lugar de decir que esto es conquistar a la humanidad, podría ser mejor decir que es mostrar cómo acabará cada clase de hombre. Esto es, juzgar sus pecados y mostrar después los diversos tipos de hombre, decidiendo de esta forma si son malvados o justos. Después de la obra conquistadora llega la de recompensar el bien y castigar el mal: las personas que obedecen completamente, las totalmente conquistadas, serán colocadas en el siguiente paso de la difusión de la obra a todo el universo; los no conquistados serán puestos en las tinieblas y encontrarán calamidad. Así, el hombre se clasificará según su tipo, los hacedores de maldad agrupados con el mal, para nunca más ver la luz del sol, y los justos agrupados con el bien, para recibir luz y vivir eternamente en la luz. El fin está cerca para todas las cosas, el final del hombre se ha mostrado claramente a sus ojos, y todas las cosas se clasificarán según su tipo. ¿Cómo pueden las personas escapar de sufrir esta clasificación? La revelación del final para cada clase de hombre se hace cuando el final está cerca para todas las cosas, y se hace durante la obra de conquista de todo el universo (incluyendo toda la obra de conquista que comienza con la obra presente). Esta revelación del final de toda la humanidad se hace ante el trono del juicio, en el transcurso del castigo, y de la obra conquistadora de los últimos días. […] La etapa final de la conquista tiene el propósito de salvar a las personas y también de revelar los finales de las personas. Es revelar la degeneración de ellas por medio del juicio y de esta forma hacer que se arrepientan, se levanten, y busquen la vida y la senda correcta de la vida humana. Es despertar los corazones de las personas adormecidas y obtusas y mostrar, a través del juicio, su rebeldía interior. Sin embargo, si las personas siguen siendo incapaces de arrepentirse, de buscar el camino correcto de la vida humana y de abandonar estas corrupciones, entonces pasarán a ser objetos imposibles de rescatar que Satanás se tragará. Este es el sentido de la conquista, para salvar a las personas y también para mostrar sus finales. Buenos finales, malos finales, la obra de conquista los revela todos. Si las personas se salvarán o serán malditas, se revela todo durante la obra de conquista.
de ‘La verdad interna de la obra de conquista (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”
Los últimos días ya han llegado. Todas las cosas se clasificarán según su tipo, y se dividirán en diferentes categorías en base a su naturaleza. Este es el tiempo cuando Dios revela el final y el destino del hombre. Si este no pasa por el castigo y el juicio, no habrá forma de revelar su desobediencia y su injusticia. Sólo por este medio se puede manifestar el final de todas las cosas. El hombre sólo muestra realmente lo que es cuando es castigado y juzgado. El mal se pondrá con el mal, el bien con el bien, y toda la humanidad será clasificada según sus tipos. A través del castigo y del juicio se revelará el final de todas las cosas, de forma que los malos serán castigados y los buenos recompensados, y todas las personas se someterán al dominio de Dios. Toda la obra debe lograrse por medio del castigo y del juicio justos. Como la corrupción del hombre ha alcanzado su punto culminante y su desobediencia ha sido demasiado grave, sólo el carácter justo de Dios, que es principalmente de castigo y juicio, y se revela durante los últimos días, puede transformar y completar totalmente al hombre. Sólo este carácter puede dejar el mal al descubierto y castigar así con severidad a todos los injustos.
de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”
¿Entiendes ahora lo que es el juicio y lo que es la verdad? Si lo has entendido, entonces te exhorto a someterte obedientemente a ser juzgado, de lo contrario nunca tendrás la oportunidad de ser elogiado por Dios o de ser llevado por Él a Su reino. Aquellos que sólo acepten el juicio, pero que nunca puedan ser purificados, es decir, los que huyan en medio de la obra de juicio, serán detestados y rechazados para siempre por Dios. Sus pecados son más numerosos y más graves que los de los fariseos, ya que han traicionado a Dios y son rebeldes contra Dios. Tales hombres, los cuales no son dignos de realizar servicio, recibirán un castigo más severo, un castigo que es, además, eterno. Dios no eximirá a ningún traidor que alguna vez evidenció lealtad con palabras, pero que luego lo traicionó. Hombres como estos recibirán retribución por medio del castigo del espíritu, del alma y del cuerpo. ¿Acaso no es esta precisamente una revelación del carácter justo de Dios? ¿Acaso no es esto el propósito de Dios al juzgar al hombre y revelarlo? Dios consigna a todos aquellos que realizan todo tipo de acciones perversas durante el tiempo del juicio a un lugar infestado de espíritus malignos, dejando que estos espíritus malignos destruyan sus cuerpos carnales a voluntad. Sus cuerpos despiden el hedor de los cadáveres y tal es su apropiada retribución. Dios escribe en sus libros de registro todos y cada uno de los pecados de aquellos falsos creyentes desleales, falsos apóstoles y falsos colaboradores; entonces, cuando llegue el momento apropiado, Él los arrojará en medio de los espíritus inmundos, dejando que estos espíritus inmundos contaminen sus cuerpos enteros a voluntad para que nunca puedan ser reencarnados y nunca más vean la luz. Aquellos hipócritas que realizaron servicio en algún momento, pero que son incapaces de permanecer leales hasta el final, son contados por Dios entre los malvados a fin de que caminen en el consejo de los malvados y se conviertan en parte de su desordenada chusma; al final, Dios los aniquilará. Dios echa a un lado y no presta atención a aquellos que nunca han sido leales a Cristo ni han dedicado esfuerzo alguno, y los aniquilará a todos en el cambio de las eras. Ya no existirán en la tierra ni mucho menos obtendrán paso al reino de Dios. Aquellos que nunca han sido sinceros con Dios pero que han sido obligados por las circunstancias a lidiar con indiferencias con Él, serán contados entre los que realizan servicio para Su pueblo. Solamente un pequeño número de tales hombres podrán sobrevivir mientras que la mayoría perecerá junto con los que ni siquiera son calificados para realizar servicio. Finalmente, Dios llevará a Su reino a todos aquellos que son de la misma mente que Él, el pueblo y los hijos de Dios, así como también los predestinados por Él para ser sacerdotes. Tal es la síntesis obtenida por Dios a través de Su obra. En cuanto a los que no puedan entrar en ninguna de las categorías establecidas por Dios, serán contados entre los incrédulos. Y con toda seguridad os imaginaréis cómo terminarán. Ya os he dicho todo lo que debo decir; el camino que elijáis será vuestra decisión. Lo que debéis entender es esto: la obra de Dios nunca espera por nadie que no pueda seguir Su ritmo y el carácter justo de Dios no le muestra misericordia a ningún hombre.
de ‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Cuando las naciones y los pueblos del mundo regresen todos delante de Mi trono, tomaré de inmediato toda la abundancia del cielo y la concederé al mundo humano, de manera que, gracias a Mí, rebosará de una abundancia sin igual. No obstante, mientras el viejo mundo continúe existiendo, lanzaré Mi furia sobre sus naciones, promulgando abiertamente Mis decretos administrativos por todo el universo, y enviaré castigo a quien los viole:
Cuando vuelvo Mi rostro al universo para hablar, toda la humanidad oye Mi voz, y ve inmediatamente todas las obras que en todo el universo Yo he forjado. Los que van en contra de Mi voluntad, es decir, los que se oponen a Mí con los hechos del hombre, caerán bajo Mi castigo. Yo tomaré las numerosísimas estrellas de los cielos y las haré de nuevo; gracias a Mí el sol y la luna serán renovados, los cielos ya no serán más como eran; las innumerables cosas sobre la tierra serán renovadas. Todos serán completados por medio de Mis palabras. Las muchas naciones del universo serán divididas de nuevo y sustituidas por la mía, de forma que las naciones sobre la tierra desaparecerán para siempre y serán una sola que me adore; todas las naciones de la tierra serán destruidas, y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los pertenecientes al diablo serán exterminados; Mi fuego ardiente abatirá a todos los que adoran a Satanás, es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, el resto quedará reducido a cenizas. Cuando Yo castigue a los muchos pueblos, los del mundo religioso regresarán en grados diferentes a Mi reino, conquistados por Mis obras, porque habrán visto la llegada del Santo cabalgando sobre una nube blanca. Toda la humanidad seguirá a su propia especie, y recibirá castigos que variarán según lo que hayan hecho. Aquellos que se han opuesto a Mí perecerán; en cuanto a aquellos cuyos actos en la tierra no me han involucrado, seguirán existiendo en la tierra bajo el gobierno de Mis hijos y de Mi pueblo debido a la forma como se han comportado. Yo me revelaré a las innumerables personas y naciones, resonando con Mi propia voz sobre la tierra para proclamar la terminación de Mi gran obra, para que toda la humanidad la vea con sus propios ojos.
de ‘Capítulo 26’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”
Aquellos que puedan permanecer firmes durante la obra del juicio y el castigo de Dios durante los últimos días, es decir, durante la obra final de purificación, serán los que entrarán en el reposo final con Dios; por lo tanto, todos los que entran en el reposo se habrán librado de la influencia de Satanás y Dios los habrá adquirido sólo después de que hayan pasado Su obra final de purificación. Estas personas a las que Dios finalmente haya adquirido entrarán en el reposo final. La esencia de la obra del castigo y el juicio de Dios es purificar a la humanidad y es para el día del reposo final. De lo contrario, toda la humanidad no podrá seguir a los de su propia especie o entrar en el reposo. Esta obra es el único camino de la humanidad para entrar en el reposo. Sólo la obra de purificación de Dios purificará a la humanidad de su injusticia y sólo Su obra de castigo y juicio traerá a la luz aquellas cosas rebeldes entre la humanidad, separando de ese modo a los que pueden ser salvos de los que no pueden, y aquellos que permanecerán de los que no. Cuando Su obra termine, aquellas personas que permanezcan serán purificadas y gozarán sobre la tierra una segunda vida humana más maravillosa mientras entran en un reino más alto para la humanidad; es decir, entrarán en el día del reposo de la humanidad y vivirán junto con Dios. Después de que aquellos que no pueden permanecer hayan sufrido el castigo y el juicio, sus formas originales se revelarán por completo; después de esto todos serán destruidos y, al igual que Satanás, ya no se les permitirá sobrevivir sobre la tierra. La humanidad del futuro no tendrá ya ninguna de esta clase de gente; esta gente no es apta para entrar a la tierra del último reposo ni tampoco es apta para entrar en el día del reposo que Dios y el hombre compartirán, porque ella es el blanco del castigo, es malvada y no es gente justa. […] Su obra última de castigar el mal y recompensar el bien se hace por completo con el fin de purificar totalmente a toda la humanidad para que Él pueda llevar a una humanidad completamente santa al reposo eterno. Esta etapa de Su obra es Su obra más crucial. Es la etapa final de toda Su obra de gestión. Si Dios no destruyera al malvado, sino que lo dejara permanecer, entonces toda la humanidad todavía no podría entrar en el reposo y Dios no podría llevar a toda la humanidad a un reino mejor. Esta clase de obra no estaría completamente terminada. Cuando Él termine Su obra, toda la humanidad será completamente santa. Sólo de esta manera Dios puede vivir con tranquilidad en el reposo.
de ‘Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo’ en “La Palabra manifestada en carne”
Ya que Dios creó al hombre, Él hará que el hombre lo adore; ya que desea restaurar la función original del hombre, la va a restaurar por completo y sin ninguna adulteración. Restaurar Su autoridad quiere decir hacer que el hombre lo adore y hacer que el hombre lo obedezca; quiere decir que Él va a hacer que el hombre viva por Él y que perezcan Sus enemigos debido a Su autoridad; quiere decir que hará que hasta la última parte de Él continúe entre la humanidad sin ninguna resistencia por parte del hombre. El reino que anhela establecer es Su propio reino. La humanidad que espera es una que lo adore y lo obedezca por completo y tenga Su gloria. Si no salva a la humanidad corrupta, la relevancia de Su creación del hombre quedará en nada; no tendrá más autoridad entre los hombres y Su reino ya no será capaz de existir en la tierra. Si no destruye a esos enemigos que le son desobedientes, no podrá obtener toda Su gloria ni tampoco podrá establecer Su reino sobre la tierra. Estos son los símbolos de la terminación de Su obra y los símbolos de la terminación de Su gran logro: destruir completamente a aquellos entre la humanidad que lo desobedecen y llevar al reposo a los que han sido perfeccionados.
de ‘Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo’ en “La Palabra manifestada en carne”
Una vez acabada la obra de la conquista, el hombre será llevado a un mundo hermoso. Esta vida será, por supuesto, todavía en la tierra, pero será totalmente distinta a la vida del hombre hoy. Es la vida que la humanidad tendrá después de que toda la humanidad haya sido conquistada, será un nuevo comienzo para el hombre en la tierra; tener este tipo de vida será la prueba para la humanidad de que ha entrado en una esfera nueva y hermosa. Será el principio de la vida del hombre con Dios sobre la tierra. La premisa de una vida tan bella debe ser que, después de que el hombre haya sido purificado y conquistado, se somete delante del Creador. Así, la obra de conquista es la última etapa de la obra de Dios antes de que la humanidad entre en el maravilloso destino. Semejante vida es la vida futura del hombre en la tierra; es la vida más hermosa sobre la tierra, el tipo de vida que el hombre anhela, la que nunca antes alcanzó en la historia del mundo. Es el resultado final de la obra de gestión de los 6.000 años, es aquello que más anhela la humanidad, y también es Su promesa al hombre.
de ‘Restaurar la vida adecuada del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en “La Palabra manifestada en carne”
Me muevo por encima de todos los hombres, y estoy observando por todas partes. Nada jamás se ve viejo, y ninguna persona es como solía ser. Yo descanso sobre el trono, me reclino a través de todo el universo y estoy totalmente satisfecho, porque todas las cosas han recuperado su santidad y puedo vivir en paz dentro de Sion una vez más, y las personas en la tierra pueden llevar vidas contentas y serenas bajo Mi dirección. Todos los pueblos están manejando todo en Mi mano; todas las personas han recuperado su antigua inteligencia y apariencia original; ya no están cubiertos de polvo, sino que, en Mi reino, son tan puros como el jade, cada uno con el rostro como el del santo dentro del corazón del hombre, porque Mi reino ha sido establecido entre los hombres.

de ‘Capítulo 16’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne"

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