El
Señor Jesús dijo: “Aun
tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero
cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda
verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo
que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir”
(Juan
16:12-13).
Dios
todopoderoso dice: “Durante
los últimos días Dios ha venido principalmente con el fin de hablar
Sus palabras. Él habla desde la perspectiva del Espíritu, del
hombre, y de la tercera persona; habla de diferentes formas, usando
una forma para un período de tiempo, y usa las formas de hablar para
cambiar los conceptos del hombre y eliminar la imagen del Dios vago
del corazón del hombre. Esta es la principal obra realizada por
Dios. Como el hombre cree que Dios ha venido a sanar a los enfermos,
a echar fuera demonios, a llevar a cabo milagros, y a concederle
bendiciones materiales, Él lleva a cabo esta etapa de la obra —la
obra de castigo y juicio— con el fin de eliminar esas cosas de los
conceptos del hombre, de forma que este pueda conocer la realidad y
la normalidad de Dios, y que la imagen de Jesús pueda eliminarse de
su corazón y sustituirse por una nueva imagen de Dios. Tan pronto
como la imagen de Dios en el hombre se haga vieja, pasa a ser un
ídolo. Cuando Jesús vino y llevó a cabo esa etapa de la obra, no
representó la totalidad de Dios. Llevó a cabo algunas señales y
maravillas, habló algunas palabras, fue finalmente crucificado, y
representó una parte de Dios. No podía representar todo lo que es
de Dios, sino que lo representó realizando una parte de Su obra. Eso
se debe a que Dios es muy grande, maravilloso e insondable, y sólo
realiza una parte de Su obra en cada era. La obra llevada a cabo por
Dios durante esta era es principalmente la provisión de las palabras
para la vida del hombre, la revelación de la esencia de la
naturaleza del hombre y el carácter corrupto de este, la eliminación
de los conceptos religiosos, del pensamiento feudal, del pensamiento
obsoleto, así como del conocimiento y la cultura del hombre. Todo
esto debe ponerse en evidencia y purificarse por medio de las
palabras
de Dios. En los últimos días, Él usa palabras, y no señales y
maravillas, para perfeccionar al hombre. Usa Sus palabras para
descubrir, juzgar, castigar y perfeccionar al hombre, de forma que en
las mismas este llegue a ver la sabiduría y la belleza de Dios, y a
entender Su carácter, y así, a través de las palabras de Dios, el
hombre vea Sus hechos. Durante la Era de la Ley, Jehová guió a
Moisés fuera de Egipto con Sus palabras, y habló algunas otras a
los israelitas; en ese momento, parte de los hechos de Dios quedaron
claros, pero debido a que el calibre del hombre era limitado y nada
podía completar su conocimiento, Él siguió hablando y obrando. En
la Era de la Gracia, el hombre vio una vez más parte de los hechos
de Dios. Jesús fue capaz de mostrar señales y maravillas, de sanar
a los enfermos y echar fuera demonios, y ser crucificado, tres días
después de lo cual resucitó y se apareció en la carne ante el
hombre. Este sólo conocía esto de Dios. Conoce tanto como Él le
muestra, y si Él no le mostrara nada más, esa sería la medida de
la delimitación de Dios por parte del hombre. Así pues, Dios
continúa obrando, de manera que el conocimiento que el hombre tiene
de Él pueda volverse más profundo, y que pueda llegar a conocer
gradualmente la esencia de Dios. En los últimos días, Dios usa Sus
palabras para hacer perfecto al hombre. Las palabras de Dios revelan
tu carácter corrupto y Su realidad sustituye tus conceptos
religiosos. El Dios encarnado de los últimos días ha venido
principalmente a cumplir las palabras: “La Palabra se hace carne,
la Palabra viene en la carne, y la Palabra aparece en la carne”, y
si no tienes un conocimiento exhaustivo de esto, seguirás siendo
incapaz de mantenerte firme. Durante los últimos días, Dios
pretende principalmente cumplir una etapa de la obra en la que la
Palabra aparece en la carne, y esta es una parte del plan de gestión
de Dios”.
“Esta
etapa de la obra esclarecerá para ti la ley de Jehová y la
redención de Jesús, y es principalmente así para que puedas
entender toda la obra del plan de gestión de Dios de seis mil años,
recibir todo el sentido y la esencia del mismo y entender el
propósito de toda la obra realizada por Jesús y las palabras que Él
habló, e incluso tu creencia ciega en la Biblia y tu adoración de
esta. Te permitirá percibir todo esto. Llegarás a entender tanto la
obra hecha por Jesús, como la obra de Dios hoy; entenderás y verás
toda la verdad, la vida y el camino. En esa etapa de la obra
realizada por Jesús, ¿por qué partió Él sin concluir la obra de
Dios? Porque la etapa de Su obra no era la de conclusión. Cuando fue
clavado en la cruz, las palabras que había hablado también llegaron
a su fin; después de Su crucifixión, Su obra terminó
completamente. La etapa presente es diferente: sólo después de que
las palabras se hablen hasta el final y toda la obra de Dios se
concluya habrá terminado Su obra. Durante la etapa de la obra de
Jesús, quedaron muchas palabras sin decir o no se articularon del
todo. Pero a Jesús no le preocupaba lo que dijo o no dijo, porque Su
ministerio no era de palabras y, por tanto, partió después de ser
clavado en la cruz. Esa etapa de la obra se produjo principalmente
por causa de la crucifixión, y es distinta a la etapa actual. Esta
fase de la obra es principalmente para completar, limpiar y llevarla
toda a una conclusión. Si las palabras no se pronuncian hasta su
final mismo, no habrá forma de concluir esta obra, porque en esta
etapa de la misma toda obra se lleva a un final y se cumple usando
palabras”.
“El
objetivo de las tres etapas de la obra es la
salvación de toda la humanidad, que significa la salvación
completa del hombre del campo de acción de Satanás. Aunque cada una
de las tres etapas de la obra tiene un objetivo y un sentido
diferentes, son parte de la obra de salvación de la humanidad, y
distintas obras de salvación llevadas a cabo de acuerdo a los
requisitos de la humanidad”.
De
la Palabra de Dios, podemos ver que en los
últimos días, Dios ha revelado el misterio de Su plan de
gestión. Solo Él mismo puede decir claro la meta de las tres etapas
de Su obra, el objetivo y significado de cada etapa de Su obra y los
efectos de Su obra. En otras palabras, es la declaración de Dios la
que puede revelar el misterio de Su obra de gestión. Podemos
escuchar
la voz de Dios desde este aspecto.
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