miércoles, 4 de diciembre de 2019

El primer estándar para entrar en el reino de los cielos: Si conocemos la obra del Espíritu Santo

Tal vez hay gente preguntaría ¿por qué es necesario conocer la obra del Espíritu Santo para entrar al reino celestial? al ver el tema. De hecho, si no la conocemos, significa que no conocemos a Dios. Porque el Espíritu Santo es Dios y Dios es el Espíritu Santo. Así que, es muy importante que tengamos conocimiento de la obra del Espíritu Santo, y esto es el primer estándar para decidir si somos capaces de entrar en el reino de los cielos.
Al igual que cuando el Señor Jesús realizaba Su obra, al principio, Pedro no tenía el conocimiento verdadero de que Él era Dios mismo. Pero, a través de escuchar Sus palabras, sentía que Sus palabras tenían autoridad y ningún hombre era capaz de decirlas y también veía que los milagros hechos por el Señor eran inalcanzables para el hombre, tales como el Señor alimentó a cinco mil personas usando cinco hogazas de pan y dos peces y calmó el viento y el mar etc. Además, durante el tiempo de que Pedro seguía al Señor Jesús, por su búsqueda y amor por Él, llegó a tener una mayor comprensión de todo lo que Él tenía y era por medio de Sus palabras y obras, basándose en esto, el Espíritu Santo iluminó a Pedro, haciéndolo reconocer que el Señor Jesús era Dios mismo, justo como la Biblia dice: “Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos” (Mateo 16:15-19).
De las palabras del Señor Jesús podemos ver las bendiciones de Dios hacia Pedro, la primera era la iluminación especial del Espíritu Santo, lo hizo tener un conocimiento verdadero de la identidad del Señor Jesús. La segunda era que el Señor se lo consideró como la roca de las iglesias y le dio las llaves del reino de los cielos, se puede decir que esto es la mayor bendición para los creyentes en Dios. Pedro pudo obtener tal bendición de Dios, por un lado es porque él era una persona que buscaba amar a Dios, por otro lado es porque él tenía el conocimiento de la obra del Espíritu Santo, en otras palabras, tenía el conocimiento de Dios. Sin embargo, aquellos que no conocían la obra del Espíritu Santo, aunque trabajaban mucho y abandonaron todo por el Señor, no sólo no pudieron conseguir la aprobación de Dios, sino que acabaron convirtiéndose en los hacedores de maldad que se resistieron a Él. Tal como cuando el Señor Jesús vino encarnado a la tierra para llevar a cabo Su obra, los principales sacerdotes, escribas y fariseos quienes servían a Dios en el templo por muchos años, algunos de ellos recorrían mar y tierra para predicar el evangelio y gastaban mucho, pero debido a que no conocían la obra del Espíritu Santo y la nueva obra de Dios, delimitaban la obra del Señor Jesús según sus nociones e imaginaciones, e incluso se confabularon con el gobierno de Roma para crucificarlo en lugar de buscar e investigar la obra, y como consecuencia, cometieron crímenes atroces de oponerse a Dios y condenar Su obra, finalmente recibieron el castigo justo de Dios. Así que, nuestra capacidad de conocer la obra del Espíritu Santo está relacionado estrictamente con nuestra posibilidad de entrar en el reino de los cielos.
Hoy compartimos hasta aquí, mañana a la misma hora continuaremos comunicándonos con usted el segundo estándar para entrar al reino celestial: Si el hombre acata y pone en práctica enseñanzas de Dios. ¡Por favor, preste atención!

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Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

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