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martes, 26 de marzo de 2019

Evangelio de hoy | Dios usa Sus palabras para establecer un pacto con el hombre



Evangelio de hoy | Dios usa Sus palabras para establecer un pacto con el hombre

(Génesis 9:11-13) Yo haré Mi pacto con vosotros, ninguna carne será cortada nunca más por las aguas de una inundación; ni habrá una inundación nunca más que destruya la tierra. Y Dios dijo: Este es el signo del pacto que hago entre Yo y vosotros y cada criatura viviente que esté con vosotros, por generaciones perpetuas. Pongo Mi arco iris en las nubes, y ese será el signo de un pacto entre Yo y la tierra.

“¿Qué acción de Dios se registra en este pasaje? Se deja constancia del pacto que Dios estableció con el hombre después de destruir el mundo con un diluvio; le dice al hombre que Dios no volvería a infligir semejante destrucción sobre el mundo, y que, para ello había creado una señal; ¿y cuál era esta señal? En las Escrituras se señala: “Pongo Mi arco iris en las nubes, y ese será el signo de un pacto entre Yo y la tierra”. Estas son las palabras originales que dirigió el Creador a la humanidad. Cuando las pronunció, un arco iris apareció ante los ojos de los hombres, donde ha permanecido hasta hoy. Todo el mundo ha visto ese arco iris, y cuando tú lo ves, ¿sabes cómo aparece? La ciencia es incapaz de demostrarlo, de localizar su fuente o de identificar su ubicación. Eso se debe a que el arco iris es una señal del pacto establecido entre el Creador y el hombre; no requiere una base científica, no fue hecho por el hombre ni este es capaz de alterarlo. Es una continuación de la autoridad del Creador después de que Él profiriera Sus palabras. Él usó Su propio método particular para respetar Su pacto con el hombre y Su promesa; por tanto, Su uso del arco iris como señal del acuerdo que Él había establecido es un edicto celestial y una ley que debe permanecer inmutable por siempre, ya sea respecto al Creador o a la humanidad creada. A pesar de ello hay que reconocer que esta ley inalterable es otra manifestación verdadera de la autoridad del Creador después de haber creado todas las cosas, y que Su autoridad y Su poder son ilimitados; Su uso del arco iris como señal es una continuación y una extensión de Su autoridad. Fue un acto más que Dios llevó a cabo usando Sus palabras, y un símbolo del pacto establecido de palabra con el hombre. Le habló al hombre de lo que había decidido lograr, y de qué forma se cumpliría y se realizaría. Así se llevó a cabo el asunto, según las palabras emitidas por la boca de Dios. Sólo Él posee ese poder y hoy, varios miles de años después de que Él pronunciase estas palabras, el hombre puede seguir contemplando el arco iris del que Dios habló. Por las palabras que Él profirió, esto ha permanecido inalterable e inmutable hasta hoy. Nadie puede eliminar este arco iris ni cambiar sus leyes; existe exclusivamente por las palabras de Dios. Esta es precisamente Su autoridad. ‘Dios es tan bueno como Su palabra, y Su palabra se cumplirá, y lo que se cumple dura para siempre’. Estas palabras son claramente manifiestas aquí, y son una señal y una característica claras de la autoridad y el poder de Dios. Ninguno de los seres creados la posee ni se ve en ninguno de los seres no creados. Pertenece tan sólo al único Dios, y distingue la identidad y la esencia que sólo posee el Creador al de las criaturas. Al mismo tiempo, es también una señal y una característica que, lejos de Dios mismo, nunca podrá superar ningún ser creado o no creado”.

De “La Palabra manifestada en carne”

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La verdad interna de la obra de conquista (2)

Vosotros solíais perseguir el reinar como reyes y, hoy, aún tenéis que dejar eso atrás por completo; seguís deseando hacerlo, sostener los cielos y sustentar la tierra. Ahora, pensad en ello: ¿poseéis tales cualificaciones? ¿No estáis siendo absurdos? ¿Es realista aquello que buscáis y a lo que dedicáis vuestra atención? Ni siquiera poseéis una humanidad normal; ¿no es patético? Así pues, hoy sólo hablo de ser conquistados, de dar testimonio, de mejorar vuestro calibre, y de entrar en la senda del perfeccionamiento, y no hablar de nada más. Algunas personas están cansadas de la sana verdad, y cuando ven toda esta charla sobre la humanidad normal y sobre mejorar el calibre de la gente, son reticentes. Los que no aman la verdad no resultan fáciles de perfeccionar. Si entráis hoy, y actuáis de acuerdo con la voluntad de Dios, paso a paso, ¿podríais ser eliminados? Después de tanta obra realizada en la China continental —una obra a tan gran escala— y después de que se hayan hablado tantas palabras, ¿podría Dios abandonar a mitad de camino? ¿Podría guiar a las personas al pozo sin fondo? Lo fundamental hoy es que debéis conocer la esencia del hombre, y aquello en lo que deberíais entrar; tenéis que hablar de la entrada en la vida, y de cambios en el carácter, de cómo ser conquistados realmente, y cómo obedecer por completo a Dios, dar un testimonio final de Él, y conseguir la obediencia hasta la muerte. Debes centrarte en estas cosas, y lo que no es realista o importante debe dejarse de lado primero y no considerarse. Hoy deberías saber cómo ser conquistado, y cómo se comportan las personas después de haberlo sido. Puedes decir que has sido conquistado, pero ¿puedes obedecer hasta la muerte? Debes ser capaz de seguir hasta el mismo final independientemente de si hay algunas perspectivas, y no debes perder la fe en Dios independientemente del entorno. En última instancia, debes lograr dos aspectos del testimonio: el testimonio de Job —la obediencia hasta la muerte— y el de Pedro —el amor supremo de Dios—. En un aspecto, debes ser como Job: no tenía posesiones materiales, y estaba agobiado por el dolor de la carne, pero no abandonó el nombre de Jehová. Este fue el testimonio de Job. Pedro fue capaz de amar a Dios hasta la muerte. Cuando murió —cuando lo pusieron en la cruz— seguía amando a Dios; no pensó en sus propias perspectivas de futuro ni buscó esperanzas gloriosas o pensamientos extravagantes, y sólo buscó amar a Dios y obedecer todas Sus disposiciones. Así es el estándar que debes lograr antes de que se pueda considerar que has dado testimonio, antes de pasar a ser alguien que ha sido perfeccionado tras haber sido conquistado. Hoy, si las personas conociesen verdaderamente su propia esencia y estatus, ¿seguirían buscando perspectivas y esperanzas? Lo que deberías saber es esto: independientemente de si Dios me hace perfecto, debo seguirlo; todo lo que Él hace ahora es bueno, y por nuestro bien, y para que nuestro carácter pueda cambiar y podamos librarnos de la influencia de Satanás, para permitirnos vivir en la tierra de la inmundicia y aun así librarnos de la impureza, sacudirnos la inmundicia y la influencia de Satanás, para permitirnos dejar atrás esta última. Por supuesto, esto es lo que se exige de ti, pero para Dios es simplemente conquista, de forma que las personas tomen la determinación de obedecer, y puedan someterse a todas las orquestaciones de Dios, que es todo lo necesario. Hoy, la mayoría de las personas ya han sido conquistadas, pero dentro de ellas sigue habiendo mucha rebeldía y desobediencia. El estatus real de las personas sigue siendo demasiado pequeño, y sólo se levantan si hay esperanzas y perspectivas; si no las hay, se vuelven negativas, e incluso piensan en abandonar a Dios. Y las personas no tienen un gran deseo de buscar de vivir la humanidad normal. ¡Eso no servirá! Por tanto, debo seguir hablando de conquista. De hecho, el perfeccionamiento tiene lugar al mismo tiempo que la conquista: cuando eres conquistado, también se logran los primeros efectos de ser perfeccionado. Donde existe una diferencia entre ser conquistado y ser perfeccionado, es de acuerdo al grado de cambio en las personas. Ser conquistado es el primer paso de ser perfeccionado, y no significa que esto último se haya conseguido completamente, ni demuestra que Dios haya ganado totalmente a la persona. Después de que alguien haya sido conquistado, se producen algunos cambios en su carácter, pero no llegan a ser como los que tienen lugar en aquellos ganados completamente por Dios. Hoy, lo que se hace es la obra inicial de perfeccionar a las personas —conquistarlas— y si no consigues ser conquistado, entonces no hay forma de poder ser perfeccionado y ganado completamente por Dios. Sólo obtendrás unas pocas palabras de castigo y juicio, pero estas no podrán cambiar del todo tu corazón. Así pues, serás uno de esos que son eliminados; no será diferente de contemplar un suntuoso banquete sobre la mesa, pero no comerlo. ¿No es esto trágico? Así pues, debes buscar cambios: tanto si es ser conquistado como perfeccionado, ambos aspectos tienen relación con si se producen cambios en ti, y si eres o no obediente; y esto determina si Dios puede o no ganarte. Que sepas que “ser conquistado” y “ser hecho perfecto” se basan simplemente en la magnitud del cambio y la obediencia, así como en cuán puro es tu amor a Dios. Lo que se requiere hoy es que puedas ser completamente perfeccionado, pero al principio debes ser conquistado; debes tener un conocimiento suficiente del castigo y el juicio de Dios, debes tener la fe de seguir, y ser alguien que busca cambios y que se produzcan efectos. Sólo entonces serás alguien que busque ser hecho perfecto. Deberíais entender que en el transcurso del perfeccionamiento seréis conquistados, y en el transcurso de ser conquistados, seréis perfeccionados. Hoy puedes buscar ser perfeccionado o buscar cambios en tu humanidad externa y mejoras en tu calibre; pero es de principal importancia que puedas entender que todo lo que Dios hace hoy tiene significado y es beneficioso: te permite vivir en una tierra de inmundicia para escapar de esta y sacudirte de ella, te permite superar la influencia de Satanás, y dejar atrás su oscura influencia; centrándote en estas cosas estás protegido en esta tierra de inmundicia. En última instancia, ¿qué testimonio se te pedirá que des? Vives en una tierra de inmundicia, pero eres capaz de volverte santo, y no ser más inmundo e impuro; vives bajo el campo de acción de Satanás, pero te despojas de su influencia, y él no te posee ni hostiga, y vives en las manos del Todopoderoso. Este es el testimonio y la prueba de la victoria en la batalla con Satanás. Eres capaz de abandonar a Satanás, lo que vives no le revela a este, sino que es lo que Dios exigió que el hombre alcanzara cuando lo creó: humanidad, razón, perspectivas normales, determinación normal de amar a Dios y lealtad a Él. Tal es el testimonio dado por una criatura de Dios. Dices: “Vivimos en una tierra de inmundicia, pero gracias a la protección de Dios, a Su liderazgo, a que nos ha conquistado, nos hemos librado de la influencia de Satanás. Que podamos obedecer hoy es también el efecto de ser conquistados por Dios, y no porque seamos buenos, o porque le amamos de forma natural. Porque Él nos escogió y nos predestinó, hemos sido conquistados hoy, somos capaces de dar testimonio de Él, y podemos servirle; así también, gracias a que Él nos escogió y nos protegió, hemos sido salvados y liberados del campo de acción de Satanás, y podemos dejar atrás la inmundicia y ser purificados en la nación del gran dragón rojo”. Además, lo que vives externamente mostrará que posees una humanidad normal, que hay razón en lo que dices, y que pareces una persona normal. Cuando otros os vean no deberían decir: “¿no es esta la imagen del gran dragón rojo? La conducta de las hermanas es impropia de una hermana, la conducta de los hermanos es impropia de un hermano, y no tienen nada del decoro de los santos”. No deberían decir: “No es de extrañar que Dios dijera que son los descendientes de Moab, ¡Dios estaba totalmente en lo cierto!”. Si las personas os miran y dicen: “Aunque Dios dijo que sois los descendientes de Moab, lo que vivís ha demostrado que habéis dejado atrás la influencia de Satanás; aunque esas cosas siguen estando dentro de vosotros, sois capaces de traicionarlos”, eso demuestra que habéis sido conquistados completamente. Tú que has sido conquistado y salvado dirás: “Es cierto que somos los descendientes de Moab, pero Dios nos ha salvado, y aunque el pueblo de Israel solía abandonar y maldecir, así como exiliar entre los gentiles a los descendientes de Moab, hoy Dios nos ha salvado. Es cierto que somos el más corrupto de todos los pueblos —Dios decretó esto—, es una realidad, innegable para todos. Pero hoy hemos escapado de esa influencia. Detestamos a nuestro antepasado, estamos dispuestos a darle la espalda, a abandonarlo totalmente y obedecer todas las disposiciones de Dios, actuando según Su voluntad y logrando Sus exigencias a nosotros, alcanzando la satisfacción de la voluntad de Dios. Moab traicionó a Dios, no actuó según Su voluntad, y fue aborrecido por Dios. Pero deberíamos preocuparnos por el corazón de Dios, y hoy, como entendemos Su voluntad, no podemos traicionarlo, ¡y debemos renunciar a nuestro antiguo antepasado!”. Anteriormente hablé de renunciar al gran dragón rojo, y hoy, eso es principalmente la renuncia al antiguo ancestro de las personas. Este es un testimonio de la conquista de las personas, e independientemente de cómo entres hoy, tu testimonio en esta área no debe ser deficiente.

domingo, 4 de noviembre de 2018

documental cristiano |"Aquel que tiene la soberanía sobre todas las cosas" El poder de Dios


documental cristiano|"Aquel que tiene la soberanía sobre todas las cosas" El poder de Dios 

A lo largo y ancho del inabarcable universo, todos los cuerpos celestes se mueven con precisión en sus respectivas órbitas. Bajo los cielos, todos los montes, ríos y lagos están delimitados y todas las criaturas viven y se reproducen durante las cuatro estaciones de conformidad con las leyes de la vida… Todo esto tiene un diseño extremadamente exquisito; ¿existe un Todopoderoso que lo gobierna y dispone? Desde que venimos llorando a este mundo comenzamos a desempeñar distintos papeles en la vida. Pasamos del nacimiento a la vejez, la enfermedad y la muerte, nos movemos entre el gozo y la tristeza… Realmente, ¿de dónde viene la humanidad y adónde iremos? ¿Quién gobierna nuestros destinos? Desde la Antigüedad hasta la actualidad se han levantado grandes naciones, han ido y venido las dinastías, países y pueblos han florecido y perecido con los vientos de la historia… Al igual que las leyes de la naturaleza, las leyes del desarrollo humano encierran infinitos misterios. ¿Quieres conocer la respuesta a ellos? ¡El documental “Aquel que tiene la soberanía sobre todas las cosas” te guiará hasta la raíz de estos misterios para poder desvelarlos!

Fuente del artículo: Iglesia de Dios Todopoderoso