En la Biblia se registra que cuando las tentaciones llegaron a Job, la pérdida de la propiedad invaluable y de las ovejas y ganados de toda la montaña a causa de que fueron arrebatados por bandidos; sus sirvientes fueron matados; la calamidad cayó sobre sus hijos; su cuerpo se cubrió de llagas; y su esposa lo ridiculizó pidiéndole que abandonara el nombre de Dios... Cuando Job enfrentaba estos desastres imprevistos, él no sólo no culpó a Dios sino que dijo: “Jehová dio y Jehová quitó; bendito sea el nombre de Jehová” (Job 1:21). Job dio un testimonio hermoso y resonante de Dios, su fe y su obediencia a Dios se incrementaron y trascendieron más que nunca, y él avergonzó y derrotó a Satanás por completo, y acabó recibiendo doble bendición de Dios.
¡Que tengamos la fe en Dios en todas cosas y obedezcamos todos entornos que Él nos dispone! Porque Dios perfecciona nuestra fe por el medio de pruebas y adversidades, y debemos tener consciencia de que todo lo que Él hace en nosotros es lo que más necesitamos, lo hemos de considerar como una perfección de Dios para nosotros.
Tal como la Palabra de Dios dice: “¿A qué se refiere la fe? La fe es la creencia genuina y el corazón sincero que los humanos deberían poseer cuando no pueden ver ni tocar algo, cuando la obra de Dios no está en línea con las nociones humanas, cuando está más allá del alcance humano. Esta es la fe de la que hablo”.
“Aunque, en medio de las pruebas, no sepas qué quiere hacer Dios ni la obra que desea cumplir, deberías saber que los propósitos de Dios para la humanidad son siempre buenos. Si lo buscas con un corazón sincero, Él nunca te dejará y, al final, te perfeccionará seguramente y traerá a las personas a un destino apropiado”.
De “La Palabra manifestada en carne”
Si quiere conocer más, por favor lea: Cómo vencer la tentación
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