domingo, 26 de enero de 2020

Ensalzar a Dios por encima de todo en todas las cosas y tener consciente de que Él tiene el poder soberano

Dios dice: “El hombre no debe magnificarse ni exaltarse. Debe adorar y exaltar a Dios”. La Palabra de Dios nos dice que independientemente de que seamos los que los sirven o los creyentes normales, lo que debemos hacer es honrar y dar testimonio de Él en todas las cosas, guiando a los hermanos y hermanas a obedecer y adorar a Él. Si siempre decimos palabras bonitas para presumirnos y hacer que los demás nos admiren cuando nos tratamos con ellos, entonces esto no es honrar a Dios.

Hay gente siempre hablar de la teoría y doctrina profundas al dar sermón y resolver problemas de otros, su motivo es dejar que la admire. Superficialmente están predicando las palabras de Dios, y los que lo escuchan también se sienten bien. Sin embargo, después de unos años, aquellos dirigidos por ella no tienen ningún conocimiento de Dios ni asumen responsabilidad para ponerse las palabras de Dios en práctica. En cambiof la adoran y se convierten en un ídolo en los corazones de los hermanos y hermanas. Tal conducta es luchar con Dios por la posición, sus servicios no serían más que un acto que se resisten a Dios. Tal como la Palabra de Dios dice: “Todos los que van cuesta abajo se exaltan a sí mismos, y dan testimonio de sí mismos; van por ahí jactándose de sí mismos, autoengrandeciéndose, y no han tomado a Dios en serio en absoluto. [...] Cuando hayan llegado a ese punto, ya hará mucho tiempo que el Espíritu Santo los ha abandonado. Aunque, entretanto, son ignorados, y no expulsados, su destino está establecido, y lo único que pueden hacer es esperar su castigo”. Aquellos que a menudo exaltan a Dios, no hablan palabras jactanciosas para que los idolatren, sino que las palabras que dicen son sinceras que salen de lo profundo de sus corazones. Cuando se asocian a los demás, suelen compartir sus experiencias reales, haciendo que ellos puedan tener el conocimiento idéntico de Dios, honrar a Dios y sentir la salvación de Dios hacia la humanidad. Tales personas son los que estiman a Dios. Justo como el servicio de Pedro, sólo comunicaba las palabras del Señor Jesús y conocimientos sobre sus experiencias, su objetivo era hacer que los hermanos y hermanas conocieran el amor y la redención del Señor Jesús hacia la humanidad en lugar de lo adorara a él mismo. En Hechos 10:25-26 se registra: “Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre” (Hechos 10:25-26). De estos dos versículos, se puede ver que Pedro no quería que otros lo miraran, y les decía que solo era un hombre corrupto y que debía arrodillarse a él aunque podía trabajar por el Señor Jesús. Por lo tanto, debemos imitar el servicio de Pedro, hacer que los hermanos y hermanas tengan más conocimientos de Dios por nuestras comunicaciones, y sepan cómo confiar en Dios y depender de Él cuando se encuentren con dificultades. Esta también es la conducta de uno que honra a Dios.
Dios dice: “Su trono debería ser exaltado constantemente, Su santo nombre alabado y glorificado. ¡Esta es la voluntad eterna de Mi Dios y las bendiciones infinitas que Él nos revela y nos concede! ¿Quién, entre nosotros, no lo hereda? Para heredar las bendiciones de Dios, uno debe exaltar Su nombre santo, y venir a adorar rodeando el trono. Su fuego consumidor derretirá a todos los que van ante Él con otros motivos o propósitos”.
De “La Palabra manifestada en carne”
Si ustedes tienen algunas opiniones o dudas sobre la comunicación de hoy, pueden enviarnos mensajes privados por Messenger, o nos escriben por el área de comentario. Mañana por la misma hora, continuaremos comunicando con ustedes la tercera senda acerca de honrar a Dios. ¡Por favor, presten atención!
Scripture quotations taken from www.LBLA.com

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