¿Por qué Dios le permitió a Satanás que tentara a Job?

Devocional de hoy | ¿Por qué Dios le permitió a Satanás que tentara a Job?

Todos los creyentes en el Señor están familiarizados con la historia de Job en la Biblia. Cuando él se topó con las tentaciones de Satanás, todas sus propiedades fueron usurpadas por los ladrones en un día, sus hijos murieron por las desgracias, y su esposa y sus amigos lo juzgaron y lo atacaron, pero no se quejó de Dios ni lo culpó, creía que todas las cosas son dominadas por Él, todo lo que el hombre tiene está en Sus manos, siguió alabando Su nombre santo, dio testimonio de Él y humilló a Satanás. Ya que Job temía a Dios y se apartaba del mal y era un hombre perfecto a los ojos de Dios, ¿por qué Él le permitió a Satanás que tentara a Job? ¿Cuál es la buena intención de Dios?

Un libro dice: “¿Qué hizo Dios cuando Job sometió a este tormento? Observó, vio y esperó el desenlace. ¿Cómo se sentía mientras observaba y aguardaba el resultado? Apesadumbrado, por supuesto. Pero, como resultado de Su pesar, ¿pudo haberse arrepentido de permitirle a Satanás que tentara a Job? La respuesta es no. Y es que Él creía firmemente que Job era perfecto y recto, que le temía y se apartaba del mal. Dios le había dado, sencillamente, a Satanás la oportunidad de verificar la justicia de Job delante de Él, y de revelar su propia maldad y lo despreciable de su ser. Además, fue una oportunidad para que Job diese testimonio, delante de las personas del mundo, de Satanás y hasta de los que siguen a Dios, de su justicia, de su temor de Dios, y de que se apartaba del mal”.

“[...] los salvos en Él son los que han pasado por Sus pruebas, y han sido tentados y atacados por Satanás innumerables veces. Estos entenderán Su voluntad y Sus requisitos, pueden someterse a Su soberanía y a Sus disposiciones, y no abandonan el camino de temer a Dios y apartarse del mal en medio de las tentaciones de Satanás. Los salvados en Él son honestos, bondadosos, diferencian entre el amor y el odio, tienen sentido de la justicia, son racionales, capaces de preocuparse por Dios y valorar todo lo que es de Él. Satanás no puede atar, espiar, acusar a estas personas ni maltratarlas; son completamente libres, han sido liberadas y puestas por completo en libertad. Job era exactamente ese hombre de libertad, y esta es justo la relevancia de que Dios lo ha entregado a Satanás”.

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